La recuperación de los empleos
El Gobierno apuesta a la reactivación de los grandes proyectos detenidos en la burocracia para revertir la alta cesantía. Algunas de las iniciativas privadas que podrían reactivar la economía enfrentan cuestionamientos en parlamentarios y colectivos cercanos al oficialismo.
Tras dictar una clase magistral en la Universidad de Playa Ancha (UPLA) sobre la modernización del mundo laboral en Chile y los desafíos de la educación superior, la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara (PC), profundizó en entrevista con este Diario algunos factores que inciden en las altas cifras de desempleo que afectan a la zona -ubicada sobre el promedio país en este tema-, así como algunas de las medidas que el Gobierno impulsa para reactivar la economía y la creación de empleos.
En sus palabras, la secretaria de Estado reconoce que la alta cesantía regional no obedece ni a contingencias de la economía ni a efectos de la pandemia, sino que a una situación estructural que se remonta a muchos años, para la cual el Gobierno ha pensado en una estrategia que considera efectiva: acelerar la aprobación de grandes proyectos privados detenidos en la burocracia estatal.
Sin embargo, una mirada más cercana al tema revela que no hay en la zona grandes iniciativas de inversión privada y los megaproyectos pendientes corresponden a mejoras de la infraestructura pública que tienen financiamiento estatal y cuyo atraso proviene de cuestionamientos levantados en muchas oportunidades por personas o colectivos cercanos al Gobierno. Algunas de las iniciativas totalmente privadas -como los parque solares en trámite ambiental- suelen ejecutarse en los plazos previstos, aunque hay casos emblemáticos, como el proyecto Las Salinas, cuyo principal escollo se encuentra, precisamente, en la oposición planteada por personas y parlamentarios cercanos al oficialismo, pese a que cuenta con una aprobación del Comité de Ministros de este mismo Gobierno.
La recuperación del ritmo de crecimiento y la creación de nuevos empleos dependen, en parte, de que el Estado sea capaz de reducir sus instancias burocráticas, pero como ha quedado expuesto aquí, ello es indispensable, pero no suficiente.