El orden de factores altera el producto
Los gremios productivos creen que no hay condiciones para reajustar el sueldo mínimo sobre los $ 500 mil que regirán desde julio.
En un ejercicio que transparenta los difíciles momentos económicos que vive la Región, un grupo transversal de dirigentes ligados a grandes compañías, industrias y emprendimientos de distintos tamaños, advirtió ayer que no están las condiciones financieras para acceder a la propuesta hecha por la CUT, de alcanzar a fines de este Gobierno un salario mínimo de 630 mil pesos. Recordaron los dirigentes que a partir de julio se deberá aplicar la ley que reajusta el salario base a $500 mil, una medida que, estiman, agotará las capacidades económicas de medianas, pequeñas y microempresas.
Sumada a la reducción de la jornada laboral en curso y al aumento de los impuestos bajo análisis en el Gobierno, un alza que apunte a más de 500 mil pesos provocará fuertes presiones económicas en el conjunto de las empresas regionales, que se verán en la necesidad de reducir sus costos o aumentar sus pasivos. La medida, por supuesto, tampoco es un incentivo a la contratación de nueva mano de obra y resulta particularmente nociva para una Región que enfrenta serios problemas en la creación de puestos de trabajo formales y sufre históricas alzas en las cifras de informalidad.
El panorama es sombrío, pero un cambio en el orden de las medidas económicas permitiría obtener mejores resultados y, después de cierto plazo, una mejora en el promedio de los sueldos. El timonel de la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso (CRCP), Javier Torrejón, por ejemplo, plantea que "primero se deben generar las condiciones que permitan aumentar la productividad, de modo que las empresas puedan asumir el costo adicional que supone cualquier aumento del salario mínimo". Lo primero, antes de dar cualquier paso en cualquier dirección, es que tanto las autoridades de la Región como los dirigentes empresariales se reúnan y acuerden un conjunto de medidas prioritarias, urgentes y efectivas, que permitan mejorar las condiciones económicas, alentar el crecimiento y sentar las bases de un desarrollo regional de largo plazo. La consolidación de un trabajo en conjunto permitirá crear nuevas fuentes de empleo formal y elevar de forma sustancial las oportunidades para incrementar los sueldos.