Correo
Proyecto Las Salinas
Es sorprendente que la alcaldesa Ripamonti no haya accedido a reunirse en tres años con representantes del proyecto Las Salinas.
Desde el punto de vista económico, la Universidad Católica estimó que el impacto del proyecto representa cerca de US$ 2.300 millones, lo que equivale a un 10% del PIB regional. Además, se estima que generará alrededor de 7 mil empleos anuales y podría contribuir con casi el 3% al erario municipal.
Desde una perspectiva urbana, el proyecto metropolitano ofrece un barrio mixto que descongestionaría el nudo de 15 Norte, daría acceso directo al borde costero a cerros cercanos y dedicaría cerca del 40% del terreno a espacios públicos.
A pesar de la conocida oposición de la alcaldesa, ¿no debería facilitar el diálogo y la mediación en lugar de cerrar las puertas a la discusión? Su negativa a entablar conversaciones no sólo es irresponsable, sino también perjudicial para el desarrollo de la ciudad, camino tristemente conocido para su vecina Valparaíso.
Ignacio Aravena Investigador Fundación Piensa
Traslado de dependencias
Sr. Director: me dirijo a usted para visibilizar la importancia de la pronta resolución acerca del eventual traslado momentáneo de parte del Gobierno Regional y la Delegación Presidencial Regional a un nuevo edificio. Se habló del edificio Grace, en el Barrio Puerto, pero algunos luego señalaron que con esta medida se desactivaba el comercio del eje Bellavista. Otras voces internas subrayaron que como hasta el cuarto piso se podía ocupar, las sesiones del Gore seguirán allí.
Como locatario del Barrio Puerto, me pregunto: ¿no será factible que parte de las dependencias de los 19 pisos se trasladen efectivamente al Barrio Puerto? Así se recuperaría el rol histórico de este lugar (allí se ubicaba la antigua Intendencia, hoy Comandancia en Jefe de la Armada), inyectando activación al barrio y dejando el Gore y otras instalaciones en Bellavista. No se trata de desvestir un santo para vestir otro, sino que planificar, pensar y dejar de jugar con la ilusión y expectativa de muchas y muchos que trabajamos en el siempre vulnerable Barrio Puerto.
Richard Muñoz Ojeda
A Roberto Ampuero
Esta carta es para el Sr. Roberto Ampuero. Quiero decirle que admiro su sencillez al publicar sus distintas opiniones que tiene sobre nuestra historia. Soy una persona mayor que gusta mucho de leer y no me pierdo sus escritos en el Diario, que me parecen todos acertados.
Me encantó un relato que hizo de unos pajaritos. Con mi esposo, quien tiene 83 años y padece de demencia, disfrutamos mucho de estas aves, pues contamos en el patio con una pileta con agua donde llegan tordos, zorzales, loicas y codornices, aunque estas tienen su propio horario.
Como dijo hace un tiempo, todos los adultos mayores deberían escribir sus memorias con honestidad, aunque esto sea un poco difícil. Por inspiración suya, me he decidido a hacerlo y ya cuento con un hermoso cuaderno (regalo de mi hija) y muy pronto empezaré.
Con gratitud y admiración.
Ester del Carmen Peralta Herrera
Inquietud
¿Un tribunal militar juzgaría por fraude al Fisco a su superior, su comandante en jefe?
Dr. Leopoldo Sáez Godoy
Sana convivencia
A propósito de la reciente celebración del Día de la Convivencia Escolar, es indispensable instalar una mirada que busque estrategias que nos permitan gestionar cambios que faciliten un buen convivir entre los miembros de la escuela.
Podríamos aventurarnos a proponer estrategias simples, pero que no han logrado instalarse como indispensables. Una de ellas es el aprender a trabajar de manera cooperativa, no colaborando con otro para ayudarlo, sino que gestionando las problemáticas, los logros, los proyectos y las esperanzas de un colectivo educativo desde las múltiples miradas, en pro de objetivos comunes que nos permitan una mejora conjunta.
Son innumerables las investigaciones y prácticas pedagógicas que avalan esta estrategia como uno de los procesos más relevantes en el actuar pedagógico. Tal como lo mencionan Torrego y colaboradores (2021) en su Modelo Integrado de mejora de la convivencia, convivir implica un compromiso colectivo para generar el bienestar y la seguridad que se necesita para poder aprender y resolver los conflictos de modo pacífico.
Nuestra cultura tiende a significar el conflicto de manera negativa, en vez de naturalizarlo como un proceso esperable en la interacción con otros. La diferencia está en la forma en que los resolvemos, y es ahí donde urge comenzar a usar prácticas cooperativas para generar aprendizaje de habilidades cooperativas entre los docentes, en los estudiantes, con los padres y con el entorno cercano. De este modo propiciaremos climas de aula y escolares que permitan que cada uno de los miembros de la comunidad educativa se sienta tranquilo y valioso en el espacio de aprendizaje.
Marcia Valenzuela Directora del Magíster en Inclusión Educativa UDD
Actualidad de Gombrowicz
Insolente, gamberro, provocador, iconoclasta y hasta niño malcriado, todo eso se ha dicho de este obstinado y poco conocido escritor, a quien ni su crítico más fiero le desmentiría el orgullo de su insobornable integridad. Un hombre íntegro, aunque también inmaduro en el sentido que nunca se abanderizó del todo con ninguna causa, probablemente a causa de su incorregible tendencia a llevar la contraria.
Este llamado profeta de la juventud, el cual preconizaba en 1967 que en el futuro "sólo veríamos con los ojos de los jóvenes", terminó renegando de ello tras los sucesos de mayo del 68 con frases tales como: "El movimiento de la juventud ya no me interesa en lo absoluto. Sus nuevas ideologías han sido previamente moldeadas por las personas mayores y son de mala calidad; son apariencias, palabras vacías"; "Veo en la crisis de la juventud una crisis de adultos. Frente a estos jóvenes los adultos son cobardes, serviles, sin energía y sus juicios carecen de peso"; "Actualmente el acercamiento entre las generaciones está dominado por una retórica estúpida, una especie de revolución artificial que puede falsear a la larga esta relación decisiva".
El autor de Ferdydurke sí fue un profeta, quizás gracias al rechazo de las imposturas de su tiempo y a su insumisa libertad interior, algo que bien haríamos en recordar en el presente.
Rodrigo Díaz Yubero