Preocupado por un ejercicio presupuestario muy inferior respecto a otros años debido a los controles y exigencias administrativas introducidos en la Ley de Presupuestos 2024 debido al impacto del caso Convenios, el gobernador Rodrigo Mundaca se reunió con la presidenta de la Cámara, Karol Cariola, para manifestar su inquietudes y ver algún cambio para el ejercicio presupuestario 2025, que pronto comenzará a perfilarse en el Congreso. El gobernador reclamó que fue a partir de la nueva ley y con los nuevos procedimientos exigidos para el gasto que ni en enero ni en febrero pudo bajar carteras de inversión. En segundo lugar, criticó que todas las modificaciones presupuestarias que siempre han sido prerrogativa de los gobernadores, hoy día tienen que pasar por el Consejo Regional en sus sesiones ordinarias y después ir a toma de razón de la Contraloría.

Lo mismo pasa, dice, con la "reclasificación de proyectos, donde se nos ha pedido identificar el gasto corriente del gasto de capital de los proyectos que han sido aprobados, lo que significa mayor trabajo para los gobiernos regionales, dado que hay que volver a conseguir acuerdos del Core para la reclasificación", algo que Mundaca estima debería hacer la Dirección de Presupuestos a nivel central. Se enfrentan aquí la razón ética, que busca resguardar adecuadamente el uso de los recursos con todos los controles administrativos que estima necesarios, con la razón práctica levantada por el gobernador Mundaca, cuya petición exacta es desactivar algunos de esos amarres administrativos. Con las gobernaciones regionales del país en la mira de Contraloría debido a los espacios que presentan para el uso arbitrario de sus presupuestos, será difícil para el Congreso desechar todos los mecanismos de supervisión instalados en el presupuesto actual, pero tiene razón Mundaca en que se requiere llegar a un punto medio que permita mayor fluidez en el proceso de ejecución. Empero, ello no debe perder de vista que, en el largo plazo, un mal uso de recursos tiene más efectos negativos que el atraso en su ejecución.

Hace justo cuarenta años se iniciaba una nueva etapa en el transporte marítimo en el Pacífico sur. Corría 1984 cuando se anunció el comienzo de la era de los portacontenedores panamax en puertos sudamericanos gracias a la inauguración del Servicio Eurosal (Europe South America Line), que para entonces reunía a importantes navieras, entre ellas Pacific Steam Navigation Company, CSAV, Jonhson Line y Hapag Lloyd. Una particularidad de este servicio es que contaría con naves de enormes dimensiones que tenían como particularidad tener una manga (ancho) de 32 metros, lo suficiente para poder cruzar justo el canal de Panamá.

Así, se integraron al servicio flamantes naves como el Andes, el Maipo, el Isla de la Plata, el Bo Johnson y el Humboldt Express, las cuales en sendos viajes inaugurales comenzaron a arribar a Valparaíso, puerto elegido para operar este servicio gracias a que disponía del mejor muelle de atraque para recibir estos gigantes, que en ese entonces eran el sitio 4 y 5 fusionados en uno solo. Y además disponía de la nueva grúa Hitachi, instalada precisamente en el sitio 4 y que se había transformado en el símbolo de la supervivencia de Valparaíso, al menos en la dura década de 1984, siendo además una señal frente al fantasma de San Antonio, de que el terminal porteño sí tenía futuro en este nuevo escenario de la era masiva del contenedor.

De estas naves, hay una que se transformó en un visitante habitual, el Humboldt Express, el cual estuvo prestando servicio durante un cuarto de siglo, siendo testigo de las transformaciones del transporte marítimo, pasando de ser un gigante de los mares con 206 metros de eslora, a un portacontenedores de menor envergadura si se comparaba con los que estaban llegando al puerto a fines de la primera década del siglo XXI. Además, fue testigo de la obsolescencia de la famosa grúa Hitachi y su reemplazo por las Gantry, que comenzaron a llegar después de la concesión del puerto por parte de TPS, habilitando los sitios 1 al 3 como el nuevo espacio reservado para los portacontenedores panamax y pospanamax.

El Humboldt Express era inconfundible cuando estaba en el puerto. Y para quienes vivimos en la zona, pasó con los años a ser una nave "histórica", que incluso nos trae el recuerdo cuando el 2006 sirvió para hacer la promoción del mundial de fútbol que se celebraría en Alemania ese mismo año.

Pero finalmente llegó la obsolescencia y el viejo Humboldt no regresó más. Vendido y desguazado en el 2012, dejó un grato recuerdo, muy especialmente para quienes vivimos con emoción todo lo bueno que dejó Eurosal para Valparaíso.

Cuatro décadas más tarde, el lunes 6 de mayo, arribó en su viaje inaugural el nuevo Humboldt Express, flamante nave pospanamax de la Hapag Lloyd, empresa que ha decidido incorporarlo a la ruta que conecta Asia y la costa oeste de Sudamérica. ¡Bienvenido a Valparaíso Humboldt Express!… Verdaderamente se te echaba de menos.