La jornada cumbre del tenis chileno en las últimas décadas terminó con un triunfo de Nicolás Jarry y una derrota de Alejandro Tabilo, lo que frustró una posible final de raquetas nacionales en el Masters 1.000 de Roma, pero promete con transformar este torneo en histórico si Nico supera su último desafío en la arcilla italiana.
Tabilo, que llegó en el puesto 32 de la ATP a este certamen, fue la gran sorpresa de este campeonato y llegó a semifinales tras superar al número uno del mundo, Novak Djokovic, en segunda ronda, al ruso Karen Kachanov (18°) en octavos de final y al chino Zhang Zhizhen (56°) en cuartos de final. Y se midió al alemán Alexander Zverev (5°) sin haber perdido ningún set.
Y en el duelo ante el germano parecía ser pura magia: el chileno se impuso con un radical 6-1 en la primera manga y amenazaba con arrasar. Pero el duelo se emparejó hasta llegar al tie break en el segundo set. Entonces se produjo el decaimiento de Tabilo y la resurrección de su rival, quien se impuso en el desempate por 7-4.
Este golpe de realidad y el evidente cansancio que acumuló durante las últimas semanas, en las que se exigió al máximo para mostrar el mejor tenis de toda su carrera se vieron reflejados en el tercer parcial, que fue ampliamente dominado por Zverev, quien se impuso por 6-2.
Lo que consiguió Tabilo en Roma es, independientemente de la derrota ante Zverev tras más de dos horas de duelo, memorable. Ya no es que ganara a Djokovic y se colgara con el cartel de sensación del torneo, es que partido a partido fue confirmando que no llegó hasta donde llegó por casualidad, sino por puro merecimiento.
Y sin entrenador, pues rompió tras casi 10 años con su compatriota Guillermo Gómez justo después del torno de Madrid, donde cayó en primera ronda ante el italiano Flavio Cobolli.
"Ha sido increíble que fuera capaz de mantener mi estabilidad mental. He estado jugando suelto, tratando de ni siquiera pensar en demasiadas tácticas ni nada. Sólo hemos estado jugando. He estado fluyendo. Últimamente está funcionando", apuntó el chileno tras despedirse de Roma.
Nico sí llegó
La derrota de Tabilo, sin embargo, no bajó el ánimo de los seguidores chilenos del tenis, pues Jarry (24°) debía buscar su propia historia en Italia.
Y Nico sí que consiguió su pasaje a la final, la primera de esta categoría, contra Zverev, al superar en tres reñidos sets al estadounidense Tommy Paul (16°), al que ganó en tres sets, por 6-3, 6-7 y 6-3.
Jarry aprovechó la oportunidad más grande de su carrera, esa que se ha ganado a pulso en el Foro Itálico, en el que ha sido una de las sensaciones por hacer el mejor tenis de su vida. Porque su techo hasta el momento había estado siempre en los cuartos de final, ronda que alcanzó en Shanghái en 2023 y en Miami este mismo año. Pero después de imponerse al griego Stefanos Tsitsipas (8°) en cuartos de final confirmó que, pese a que su cuadro había sido algo favorable, era un claro candidato a meterse en la final.
No fue fácil porque el estadounidense le puso todos los problemas que pudo y aunque Jarry llegó a la definición del tercer set con amplia ventaja, le costó muchísimo conseguir el punto definitivo, el que lo instalaría en la final de este domingo, en la que se enfrentará a uno de los mejores tenistas de la última década en la cancha central Foro Itálico.
Jarry se ganó así el derecho a soñar con su primer título Masters 1.000 en la que será la final más grande de su carrera y tendrá a todo el país pendiente.