RELOJ DE ARENA En la huella de Anita Lizana
Han sido buenos días para el tenis nacional. Buenos y emocionantes. Aparecen nombres nuevos que reviven los grandes momentos del "Chino" Ríos, Nicolás Massú y Fernando González.
En el Masters de Roma han llegado alto Alejandro Tabilo y Nicolás Jarry. Recuerdo inevitable de la dupla aquella del viñamarino Massú y González.
Tabilo en la capital italiana se dio el lujo derrotar al número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, quien reconoció la calidad del chileno.
En fin, las emociones continuarán para los colores nacionales en el deporte blanco, una paradoja esto de los colores.
Con acierto un comentario señala que "el tenis es el deporte que más éxitos ha entregado a Chile. Ninguno otro le iguala. Ni de cerca".
Recuerda que las raquetas nos dieron el número uno del mundo y cuatro medallas olímpicas en la inolvidable hazaña de Massú y González.
Sin dejar de mirar otros escenarios deportivos, insistamos en esta vocación tenística. Es necesario, sí, no caer en la euforia, pues nos podemos quedar con los aplausos a medio camino, pero la meta de la victoria está abierta y hay que seguir buscando los mejores caminos.
Y en lo general, debemos reconocerle que el tenis en particular, a través del tiempo, nos da buenas noticias y satisfacciones en medio de un panorama de matinales que nos despiertan con homicidios, portonazos y letales accidentes de tránsito.
A través del tiempo, en estas horas de triunfos no se puede dejar de lado a Anita Lizana, aquella "ratita" que hace décadas se deslizó exitosamente en los grandes courts del mundo.
El 25 de abril de 1935 este Diario destacaba los triunfos de Anita Lizana en Gran Bretaña, tras vencer a la campeona Mary Withmarsh por 6-3, 6-1.
"La gran tenista chilena terminó brillantemente su primera campaña en los 'courts' ingleses. Los más prestigiosos diarios británicos opinan que ha aparecido una nueva estrella del tennis internacional".
Un cable posterior, 18 de agosto: "LONDRES, 17.- (HAVAS) Miss Scout desplegó todos sus recursos ante Anita Lizana, pero le fue imposible igualar la rapidez, la inteligencia y la experiencia de la jugadora chilena".
Su regreso a Chile fue apoteósico. Una multitud la esperaba en Valparaíso y al llegar a Santiago 30 mil personas la esperaban a la salida la Estación Mapocho. Desde ahí un desfile hasta La Moneda, donde fue recibida por el Presidente Arturo Alessandri.
Vuelta al exterior y en Forest Hills derrota a la polaca Jadwiga Jedrzejowska por 6-4, 6-2 en septiembre de 1937. Consigna la prensa que "es esta la primera vez que desde 1930 sale el título de los Estados Unidos".
Anita Lizana nació en Santiago en 1915 y comienza a practicar tenis a los 6 años, entrenada por su tío Aurelio Lizana. Antes de cumplir 14 es campeona nacional, ubicada en la categoría Adultos. Debía jugar con hombres, pues ninguna mujer le podía ganar. En 1935 viaja a Europa, financiada por colectas populares.
Juega en césped y los especialistas la consideran como una de las mejores tenistas del mundo. Escala imponiéndose en difíciles torneos. El Daily Telegraph, de Londres, la consagra en 1937 como "la mejor del mundo". Falleció de cáncer en 1994 y con ocasión de su centenario el court central del Estadio Nacional lleva su nombre.
Y en medio del tenis nacional, tan masculino en logros, nos encontramos con una prometedora figura de la Quinta Región, Fernanda Peirano Ardiles. Vive en Quilpué y estudia en Villa Alemana. Pese a tener sólo 12 años, su itinerario deportivo es amplio, pues cubre torneos desde La Serena hasta Temuco, con victorias importantes a partir de los 10 años.
NúMERO UNO
Actualmente es la número uno de Chile en la categoría Damas de 12 años.
Comenzó a los 7, forma parte de una familia de tenistas amateurs y cuenta con el apoyo familiar, sus padres Rodrigo y Beatriz y, en especial, de su abuelo, el doctor Rolando Peirano. Compatibiliza competiciones y entrenamientos, 4 a 5 horas diarias, con los estudios en el colegio Millantú Montessori de Villa Alemana. Es amistosa y buena alumna, dicen sus padres.
Seleccionada por ranking, su próximo desafío es el Sudamericano de Menores en Asunción, Paraguay, que tendrá lugar el próximo mes, clasificatorio para el Mundial.
Gonzalo Bravo, su entrenador, profesor jefe de la Academia GBM Tenis V Región, revela que hasta el momento y "con mucho esfuerzo de su familia y equipo de trabajo, todos los viajes y giras de torneos nacionales que le permiten hoy ser la tenista número 1 de Chile se han podido costear, pero si hablamos de proyectar su carrera con tintes internacionales, se está muy lejos de poder concretar estos proyectos debido a la falta de recursos". Sus padres dicen que Fernanda no ha recibido concretamente apoyo económico "pero estamos postulando a ayudas municipales y regionales.
Los recursos son muy necesarios para avanzar a lo que ella quiere, que es jugar torneos fuera del país. En su club, GBM, ubicado en el Campo deportivo Centro Español de Quilpué, es muy apoyada por sus compañeros y entrenadores que realizan actividades para generar recursos y costear giras por Chile".
Reconocen sus padres que Fernanda, a sus 12 años, sigue en proceso de formación, pero comenzará a jugar en una categoría superior, 14 años damas, para lograr un nivel de competitividad con niñas mayores que ella y quiere posicionarse entre las mejores de esa categoría.
SIN PRESIóN
Insisten sus padres que "como familia y academia no colocamos presión acerca del futuro, pero sí establecemos objetivos cortos, medianos y de largo plazo; esto nos sirve como hoja de ruta para el proceso de Fernanda".
En lo personal, Fernanda es muy hogareña, comparte con su familia y amigos y también le gusta aprender viendo partidos de tenis internacional y comentar con sus padres y abuelos.
Admira a Aryna Sabalenka, bielorrusa, que tiene un juego agresivo que se identifica con ella y su personalidad y en cancha se identificaría con Jannik Sinner, italiano, poco expresivo en cancha, que no da pistas de su juego al adversario.
Por cierto, conoce la trayectoria internacional de Anita Lizana, una figura del pasado siempre presente en la memoria del tenis nacional.
Fernanda, 12 años, pareciera que también recorre una ruta compleja, en que los problemas no están sólo en el court, sino que en los medios siempre escasos pese a los aplausos, copas y medallas.