Aline Kuppenheim: "Todos estamos expuestos a cierta manipulación mental"
CINE. La actriz protagoniza "Quizás es cierto lo que dicen de nosotras", película sobre la secta de Colliguay que se estrena este jueves.
Amelia Carvallo
Dirigida por Sofía Paloma Gómez y Camilo Becerra, este jueves llega a la cartelera "Quizás es cierto lo que dicen de nosotras", un relato fabulado sobre la secta de Colliguay, como explican sus realizadores.
El elenco lo encabeza Aline Kuppenheim, Camila Milenka y Julia Lübbert, una familia de madre e hijas que ven sacudidos sus cimientos por lo ominoso y lo innombrable.
Lo absurdo y lo horrible del crimen y el trasfondo de cierto delirio místico fue lo primero que llamó la atención de la dupla de directores. "En ese momento estábamos interesados en la delgada línea que separa el coaching espiritual del universo sectario" recuerda la directora. "Investigamos sobre control mental destructivo, elemento clave en el operar de las sectas, nos surgió la necesidad de fabular sobre la irrupción de lo siniestro en el entorno íntimo", explica el director.
Y así lo hicieron con esta familia de una madre y sus dos hijas, la mayor de ellas involucrada en el crimen de su propio hijo. Centrado en el desmoronamiento del espacio cotidiano más que en la secta o su líder, la película tuvo un rodaje muy concentrado según Aline Kuppenheim que recuerda a su personaje como una psiquiatra que ve el mundo tras un prisma racional sin descartar el lado emocional de su maternidad. "Con el personaje me di cuenta de que tenía que dejarme llevar por la incerteza, por la ambigüedad y la contradicción", apunta la actriz. "Vivir en primera persona una historia tan dolorosa, que cuestiona todo tu sistema de vida y de creencias, me mostró cuáles eran los pasos que había que seguir para abordar el otro tema más concreto de la película que tiene que ver con un hecho criminal", acota.
-¿Cómo se explica que un grupo de personas sean sometidas a ese nivel de manipulación mental?
-En este caso es un nivel extremo con resultados extremos que también nos interpela a cómo todos estamos expuestos a cierta manipulación mental a través de los medios, de la publicidad, incluso de la propia educación, por nuestra propia cultura que nos establece realidades que asumimos como ciertas. Esto no ocurre de un día para otro, lo primero es la captación a través de la carencia, entender cuál es la fisura de la persona y por ahí entrar dándole ciertas certezas, por ejemplo, que en ese espacio va a ser querido y aceptado, va a pertenecer. En un comienzo todo es perfecto, pero poco a poco comienza a aplicarse un método de control físico, los horarios, el trabajo, evitar que la persona piense mucho, luego una manipulación en la alimentación y el sueño y que muchas veces termina con abusos sexuales, el control del cuerpo a través de la sexualidad. Así, poco a poco se va quebrando la voluntad y la identidad de las personas y luego es muy difícil salir de ese círculo, porque se establece otro sistema de creencias dentro de la mente de la persona que es manipulada.
-Es bien complejo.
-Es bien complejo, pero hay harto escrito, creo que es interesante que las personas busquen esos materiales, porque uno nunca sabe cuándo le va a tocar estar cerca de alguna persona que pueda estar siendo víctima de una manipulación mental. Es importante saber reconocer cuáles son las señales para poder actuar a tiempo.
-¿Cómo te aproximaste al lazo maternal de esta madre e hija?
-Ximena es psiquiatra e imagino que abordó la educación de sus dos hijas con las herramientas que puede tener una psiquiatra. La película plantea cómo cada persona procesa las fisuras y las carencias. Esta es una familia de tres mujeres donde las dos hermanas son muy distintas, enfrentan el mundo de manera diametralmente opuesta. Frente a lo hecho por su hija hay un cuestionamiento de cómo lo hizo ella como madre y esas son las contradicciones y los caminos pedregosos por los que transita a lo largo de la película, pero al mismo tiempo deja a cada espectador la ventana abierta a qué haría en su lugar. Cada uno sacará sus propias conclusiones, porque esta película no presenta soluciones ni respuestas a algo tan misterioso y enigmático como los caminos de la mente cuando llega a extremos que terminan en un crimen.
-¿Qué piensas sobre el vacío espiritual que vivían esas personas y cómo se fueron aislando del mundo y la realidad?
-En algunos casos, ese vacío espiritual hace dar el primer paso que nos deja a merced de caer en el control mental, luego viene el aislamiento del mundo y la realidad. Hoy la sociedad de consumo genera un vacío existencial gigantesco en la población y el ser humano busca por otros lados llenarlo. Algunos buscan creencias extremas. Frente a eso hay que estar alertas y darle más importancia al desarrollo individual, buscar el conocimiento, la cultura. Ahí está la clave para poder protegernos del control mental en esta era de la híper información de la que nadie se libra.
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