Desaladora nace como opción para enfrentar crisis hídrica
CASABLANCA. Municipio y otras entidades firmarán un protocolo con la firma española Sacyr Aguas para avanzar en un proyecto a corto plazo.
La construcción de una desaladora que permita asegurar el abastecimiento para el consumo humano y, al mismo tiempo, garantizar el desarrollo agrícola e industrial de la comuna, es una de las opciones concretas que analiza el municipio de Casablanca para enfrentar la crisis hídrica que afecta a la comuna.
"Hay una situación que no es un misterio y es que arrastramos una sequía de 12 años, aproximadamente, y las fuentes de agua de la comuna son subterráneas, por ende, en algún momento la extracción se ha tornado totalmente insuficiente y ha generado que haya un retroceso en la producción agrícola en el valle", comentó el alcalde Francisco Riquelme, quien subrayó que el año pasado se perdieron cerca de mil hectáreas vitivinícolas.
"Es algo que desde el municipio hemos ido planteando desde hace tiempo y es el generar nuevas fuentes de agua para el valle de Casablanca y sus actividades que tienen que ver con la agricultura, la industria y el consumo humano, principalmente a través de los sistemas de agua potable rural para abastecer zonas como Quintay", comentó el jefe comunal.
En ese plano, mañana se firmará un protocolo de acuerdo con la española Sacyr Aguas para avanzar en una iniciativa. A este hito también se sumarán la Asociación de Empresarios Vitivinícolas del Valle de Casablanca y la Cooperativa Agrícola y Lechera.
"La idea es avanzar en un proyecto que si llegase todo a funcionar y se cumplen las metas, estamos hablando de tres a cuatro años para tener una planta desaladora en la costa de Casablanca, entre Tunquén y Quintay, que pueda generar una capacidad máxima de 1.000 litros por segundo".
La iniciativa contempla a priori una inversión privada cercana a los US$ 230 millones y, en lo primordial, considera una tubería de 38 kilómetros para unir la costa con el tranque Lo Ovalle.
"Sabemos que es un proceso que debe tener la factibilidad técnica, social, ambiental y económica. (...) Acá en Chile hay una experiencia muy exitosa en la Región de Atacama con una planta para consumo humano que abastece a toda la región. Justamente, lo que nosotros estamos planteando es algo similar", precisó el alcalde, reiterando que es necesario contar con nuevas fuentes.
"No es rentable ni es factible seguir profundizando los pozos", cerró.
"Es un proyecto que si llegase todo a funcionar y se cumplen las metas, estamos hablando de tres a cuatro años para tener una planta desaladora".
Francisco Riquelme, Alcalde de Casablanca