Las carencias en salud pública
Cada invierno, el sistema de atención expone su peor cara, debido a la falta de insumos y a un problema endémico de gestión. Las listas de espera, la falta de insumos y los conflictos entre gremios y autoridades son el signo de que la red pública pasa por una crisis de recursos y gobernanza.
Un total de 178 nuevos equipos médicos recibió el Hospital Carlos van Buren, en el marco de un proyecto financiado por el Gobierno Regional de Valparaíso, que permitirá potenciar las capacidades de atención de las unidades de Neonatología, Pediátrica y Adultos. Entre los equipos recibidos figuran 34 saturómetros portátiles, dos oftalmoscopios, dos otoscopios, seis balanzas adultos y lactantes, diez cunas extensibles, seis camas eléctricas UCI, cuatro camillas de transporte, un ecotomógrafo neonatal, seis incubadoras UCI y de transporte, una lámpara de fototerapia, 28 ventiladores adultos neonatal y pediátricos, once monitores de apnea, 50 monitores de signos vitales y multiparámetro, cinco electrocardiógrafos, diez monitores desfibriladores; una central de monitoreo de adulto y dos de monitoreo UPC neo y pediátrica. La lista es larga, aunque representa sólo una parte de todas las necesidades que tiene un recinto del tamaño y complejidad del Carlos van Buren. En esa línea, el trabajo hecho por el Gobierno Regional para superar las carencias del hospital, ayuda que supera los $ 2 mil millones, va en la línea correcta, pero es insuficiente. El conjunto del sistema de salud, especialmente aquel que está orientado a la atención de los ciudadanos más necesitados, sufre desde hace muchos años un grave problema de gestión y recursos. Las largas listas de espera para procedimientos de distinta complejidad, la falta de insumos, los errores en la implementación de programas o, incluso, los conflictos internos entre gremios y autoridades, son el signo de que la red pública requiere de un reinicio o, al menos, una profunda reflexión sobre su administración y gobernanza. En los últimos años hubo un ingreso masivo de nuevos cotizantes y pacientes provenientes de las isapres, sin que se hayan asignados más recursos en forma suficiente para que el sistema público tuviera capacidad de atención adecuada. Ya es hora de pensar y hacer algo.