El factor ProCultura en las elecciones
La investigación del fiscal Carlos Palma aterrizó en la Región justo al inicio del proceso que lleva a elecciones de octubre. Es pertinente que el fiscal Palma no se vea influido por las contingencias electorales al momento de desarrollar su investigación.
En el marco de la investigación que lleva adelante sobre los convenios entre la Fundación ProCultura y algunas reparticiones del Estado, el fiscal regional de Aysén, Carlos Palma, lideró esta semana varios allanamientos e incautaciones en servicios públicos de la zona, entre ellos el Gobierno Regional de Valparaíso, Minvu, Serviu y algunos domicilios particulares, de empresas y personas individuales. En dichos procedimientos, Palma rescató información documental y financiera que considera vital para establecer eventuales delitos en el traspaso de recursos. Y aunque fue hermético respecto de la estrategia que está aplicando en sus indagaciones, sí confirmó la incautación de una serie de teléfonos celulares de jefes de servicio y hasta el del propio gobernador regional, Rodrigo Mundaca. La respuesta del gobernador fue la habitual en este tipo de casos, descartando cualquier vinculación con hechos delictivos y asegurando que mantenía las manos y la conciencia limpias. Ello no dejó tranquilos a sus oponentes políticos, que se demoraron muy poco en levantar emplazamientos directos y nuevas acusaciones. La diputada Chiara Barchiesi, del Partido Republicano, habló de "irregularidades" y apuntó a un traspaso de mil millones de pesos aprobado por Mundaca a fines de 2022 para beneficiar a varias instituciones ligadas a Modatima, la plataforma ambientalista que le sirvió al gobernador para darse a conocer.
Es pertinente que el fiscal Palma no se vea influido por las contingencias electorales al momento de desarrollar su investigación, sino por el simple mérito de la evidencia que vaya recogiendo y analizando, pero es indudable que el caso ProCultura se convirtió en un factor más del camino que llega hasta las elecciones de octubre. Por esta razón, son los actores políticos de todos los partidos y movimientos los llamados a actuar con cuidado, prudencia e información clara y transparente. De ello depende que la campaña sea un ejercicio de ideas o de luchas en el barro del desprestigio personal e institucional.