Asesinos múltiples en la zona: máxima crueldad y conmoción que no se borra
Sólo los Psicópatas de Viña, que mataron a diez personas, violaron a cuatro mujeres y fueron fusilados, superan en esa macabra cifra al ahora quíntuple homicida, Hugo Bustamante.
Frío. Esa es una de las sensaciones experimentada por varias personas -médicos, policías, periodistas- al momento de estar cerca o tener que hablar con asesinos múltiples. Como el violador y femicida de la joven Ámbar Cornejo, Hugo Bustamante Pérez, que antes había ultimado a su expareja y al hijo de nueve años de ella, y que acaba de confesar otros dos crímenes cometidos en 1996, cuyos restos mantenía enterrados en el patio de su casa, en Villa Alemana.
También les ha impactado la mirada vacía o desafiante y el convencimiento de que son los más inteligentes, tanto como el desprecio y la incapacidad de conectar con los demás. "Es el mal encarnado, el tipo no tiene alma", refiere una periodista en alusión a Pablo Aravena, el triple homicida que el 1 de diciembre de 2008, en esa misma ciudad, mató a Viveca Segovia, a su hermanastro Felipe Aravena y a la empleada Victoria Donoso.
"Tal como Bustamante, impávido y mentiroso", agrega la profesional respecto al sujeto a cuyo juicio le tocó asistir por el doble homicidio -en enero de 2005- de su expareja, Verónica Vásquez, y de su hijo, Eugenio Honorato, a quienes mató y ocultó en un tambor. De hecho, la periodista Ivonne Toro, quien lo entrevistó varias veces para su libro La Niña Ámbar, y a quien le confesó la comisión de los dos crímenes de 1996, contó que antes de verlo se preparó con entrevistas con psiquiatras y elaboró un manual sobre cómo actuar en los encuentros.
Dubois, el asesino
La Región de Valparaíso concentra tristemente varios casos documentados de asesinos múltiples o seriales, empezando por los crímenes cometidos a comienzos del siglo XX en esta ciudad por Emile Dubois, que se hacía pasar por ingeniero en minas y cuyo verdadero nombre era Luis Amadeo Brihier Lacroix, de nacionalidad francesa.
El primer homicidio lo cometió el 5 de septiembre de 1905 y la víctima fue el comerciante alemán Reinaldo Tillmans. El siguiente lo perpetró el 14 de octubre del mismo año, cuando dio muerte a otro comerciante alemán, Gustavo Titus, el 14 de octubre de 1905, al que siguió el francés Isidoro Challe, ultimado el 14 de abril de 1906 en la puerta de su domicilio, ubicado en subida Tubildad, actual Almirante Montt.
En la tarde-noche del 25 de junio de 1906 intentó atentar contra el dentista norteamericano Charles Davies, domiciliado en un edificio de calle Esmeralda frente a la plaza Aníbal Pinto. Pero la víctima logró rechazarlo y pedir ayuda, por lo que Dubois escapó seguido por un guardián y un grupo de transeúntes, que lo capturaron y entregaron al policía. Encarcelado, trató infructuosamente de huir tras el terremoto del 16 de agosto de 1906. Fue fusilado el 26 de marzo de 1907.
Los psicópatas de viña
Los ex carabineros Jorge Sagredo Pizarro y Carlos Topp Collins sembraron el pánico en la zona al cometer diez asesinatos y cuatro violaciones, varios de ellos perpetrados contra parejas, entre el 5 de agosto de 1980 y el 1 de noviembre de 1981, en Viña del Mar.
Fue el cabo Juan Quijada, de la Primera Comisaría de la ciudad, quien entró en sospechas respecto del comportamiento de Sagredo y lo acorraló hasta que admitió su participación. No demoraron la denuncia y la encargatoria de reos de ambos, el 13 de marzo de 1982.
Tras confesar sus crímenes, los excarabineros fueron declarados culpables y condenados a la pena de muerte, en sentencia de primera instancia dictada por el ministro en visita Julio Torres Allú, el 8 de enero de 1983.
La sentencia fue confirmada por la Corte de Apelaciones de Valparaíso y ratificada por unanimidad de la Tercera Sala de la Corte Suprema, el 17 de enero de 1985. Tras serles negado el indulto presidencial, fueron ejecutados en la cárcel de Quillota el 29 de enero de 1985.
Hugo bustamante
Cronológicamente, ahora que confesó los homicidios de Elena Hinojosa y su hijo Eduardo Páez, cometidos en 1996, a los Psicópatas de Viña les sigue Hugo Bustamante Pérez, que con estos dos crímenes se convierte en quíntuple asesino.
Su historia criminal continúa en enero de 2005, cuando da muerte a su expareja Verónica Vásquez y a su hijo de nueve años, Eugenio Honorato, oculta los cuerpos en un tambor metálico de 200 litros y los entierra en el jardín de su casa, ubicada en Covadonga 641, Villa Alemana. Ese mismo año es condenado a 27 años de cárcel por el doble homicidio, pero sólo cumple 11, ya que es beneficiado con la libertad condicional en 2016.
Cuatro años después, el 29 de julio de 2020, viola, asesina y oculta en el mismo domicilio el cuerpo de la joven Ámbar Cornejo, hija de su pareja, Denisse Llanos, que también participa en los hechos. El 7 de diciembre de 2021 el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar comunica las condenas.
Por violación con femicidio, se asigna a Bustamante presidio perpetuo calificado. También es condenado a 10 años por estupro y a otros siete por abuso sexual a mayor de 14 años, así como a 10 adicionales por corrupción reiterada de menores.
Denisse Llanos Lazcano es condenada a presidio perpetuo calificado como autora del delito de violación con homicidio, a otros 10 años por abuso sexual reiterado a mayor de 14 años, y a 10 adicionales por corrupción reiterada de menores.
Pablo aravena
El 1 de diciembre de 2008, Pablo Aravena Garcés ingresa a la vivienda que habitaban su hermanastro Felipe Aravena Segovia (17), la madre del adolescente, Viveca Segovia y la empleada Victoria Donoso Cortés, y espera la llegada de sus víctimas (ver nota en página 5).
El primero en llegar es Felipe, a quien Aravena Garcés -hijo del primer matrimonio de Alfredo Aravena, fallecido esposo de Viveca Segovia y padre del estudiante- estrangula con el cordón de una plancha. Luego arriba la dueña de casa, a quien golpea y asfixia, y finalmente estrangula a Victoria Donoso.
En el primer juicio, Aravena es absuelto, pero tras el segundo proceso, resulta condenado a presidio perpetuo calificado, el 25 de marzo de 2013. En aquella ocasión, el fiscal regional, Pablo Gómez Niada, señaló que "fue una causa compleja de investigar", pero "para el Ministerio Público nunca hubo duda
Rosa Zamora Cabrera
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