Una auspiciosa noticia vivió Viña del Mar el pasado jueves con el anuncio de la próxima apertura de un supermercado Líder de Walmart y la tercera etapa del Viña Outlet Park de Reñaca Alto, con la presencia de la alcaldesa Macarena Ripamonti y ejecutivos de ambas empresas privadas, en lo que debe ser interpretado como un firme acicate al empleo y desarrollo local, como también una clara prueba de que la tan desacreditada "permisología" es susceptible de ser acelerada cuando existen las voluntades necesarias.

Así, tras gestiones de las empresas con el municipio, la Dirección de Obras Municipales (DOM) otorgó finalmente los permisos correspondientes para iniciar la etapa de instalación y contratación de personal, el que llegaría en funcionamiento a quinientos empleos directos y otros mil indirectos con la puesta en marcha del supermercado, locales comerciales, farmacias, y dos pisos de estacionamientos subterráneos, con una inversión aproximada de US$30 millones.

La jefa comunal, junto con destacar el trabajo conjunto con las empresas y también las Juntas de Vecinos del sector, destacó la ampliación del nuevo polo de servicios, el cual privilegiará a los habitantes de Reñaca Alto, Glorias Navales y la población Expresos Viña, cuya concreción debiera darse -según el gerente del Outlet Park, Claudio Zepeda-, para fines de este año o inicios del próximo.

Con todo, no puede soslayarse la tardanza de casi un año en la recepción municipal del nuevo espacio, que cuenta con una superficie de 40.000 metros cuadrados -60.000 mts2 en total- y un innegable beneficio para los 70 mil habitantes del sector, quienes hoy deben ir hasta el centro de Viña del Mar o Concón para hacer sus compras. Por lo mismo, el municipio no debe dejarse estar en lo que respecta a una nueva y cuarta etapa, entendiendo las virtudes objetivas que ello también representa para la Región de Valparaíso gracias al empuje y la persistencia de sus dueños, las familias encabezadas por Eduardo Dib y Gonzalo Bofill.

La trayectoria recorrida por el país en términos de mirar hacia el mar como fuente de desarrollo cuenta con bases sólidas, transversales y con una fuerte determinación a ser reconocida como tal.

El mar, como fuente de recursos y soporte esencial para la supervivencia de la humanidad, está agotando su paciencia. De acuerdo a un informe de las Naciones Unidas, se estima que para el año 2050 la población mundial aumentará en 2.000 millones de personas, lo que demandará aún más producción de alimentos, la que a raíz de la sobrecarga ya se encuentra rebasada. La alimentación para la segunda mitad de este siglo puede mutar hacia una basada en productos del mar como fuente primaria.

Con motivo de intentar proteger el mar y sus recursos, con una mirada sostenible y de cara al futuro, la ONU, a través de sus Estados miembros, logró un histórico tratado luego de casi dos décadas de negociaciones, siendo Chile uno de los primeros países del mundo en ratificarlo: el Acuerdo sobre la Biodiversidad Marina más Allá de la Jurisdicción Nacional (BBNJ por sus siglas en inglés). Sus objetivos: fortalecer la gobernanza de los océanos, distribuir equitativamente sus beneficios, lograr una explotación sostenible, crear áreas marinas protegidas y regular los recursos genéticos marinos. En resumen, amplía en gran medida las áreas oceánicas que deberán ser protegidas jurídicamente.

Como ha sido descrito, la humanidad ve una luz de esperanza hacia el futuro, el mar y el hombre han acordado una nueva oportunidad. ¿Por qué nuestro Valparaíso no podrá tenerla también? Si bien es cierto el estado de nuestra ciudad no es el que merece una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad, también es cierto que ya se están observando algunas iniciativas concretas que contribuirán a revertir dicha condición, como son las iniciativas que lidera la Empresa Portuaria de Valparaíso, la que tendrá efectos positivos sobre la zona costera, el parque Barón que cambiará la cara de entrada al puerto, o las que impulsa la Dirección de Obras Portuarias.

Actualmente Valparaíso está postulando a ser la ciudad sede y capital del Tratado de los Océanos, compitiendo con ciudades del primer mundo. Así como los Estados lograron acordar esta nueva oportunidad de conservar el océano para el futuro, Valparaíso también merece otra oportunidad. Es por ello que como Corporación Patrimonio Marítimo de Chile, cuyo accionar se enmarca en nuestro mar y su entorno cultural, nos sentimos partícipes de esta iniciativa e invitamos a la ciudadanía, a lo largo y ancho del país, a participar apoyando esta nominación que plantea el Estado de Chile y cuyo logro favorecerá el desarrollo de nuestro Puerto, así como la estatura de nuestro país ante el concierto mundial de naciones.