Fortalecer las instituciones
La alcaldesa Matthei y el analista Bunker advierten las debilidades del estado chileno ante la penetración del narcotráfico. "Abordar el problema del narcotráfico no puede ser un ejercicio solamente policial, sino que debe avanzar hacia una articulación integral del Estado".
¿Son el narcotráfico y sus redes de corrupción una amenaza real para las instituciones de nuestro país? La preocupación, que lleva largo tiempo acotada a círculos académicos y organismos dedicados al combate de estas bandas criminales, reapareció en el espacio público a propósito de las palabras que dijo a alcaldesaa de Providencia y presidenciable, Evelyn Matthei, durante el panel "Crimen organizado y la amenaza a la región", que realizó esta semana la Universidad del Desarrollo (UDD). "Hay bastante evidencia que ya hay políticos que se financian con platas del narco", expuso Matthei, quien también acusó a jueces y fiscales de actuar con debilidad frente a este flagelo. "No sabemos si es debilidad o es porque están comprados o amenazados", añadió.
Pese a lo relevante del punto y la pertinencia de la pregunta, la controversia posterior escaló poco, pronto sofocada por el temporal que afectó a gran parte del país. Tal vez la respuesta dada ayer por el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, reabra el debate y aterrice en acciones -legislativas, por ejemplo-, que permitan proteger la institucionalidad de las redes de corrupción que siempre acompañan al tráfico de sustancias ilícitas. Para calibrar la gravedad del problema se puede atender al profesor de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián (USS), Kenneth Bunker, quien advierte un punto que ni los partidos ni las autoridades ven con claridad: "Chile ha sufrido una degradación de su institucionalidad política, jurídica y social, en parte, por las repercusiones que tuvo el estallido social". Por tanto, abordar el problema del narcotráfico no puede ser un ejercicio solamente policial, sino que debe avanzar hacia una articulación integral de las fuerzas del Estado, fortaleciéndolas y dotándolas de las capacidades y filtros necesarios para que el narco no alcance a penetrarlas. Eso debe ocurrir hoy, quizás mañana sea tarde.