Nuevo presidente y el futuro de Asiva
El nombramiento de Alfonso Salinas a la cabeza de los industriales puede resultar siendo un efecto gatillante para la Región. Salinas no tuvo pelos en la lengua para hablar derechamente del estancamiento y la falta de dinamismo regional en elSummitde la semana pasada, o denunciar la marcada desunión local.
Un gran desafío es el que tiene por delante el ingeniero civil industrial Alfonso Salinas Martínez, actual gerente de Estrategia y Sostenibilidad de GNL Quintero, como nuevo presidente de la Asociación de Empresas Región de Valparaíso (Asiva), esa suerte de pequeña Sofofa del Gran Valparaíso, cuya incidencia práctica en las políticas regionales y nacionales ha ido en marcado declive.
Salinas, quien reemplaza en el cargo al vicerrector de la UNAB, Gerald Pugh, también sabe de sinsabores públicos, algo que a estas alturas del partido ya es casi una condecoración a la hora de asumir tareas de esta laya. A comienzos de siglo, fue director de Proyectos de la Comisión Presidencial Plan Valparaíso y, tras ello, gerente de la Unidad Ejecutora del Programa de Recuperación y Desarrollo Urbano de Valparaíso, dependiente de la Subdere, a cargo del diseño, administración y supervisión técnica y financiera del ya mítico programa financiado por el BID y el Gobierno, que dejó como legado más sueños que realidades concretas.
Con todo, dueño de un perfil académico y profesionalmente superior, y de un estilo desenfadado más afín a los tiempos que corren, Salinas podría ser el gatillador de aquel salto de fe y desarrollo que tanto espera la Región. Con comprobables nexos en Santiago, la ex-Concertación, la Derecha y La Moneda, respetado transversalmente a nivel local, no tuvo pelos en la lengua para hablar derechamente del estancamiento y la falta de dinamismo regional en el Summit de la semana pasada, denunciar la desunión entre actores públicos, privados y universitarios, ser realista en cuanto a las metas a conseguir, y apostar decididamente por tres o cuatro ejes de desarrollo (ojalá que no sea la manida tétrada vocacional portuaria-universitaria-turística y de servicios) que debe establecer en conjunto con los actores antes citados, llámense estos Estado, privados, gremios, la academia y, como dirían en la Municipalidad de Valparaíso, las "actorías en los territorios".