Investigación chilenoalemana releva el patrimonio eléctrico de Valparaíso
PUERTO. Se presentará la historia de la hidroeléctrica El Sauce en el marco de un seminario sobre historia de la tecnología que se realiza en la UAI de Viña del Mar.
Esta semana se dio a conocer que las obras de la terminal y estación de carga para los 44 buses eléctricos que transitarán por Valparaíso llevan un 70% de avance. Ésta se ubicará en Placilla, sector donde se emplaza el Tranque La Luz, que inició su construcción en 1907 para alimentar la hidroeléctrica El Sauce (Laguna Verde), que comenzó a funcionar el año anterior, curiosamente, para electrificar a los tranvías de la época.
La central fue inaugurada el 4 de mayo de 1906 con una gran fiesta celebrada en la sede de la Compañía de Tranvías Eléctricos de Valparaíso en calle Condell, parte de la cual incluyó un recorrido de autoridades y personalidades nacionales y locales en este medio de transporte por todo Valparaíso
Su cierre definitivo fue en 1997, y actualmente permanece como un patrimonio abandonado, a pesar de su importancia histórica. "Es deplorable el estado de conservación. No está todo botado como tal, sí quedan elementos como restos de las turbinas, porque no se les han podido robar todavía, no las han podido desmantelar porque están con remaches; y la cáscara del inmueble. Pero ya no tiene el techo, y eso ha incidido en que siga provocándose más daño", comenta Pamela Fuentes, directora del Museo Histórico de Placilla y coautora junto a la doctora Marion Steiner del libro El Complejo Hidroeléctrico El Sauce y La Luz.
Éste, además, será el eje central de la exposición que ofrecerán en el marco del ICOHTEC/SHOT Reparando / Repair in the History of Technology Annual Meeting, organizado por The Society for the History of Technology del Internartional Committee for the History of Technology, que comenzó ayer en Viña del Mar, específicamente en el campus de la Universidad Adolfo Ibáñez, y se extenderá hasta este domingo 14 de julio, fecha en que también con algunos invitados las investigadoras visitarán la planta El Sauce.
Larga investigación
Fuentes llegó al Museo Histórico de Placilla en 2012 y ese mismo año "encontré una fotocopia de un capítulo de una tesis de un estudiante de arquitectura que el año '98 o '99 dedicó un capítulo entero a El Sauce. Así que le pregunté a Francisco Riveros, quien es el presidente del Centro Cultural Placilla, de qué se trataba esto, y fuimos a conocer el lugar", cuenta.
Riveros lo conocía de antemano, puesto que había dado con él luego de saber de su existencia a través de una Turistel de 1988, por lo que "él ya había hecho las primeras investigaciones en el terreno y empecé a buscar en algunos archivos información acerca de esa misma tesis", acota la directora del Museo.
A medida que fue encontrando más datos, "pensé que era necesario hacer una investigación que consolidara todos los hallazgos que habíamos tenido hasta ese entonces". Recién en 2019 postuló al Fondart e invitó a la doctora Steiner para hacer el libro.
Marion Steiner es urbanista y geógrafa, especializada en la interpretación del patrimonio industrial desde una perspectiva global. En su tesis doctoral ella ya había hecho una investigación sobre el proceso de electrificación que se había desarrollado en Santiago y Valparaíso, debido a la injerencia berlinesa -a través de empresas como la AEG, Siemens y el Deutsche Bank en estos proyectos, tanto para el diseño, la planificación y construcción tanto de la Central como del Tranque.
"Desde Alemania me enteré de que han sido actores berlineses que electrificaron Valparaíso, así que me interesó investigar cómo se hizo, y también lo investigué del lado local porteño y de Santiago, porque esto permite explicar, un poco, la historia política y técnica de la ciudad de Valparaíso", comenta.
Una historia compleja
En medio del apogeo que vivía Valparaíso como puerto principal se empezaron a ver cambios importantes en sus calles. En 1863 se inauguraron los primeros carros de sangre, como se conocían a los tranvías tirados por caballos.
En 1902 Saavedra, Bernard y Compañía, agentes de la Allgemeine Elektricitäts-Gesellschaft, obtuvieron la concesión de la Municipalidad de Valparaíso para el alumbrado público y el servicio de tranvías eléctricos; al año siguiente fundaron en Alemania la Elektrische Straßenbahn Valparaíso, conocida en español como Compañía de Tranvías Eléctricos de Valparaíso (CTEV), la cual adquirió las tres empresas que operaban carros de sangre en la ciudad.
Pero, ¿cómo alimentar de electricidad los carros? En 1897, la empresa Chilean Electric Tramway and Light Company, con sede en Londres y con capitales alemanes, suscribió un contrato con la Municipalidad de Santiago para contar con tranvías eléctricos, lo que condujo a la construcción de la primera central termoeléctrica. Esta misma premisa se repitió en Valparaíso con la Planta Aldunate, emplazada específicamente al final de la calle homónima.
"El tema fue, obviamente, que quemar el carbón es de mucha suciedad, en pleno centro de la ciudad, a los actores locales les parecía más limpio el funcionamiento por agua; además, el carbón había que traerlo de Australia, incluso, mientras que el agua estaba abundantemente en esa época por las lluvias", comenta la doctora Steiner sobre el inicio de la construcción de la hidroeléctrica El Sauce, la cual entró en funcionamiento antes que la de Santiago.
Al principio se utilizó el agua del Lago Peñuelas. Sin embargo, como éste también estaba destinado para el suministro de agua potable en Valparaíso, pronto se vio la necesidad de contar con un embalse propio y fue así como se encargó la construcción del Tranque La Luz, permitiendo que la Central comenzara a funcionar a plena capacidad en 1910. Y continuó operativa hasta mediados de los años '90, a pesar que los tranvías dejaron de hacerlo en el año 1952.
Para conocer
En 1997 cerró definitivamente y ese mismo año, el lugar se vio afectado por un aluvión que destruyó buena parte de su infraestructura. Aun así quedó un guardia a cargo, aunque a estas alturas ya no hay nadie.
Precisamente una de las cosas que rescata el libro son "los testimonios de vida de las personas que nos compartieron la información. Fue súper relevante para darnos cuenta cómo fue vivir y trabajar en esos sectores, tan aislados en esa época y de tan difícil acceso como lo son el Valle de El Sauce y Laguna Verde, y también el embalse o Tranque de la Luz en Placilla. Es decir, cómo sin su esfuerzo y sin su trabajo Valparaíso no hubiera tenido este lujo y la magia que posibilitó la energía eléctrica", explica Pamela Fuentes.
Cuenta, además, que dentro del Museo Histórico de Placilla hay una vitrina dedicada al Patrimonio Industrial del sector, con alguno que otro objeto del Complejo Hidroeléctrico El Sauce y La Luz. Sin embargo, aún es posible conocer lo que queda de la hidroeléctrica en directo gracias a caminatas que ofrecen ciertos guías turísticos, aunque no es fácil acceder: "Es algo muy misterioso poder llegar ahí. Más o menos son unos 50 minutos caminando para entrar desde la Cuesta Balmaceda. Es todo un tema", cuenta Fuentes.
¿Posibilidad de que se convierte en Monumento Histórico Nacional? La directora del Museo dice que ellos han propuesto esta idea: "Ya tenemos bastante avance con la investigación, hay que culminarlo con un expediente técnico y obviamente trabajar en acciones a corto plazo, pero hay que tener la voluntad", asegura.
Uno de los grandes problemas es conocer al o los propietarios del terreno donde se emplaza la hidroeléctrica. "Es un misterio para nosotras", finaliza Pamela Fuentes.
"