Casi la mitad de las casas están en terrenos con riesgo de aludes
RECONSTRUCCIÓN. Estudio sobre la zona incendiada de Viña advierte sobre peligro en caso de 20 mm de lluvias en 3 horas.
Un estudio realizado por el Centro UC Observatorio de la Costa, Cigiden, Universidad Católica y Universidad Técnica Federico Santa María, entre abril y mayo en la zona de los incendios en Viña del Mar, analizó el peligro de derrumbes y detectó que el 45,8% de las laderas quemadas presentan riesgo de remoción en masa y desprendimientos.
Durante cuatro días, los investigadores recorrieron Villa Independencia, Achupallas, El Olivar y el campamento Manuel Bustos, con el propósito de monitorear la dinámica de las laderas y establecer cuál es el grado de peligro de derrumbes, así como también evaluar los principales avances y dificultades que ha experimentado el proceso de reconstrucción.
Según estableció la investigación, la susceptibilidad a remociones en masa o derrumbes en el área afectada aumentó debido al fuego, pasando de una susceptibilidad media a una susceptibilidad alta tras los siniestros. Los datos obtenidos indican que el 45,8% de la superficie total presenta predisposición a remociones en masa, las que pueden consistir en deslizamientos, flujos y desprendimientos.
"Esto provoca que las laderas y quebradas locales tengan mayor sensibilidad ante alteraciones antrópicas y eventos de lluvias concentradas, como las ocurridas durante el mes de mayo de este año. Se determinó que umbrales de precipitación de 20 mm concentrados en 3 horas pueden activar procesos hidrogeomorfológicos, para lo cual se requiere de monitoreo continuo", indica la investigación.
"susceptibilidad alta"
Uno de los autores del estudio es Jorge León, investigador principal de Cigiden y académico del Departamento de Arquitectura de la Universidad Santa María. Al respecto, detalló que "hicimos análisis geológicos en terreno para evaluar el tema de posibles desprendimientos y derrumbes, y, en general, en la zona se produce un incremento de un par de cientos de hectáreas en áreas con susceptibilidad alta de derrumbe, porque ya las pendientes son complejas, pero además hay una afectación de la cobertura del suelo por el incendio, que hace que la susceptibilidad frente a derrumbes sea más alta".
"Ese tipo de fenómenos, que son condiciones morfológicas derivadas de la condición geográfica, se ven exacerbados si es que hay incendios que remueven la cobertura vegetal, que justamente previene la erosión y es capaz de contener el suelo existente, por lo tanto, es un área que efectivamente está sujeta a ese riesgo", alertó el investigador.
El informe lo pusieron a disposición de la Municipalidad de Viña del Mar. Este lunes, indicó León, "lo entregamos a la alcaldesa de Viña y estamos gestionando una nueva reunión para hacerle entrega al gobernador regional. El primer informe que hicimos, que lo entregamos unos días después del incendio de febrero, también se lo entregamos al gobernador, y es la idea nuestra ahora, y a otras autoridades que sean necesarias a nivel central, por ejemplo, gente del Minvu. Como Cigiden tenemos un convenio firmado con el Minvu, por lo tanto, siempre le entregamos nuestros productos a ellos".
Reconstrucción
La investigación también determinó el grado de avance en el proceso de reconstrucción. Los nuevos datos indican que del total de 3.931 edificaciones que resultaron afectadas, según estableció en el primer informe, al momento de la nueva investigación, a comienzos de abril, se contabilizaban 1.527 viviendas construidas o en proceso de reconstrucción, lo que equivalía a un avance de 38,38%.
León indicó que, según el análisis efectuado, "si uno considera también a las viviendas de emergencia entregadas por Senapred, más o menos el 40% de todas las viviendas destruidas ya estaban reconstruidas, apenas dos meses después de la tragedia, y de ese 40%, hay sólo un 30% que es la vivienda de emergencia que entrega Senapred, y un 70% era básicamente vivienda generada por los mismos pobladores, en algunos casos de alta calidad, o sea, con dos pisos, materiales de buena manufactura".
Asimismo, resaltó que "otra cosa interesante fue que en algunos sectores, como por ejemplo, más cerca del campamento Manuel Bustos, de todas las viviendas quemadas, alrededor del 80% ya está reconstruido. Ese nivel baja mucho la zona de El Olivar, donde hay poca reconstrucción todavía, probablemente por la tipología de las viviendas y que en el fondo ahí la gente se está como adhiriendo al proceso más formal del Minvu".
Evacuación
Por otra parte, el estudio también constata una serie de cambios que pueden dificultar escenarios futuros donde se requiera evacuación, tal y como ocurrió en febrero. "Se detectaron modificaciones, como una serie de cambios en la ubicación de las viviendas respecto del lugar en el que se encontraban antes de los incendios, subdivisión de hogares que anteriormente pertenecían a una sola vivienda, viviendas autoconstruidas más grandes, viviendas que se vuelven a construir en zonas de riesgo como pendientes o quebradas", indica el informe.
Al respecto, León señaló que "los resultados arrojan que la conectividad urbana es muy precaria, hay muchas calles sin salida, les falta salida a las vías principales, que son el Camino Internacional, el Camino Troncal, y eso dificulta la movilidad y uno entendería que por eso se producen cuellos de botella como el que se produjo en la calle Gabriela Mistral, donde murió tanta gente".
El investigador precisó que la última etapa del estudio consistió en que "entrevistamos a la gente y muchos nos contaron el relato de la emergencia, y corroboramos cosas que también habían aparecido los medios, como por ejemplo, que la alerta SAE no llegó oportunamente. Las primeras alertas SAE los vecinos dicen que empezaron a llegar alrededor de las 6.30 de la tarde en adelante, entonces efectivamente, la evacuación fue muy caótica porque no había nada de información con respecto a lo que estaba ocurriendo".
"Hay una afectación de la cobertura del suelo por el incendio, que hace que la susceptibilidad frente a derrumbes sea más alta".
Jorge León, Investigador principal Cigiden
45,8% de las viviendas reconstruidas tras el megaincendio están en zonas de riesgo de derrumbes.
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