Otra propuesta para Neurociencia
A la idea de Sharp de pensar en su emplazamiento en el Parque Barón, responde también uno de sus antecesores con una idea para nada descabellada. Castro plantea utilizar los terrenos ubicados en avenida Brasil con Edwards, de la propia UV y hoy eriazos, los mismos donde antiguamente se planteaba construir la Casa Central.
Respecto del nuevo portazo recibido por el Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso, muchas voces se han levantado para apuntar con el dedo al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y el alto costo que implica el levantamiento arqueológico que este ente exige para el proyecto de calle Severin, atrás de la Iglesia de La Matriz en el Barrio Puerto, lo que terminó por frustrar la iniciativa por parte del MOP, el Gore y la propia UV.
Sin embargo, hay dos personajes que han propuesto cambiar el emplazamiento del sueño encabezado por el profesor Ramón Latorre: el primero, cuyas declaraciones fueron lo suficientemente públicas, fue el alcalde Jorge Sharp, quien deslizó la idea de emplazarlo en el futuro Parque Barón.
El segundo, de forma privada, fue su antecesor, el exjefe comunal de la ciudad, Jorge Castro, quien en conversación con el Director de El Mercurio de Valparaíso desestimó la moción alcaldicia por una razón muy simple: "El mismo alcalde respecto a la construcción del Mall Barón en ese sector, decía que el predio en el cual se iba a desarrollar el proyecto no enfrentaba una vía troncal expresa, porque está cruzada con una línea férrea, lo que hace prácticamente imposible el desarrollo del proyecto futuro".
Esto significa recordar que el fallo de la Tercera Sala de la Corte Suprema (2017) reconoció que pese a que la avenida Errázuriz tenía la calidad de vía expresa, la interposición de la línea férrea entre los lotes en que se emplazaba el proyecto del Mall Barón y la propia avenida, impedían dar por acreditada la exigencia.
Así, Castro contraataca con una contrapropuesta, que es utilizar los terrenos ubicados en Avenida Brasil con Edwards, pertenecientes a la propia UV y hoy eriazos, los mismos donde antiguamente se planteaba construir la Casa Central.
¿Por qué no, se pregunta Castro, enfrentar el desafío de llevar hasta este sector y terminar de consolidar el tantas veces postergado barrio universitario de la Avenida Brasil, en un espacio que permitiría la arquitectura horizontal del proyecto, con posibilidades de crecimiento hacia ambos lados, conectividad total con Merval y locomoción colectiva? No será ya el sueño reactivador del Barrio Puerto, pero sí un buen acicate para un sector que amenaza con despoblarse con la pronta salida de los funcionarios de gobierno del Edificio Esmeralda.