LA PELOTA NO SE MANCHA Una Copa más, que se va...
POR WINSTON POR WINSTON
"Dios bendiga a todas las naciones de América, a cada equipo y a cada deportista, a todos los hinchas, dirigentes y a todas las familias del continente. En el nombre de Cristo Jesús, Amén". Con esa oración, el pastor Emilio Agüero dio la apertura en la ceremonia oficial de la Copa América que terminó la semana pasada.
Algunos cuestionaron al pastor Agüero, que no tiene nada que ver con Kun, por su pasado como campeón de kickboxing, tiempos en que era apodado como "El Destructor". Yo no veo nada de malo en cambiar las patadas por las bendiciones, el problema, y ahí viene la segunda gran crítica, es que la FIFA tiene estrictamente prohibido todo tipo de declaraciones o imágenes políticas, religiosas o personales en el campo de juego.
Sin embargo, mi cuestionamiento no va por ninguno de los dos lados, sino por el contenido de la oración con que cerró el pastor. Léala de nuevo. ¿Nota algo raro? ¿Falta algo en esa bendición? Así es: A los árbitros y a los encargados del VAR.
A estas alturas, no sé si se trató de una simple coincidencia o si la orden vino directamente de los dirigentes de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) para que los réferis pudieran actuar a sus anchas, sin cargo de conciencia alguna y sin el horrible peso que significa saber que por una mala acción te puedes ir al infierno. Por este malvado designio u omisión, los dirigentes abrieron la cancha para que Argentina pudiera avanzar cientos de yardas en las canchas de fútbol americano reempastado hasta llegar cómodos a jugar la final contra los colombianos.
Pero no todo podía ser perfecto para nuestros vecinos. Lionel Messi metió uno de sus botines en una de esas junturas de pastelones que denunció Marcelo Bielsa y hasta ahí le llegó el torneo. A su tobillo le faltó la flexibilidad de cadera que mostró Shakira en el entretiempo más largo de la historia del fútbol (25 minutos).
Algunos dicen que el argentino quedó "pate lana" cuando, por los pasillos del estadio y por los ductos de ventilación por donde se colaron algunos colombianos, se escuchó la canción que Shakira le dedicó a su ex compañero de equipo Gerard Piqué: "Te felicito". Sea verdad o no, el talento argentino terminó llorando desconsolado en la banca mientras sus compañeros resistían los embates de sus rivales a la espera de matar en el momento justo, cuestión que sucedió en el ocaso del partido.
De esta forma, se cumplió el vaticinio divino de la Conmebol para que Messi cerrara su círculo virtuoso obteniendo la Copa América en la que ahora es su casa, Miami. En lo que respecta a nosotros, cada uno guarda en su memoria acontecimientos asociados a este torneo. La de 1987 por la goleada contra Brasil; la del '93 por el penal perdido por Sierra; la de 1995 por el papelón de Azkargorta y así, suma y sigue.
Esta, en cambio, la recordaré tristemente por el arbitraje contra Canadá, el codazo de Bombito (ese apellido quedará en la memoria colectiva como el de Bouchardeau). Y, por último, una escena sacada de un mal remake del padrino: la imagen del ayudante del presidente de la Federación Argentina, secando la transpiración del cuello y de la cabeza a Claudio "Chiqui" Tapia es algo que no se veía desde los tiempos del emperador Calígula. Un hecho tan triste y denigrante como fue, en resumen, esta copa para Chile. A dar vuelta la página y pensar en los Juegos Olímpicos.
PD: Estoy disponible para ocupar los boletos que dejó libres el Presidente Boric.