Un proyecto de teleférico porteño
El experto Álvaro Peña, cree que la propuesta del MOP podría resolver la necesidad de vincular el plan de la ciudad con Placilla. Hay sectores de la ciudad que han planteado sus reparos, tanto por la ubicación de las torres como por la historia sísmica de Valparaíso.
La compleja geomorfología de Valparaíso plantea un desafío mayor al momento de diseñar modelos de transporte público que cumplan la doble misión de responder a las necesidades de los usuarios -residentes, turistas, oficinistas, etc.- con un estándar de calidad adecuado y alcanzar un equilibrio económico de largo plazo que evite la reformulación constante de sus tarifas o subsidios. De allí que el proyecto de teleférico que anunció el Ministerio de Obras Públicas para unir Placilla con el plan de la ciudad sea vista como una iniciativa interesante, que apuesta por una solución poco convencional que ha funcionado con éxito en ciudades del mundo que tienen algunas de las características geográficas del Puerto.
El académico de la Escuela de Ingeniería de Construcción y Transporte de la PUCV, Álvaro Peña Fritz, plantea que un teleférico es una forma innovadora y viable de resolver algunos de los problemas que tiene la movilidad urbana de Valparaíso y, al mismo tiempo, refuerza el impulso de aquellas ideas que cumplen con las exigencias de sostenibilidad y bajo impacto ambiental.
Pese a todos estos puntos positivos, el proyecto ha tenido un avance lento y hay sectores de la ciudad que han planteado sus reparos, principalmente por la ubicación de las torres que sostendrán el recorrido de los carros y la altura de todos sus dispositivos en una zona de reconocida historia sísmica. Sin embargo, más allá de esas objeciones, hay que plantear la necesidad de que tanto el teleférico como las otras iniciativas que se encuentran en carpeta -el nuevo rodoviario, los buses eléctricos, los mejoramientos de estaciones de metro, la ampliación de calles y los cambios de sentido de tránsito-, respondan a un diseño estratégico amplio, que otorgue coherencia y robustez al servicio de transporte público y no pierda de vista su vinculación con la nueva concesión del buses para el Gran Valparaíso que está en franca preparación.