Hijo y amigas hablan de
POLICIAL. Rosa Lira trabajaba cuidando a una adulta mayor en Valparaíso. Acusan insólita tardanza en la denuncia.
Hoy se cumplen 38 días desde la última vez que Rosa Alejandra Lira Saldías (53) fue vista, saliendo del hogar donde trabajaba como cuidadora de una adulta mayor en Valparaíso. No obstante, recién el pasado 22 de julio su hijo, Hugo Reyes, pudo dar aviso a la PDI, pues la pareja y conviviente de su madre nunca informó a la familia ni a las autoridades que la Técnico en Enfermería (TENS) estaba desaparecida.
Rosa trabaja puertas adentro, por lo cual muchas veces pasaba la semana completa en el Puerto y regresaba a su casa en Quebrada Escobares, Villa Alemana, recién el viernes. El acceso a este lugar es complejo, debido a la falta de locomoción, por lo que muchas veces su pareja iba a buscarla
Reyes comenta que supo de la situación por un supuesto amigo tanto de Rosa como de su pareja, Ítalo, con quien mantiene una relación entre dos a tres años. "A través de este 'amigo' me entero que mi mamá estaba perdida hace un mes. Reaccioné mal, de partida. ¿Cómo nadie me había podido avisar?", sostiene.
"Llamé inmediatamente a la pareja de mi madre, increpándolo, porque no me había avisado nada durante todo este tiempo. En ese momento, él no me supo responder bien por qué no había hecho la denuncia. Me dice que mi mamá había llamado al dueño de las cabañas donde estaban viviendo, diciéndole que ella se iba a ir a trabajar a Santiago y que iba a volver. Según él, lo encontró normal", agrega.
Añade que la versión cambió con el tiempo: "Nunca fue una llamada, resultó ser un mensaje. Y cabe recalcar que justo el WhatsApp se encontraba con eliminación de mensajes temporales y ya no está". Lo más extraño es que "ella se fue el viernes, dejó ropa y cosas íntimas en el trabajo, así que todo era normal... era irse el viernes y volver a trabajar el lunes".
"A él le avisaron que mi mamá no llegó a trabajar, y si tenían una buena relación, ¿por qué a él no le extrañó que se haya querido ir a trabajar a otra región?", se pregunta. "Mi madre siempre ha sido una persona súper buena para trabajar. Súper responsable, nunca ha dejado una pega tirada", comenta el joven sobre la extraña desaparición de Rosa.
Algunos TESTIMONIOS
Respecto de sus jornadas de trabajo, Melina Araya, quien fue colega de Rosa en una residencial de adultos mayores en Villa Alemana hasta junio de este año, hace hincapié en el detalle de que "cuando ella tenía turno, él la pasaba a buscar hasta dos horas tarde, porque vivían lejos y no pasaba locomoción. Ella tuvo que hacer dedo en ocasiones, porque como él estaba curado en la casa podían chocar", cuenta.
"Ella igual decía que estaba aburrida de él porque no trabajaba, solamente tomaba (…), aparte que el antepenúltimo celular que tuvo, él se lo rompió. A mí me dijo que él se lo había hecho tira, que estaba tomado y que le había pegado unos palmetazos", declara.
Al enterarse de tales detalles, Macarena Ortiz, amiga y vecina de la desaparecida, indica que "ahí me concuerda todo. Por eso Rosa desaparecía de las redes", era porque quedaba sin teléfono.
Reyes coincide con esta información: "Muchas veces ella me decía que se quedaba sin celular y me hablaba desde el celular de su pareja (…). Él tenía problemas del alcohol. Una persona que se despierta en la mañana, no desayuna y se toma una cerveza es alguien que tiene problemas".
El hijo de Rosa Lira, quien vive en el sur, comenta que la relación con su madre "es súper buena, nosotros nos manteníamos comunicados. Si de repente se enojaba conmigo perdíamos la comunicación un tiempo, pero siempre nos arreglábamos, con mucho cariño (…). Aun así, hay hartas cosas de comunicación que se vieron afectadas con mi mamá justo cuando aparece esta persona".
La Fiscalía de Valparaíso informó que ordenó a la Brigada de Homicidios investigar el caso luego de que se realizara la denuncia el pasado 22 de julio por el extravío de Rosa Lira.