Los ecos de Nicolás Maduro en la Región
Campeones para tuitear las más grandes barbaridades, hoy no se ha visto a los Sharp y los frenteamplistas defendiendo al tirano. ¿Será por conveniencia a poco de unas elecciones en las cuales el favoritismo parece haberlos dejado de lado? ¿Se tratará de la responsable madurez propia de los cargos de poder?
Aveces, ya sea por el crepitar del viento o los ecos del escandaloso galimatías electoral en Venezuela, pareciera ser que damos por sentada la democracia, aquella que tanto nos costó recuperar y que nos llevara a liderar la salida del subdesarrollo con el impulso de esos ninguneados, pero luego por suerte algo reivindicados, treinta años.
América Latina, claro está, no acompaña mucho. Quizás por eso el propio Presidente Boric ha sido insultado por los principales referentes de la dictadura venezolana al no caer en la impudicia de reconocer lo que por donde se mire debe ser un fraude muy mal hecho en el país caribeño.
Pero cuando se aterriza el discurso, por lo menos acá en la Región de Valparaíso, la tónica es el silencio. Ni el gobernador Rodrigo Mundaca, ni la delegada presidencial regional, ni ninguno de los múltiples alcaldes del Frente Amplio y esa otra izquierda aún más recalcitrante han manifestado opinión alguna sobre los compañeros de la revolución boliviariana. ¿Será por conveniencia a poco de unas elecciones en las cuales el favoritismo parece haberlos dejado de lado? ¿Se tratará de la responsable madurez propia de los cargos de poder? ¿No estarán, como los veedores chilenos a los cuales sí les permitieron la entrada, defendiendo la tesis de que los violentistas de Nueva Esparta fueron entrenados en este país y en Perú, tal como dijo el dictador Nicolás Maduro?
Esto ya no se trata de enviarle condolencias al gobierno de Corea del Norte por el fallecimiento de uno de los tiranos de su dinastía, como hiciera alguna vez la entonces diputada Camila Vallejo. Esto tiene que ver con la injusticia, el desastre, el dolor de millones de venezolanos y el calibre de una diáspora nunca vista por estas latitudes (casi 8 millones de desplazados de acuerdo con las cifras de Acnur), que ha afectado a varios países del continente, entre ellos Chile.
El Presidente Boric ha resistido la presión de varios de sus propios aliados del PC en el Parlamento, y ha terminado por mostrar algo de la altura de estadista que pocos presagiaban. Cuesta entender, eso sí, a partidos bisagra, como la propia Democracia Cristiana, que hoy reniegan de Maduro y Alejandro Navarro, pero siguen pactando con los comunistas, tal como lo dejó en claro el recientemente renunciado abogado Jorge Correa Sutil. ¿Acaso no pasa lo mismo en nuestra Región?