¿Y, entonces, de qué estamos hablando?
Golpear a los entes públicos es demasiado fácil. ¿No será mejor evaluar a cada uno de nuestros actores regionales privados? Estatizarlo todo, o mejor dicho municipalizarlo todo como diría Jorge Sharp, no es ni siquiera algo cercano a una solución. Pero entonces, ¿cuál es la salida?
Aveces, en medio de las cuitas de la vida diaria, uno tiende a preguntarse cuál es el verdadero fin del servicio público. ¿Consistirá, como bien dice el gobernador Mundaca, en la transferencia de recursos a los territorios? O acaso, en su defecto, como establece el senador Lagos Weber, ¿en la transferencia de poder a los habitantes? Hay otros, como la candidata María José Hoffmann que creen en una gestión más de corte liberal, en la cual los privados asuman sus propios riesgos y también sus beneficios. ¿Quién tiene la razón en todo esto? ¿Quienes extrañan a Chilectra y hoy abominan de las distribuidoras eléctricas con capitales italianos y chinos, o aquellos que entienden que, de no ser por el Metro, el Estado no tiene ningún ejemplo histórico de una empresa estatal que funcione bien? ¿Qué queremos para la región de Valparaíso? ¿Repetir los patrones capitalinos o reconocer que nuestra ignorancia nos lleva a enarbolar banderas por conflictos ajenos y lejanos, en vez de preocuparnos de nuestros propios fantasmas? Estatizarlo todo, o mejor dicho municipalizarlo todo como diría Jorge Sharp, no es ni siquiera algo cercano a una solución. Pero entonces, ¿cuál es la salida? ¿Confiar a ciegas en los privados, cuando al menos en esta Región no se han mostrado precisamente generosos? Buena pregunta. Al final del día el equilibrio democrático y social regional se apoya más en apuestas particulares, más en esa suerte de política comunal (punto para Sharp) que en lo que crea o dictamine el gobernador Mundaca en su feudo del Piso 19. ¿Cuál es la verdadera identidad de nuestra región? ¿No debiese ser esa la pregunta, más allá de los municipios, el Gore y el Gobierno? Hablemos de frente y evaluemos entes como la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso, Asiva, la Corporación Regional de Turismo, la Fundación Piensa, la Cámara Regional Chilena de la Construcción y hasta el propio El Mercurio de Valparaíso. ¿Damos el ancho? La respuesta es responsabilidad de quien lea estas líneas.