Fragilidad del sistema de metro
Diversos especialistas han planteado que el Estado debe robustecer los aportes a los mecanismos de mantención del servicio. No será fácil para las autoridades dar solución a todos estos puntos, pero esa es una necesidad urgente si se quiere llegar a puerto con las expansiones en estudio y desarrollo.
El colapso vivido por los buses de apoyo puestos por EFE Valparaíso para enfrentar la suspensión de su servicio y el atochamiento que provocó en el sistema de microbuses y carreteras, vino a confirmar la relevancia estratégica que tiene el metro regional para el transporte público del Gran Valparaíso y, al mismo tiempo, su fragilidad patente, debido a la serie de obras que se encuentran actualmente en ejecución. Es una lamentable paradoja, pero los mismos proyectos que van a mejorar la seguridad y comodidad de los usuarios del metro son los responsables principales de las interrupciones permanentes, el incumplimiento de los horarios comprometidos y las fallas que cada vez con más frecuencia ocurren entre Limache y Valparaíso. El último incidente ocurrió el lunes en la mañana, en la faja ferroviaria que es intervenida actualmente para la instalación de la nueva estación de Valencia. Un incidente anterior ocurrió luego de un derrumbe provocado por las copiosas lluvias de este año. Y previo a ambos, el sistema de metro había reducido las frecuencias de paso en gran parte de la red para enfrentar distintas obras de intervención en la franja ferroviaria. Todo este escenario se ve complejizado por el aumento de las tarifas de transporte en agosto de este año y el incremento de la evasión en el último quinquenio, coincidiendo con la curva iniciada durante el estallido social de 2019. No será fácil para las autoridades dar solución a todos estos puntos, pero existe una necesidad urgente de que sean abordados con los recursos adecuados y medidas de corto, mediano y largo plazo. EFE Valparaíso deberá enfrentar a fines de esta década la expansión del servicio a Quillota y La Calera y en un escenario aún más lejano, la construcción del tren a Santiago. Para que ambas obras sean un aporte al servicio, la empresa debe garantizar que es capaz de aumentar su resiliencia ante las emergencias de cada día, algo en lo cual todavía se encuentra "al debe".