"La licitación no es solo una renovación de flota, sino que viene acompañada con regulación"
Como un desafío el ministro de Transportes y Telecomunicaciones asume lo que será la licitación del transporte público en el Gran Valparaíso, un proceso que estaba pendiente hace varios gobiernos y que promete mejorar la cara a un servicio objeto de un vendaval de críticas que se acentuaron tras el periodo de pandemia.
La primera fase de la licitación, que implica 600 buses y 41 servicios, de un total de 140 que estarán activos cuando se completen las siguientes etapas, contempla dos operadores que se adjudicarán la ejecución por 10 años, más 4 adicionales en caso de cumplir ciertas condiciones.
En paralelo, la flota se reforzará con buses eléctricos, los 44 que llegaron hace unos días a Valparaíso, adjudicados a Trolebus y 90 más que se verán en las calles a fines del próximo año.
"Todo este proceso será en forma gradual y queremos hacerlo de la forma más responsable posible", comentó el secretario de Estado. "Lo que estamos haciendo en el Gran Valparaíso es fortalecer el sistema de transporte público entendiendo que es una urgencia", subrayó, remarcando que a fines de 2026 todos los buses contemplados en la primera fase del proceso deberían estar en las calles.
-¿En qué fecha está previsto realizar la licitación, va a ser nacional e internacional?
- Es una licitación que está abierta a todos los actores que deseen participar en ella tanto nacionales como extranjeros. Ahora publicamos los contenidos esenciales de las bases y hay un periodo para que la industria se interiorice y comente. Este gobierno va sin duda a dejarla asignada, pero estos son proyectos que trascienden las administraciones, así que estoy tranquilo porque en la medida de que los contratos queden asignados, la situación será similar a cómo ocurrió en Santiago. Esperamos que la licitación se haga el 2025.
- ¿Es decir, se trata de un proceso paulatino?
- Así es. En Santiago acabamos de implementar una renovación de la flota en un tercio del sistema y eso lo dejó la administración anterior y a nosotros nos tocó ejecutarlo. Ahora estamos en una licitación del segundo tercio y hay un tercero que va a quedar para el gobierno siguiente, seguramente. En el caso del Gran Valparaíso, haremos lo mismo. Partiremos con un primer tercio de los servicios que se van a licitar y donde se va a exigir una renovación de la flota. Eso nos debiera permitir contar con esos 600 buses involucrados que van a cubrir 41 servicios.
-¿Por qué son 250 buses eléctricos y no la totalidad?
- No estamos exigiendo la plenitud de este tipo de unidades porque todavía tenemos algunas dudas sobre algunas zonas del Gran Valparaíso, respecto a la viabilidad de poner buses eléctricos y creemos que la experiencia de los 44 buses que están llegando, más los 90 que vienen más adelante, y los 250 que mencionó, nos va a permitir ir identificando con más claridad la capacidad de los buses eléctricos para una zona con complejidades geográficas. En cualquier caso todos los que lleguen serán de estándar RED con elementos que son tan distintivos de los buses que circulan en Santiago con accesibilidad universal, cámaras de seguridad hacia el interior y el exterior del bus, aire acondicionado, con WIFI, con cargadores USB y con cabina de seguridad para el conductor.
- ¿Cuántos terminales se van a construir en esa etapa?
- Son cuatro terminales nuevos que alcanzan para 600 buses. Además, se podría incorporar alguno que hoy día existe, que un operador lo pudiese querer ocupar, pero con esos cuatro nuevos debiéramos andar bien (...) Ahora, los terminales toman tiempo de construirse, por tanto ahí hay que tener paciencia, porque muchas veces ese es el cuello de botella. Lo más lento es construir y alimentar energéticamente un terminal.
- En la región son recurrentes reclamos por la frecuencia o las limitaciones de horario de los recorridos. Con esta licitación eso ya no va a ocurrir.
- Exactamente. Y no sólo eso, por ejemplo los servicios de los 44 buses que va a administrar la empresa de troles, también van a tener contratos asociados a cierta regulación y lo mismo con los 90 buses que van a llegar después. O sea, no es solamente una renovación de flota, sino que ella viene acompañada con regulación. La licitación no es solo traer buses, sino también definir servicios, frecuencia, con una mucha mejor regulación. Además, incorpora servicios nocturnos y mejores condiciones laborales para los conductores. Y lo mismo la licitación. Se va ir exigiendo a los operadores, y es la parte más cara del proceso, que entreguen frecuencias, regularidad y horarios que se ajusten a lo que las personas van necesitando porque exige una mayor profesionalización (…) Nos interesa mucho que el nivel de servicio que se brinde sea el adecuado.
- ¿Y si no cumplen?
- Si los operadores, por ejemplo, bajan su frecuencia pierden la oportunidad de recibir los recursos del Estado para poder ofrecer el servicio. Entonces estamos alineando los incentivos y de esa manera, vamos consiguiendo que la operación se ajuste un poco más a la confianza que los usuarios le brindan.
RECAUDO ELECTRÓNICO
- Hay muchos conductores que hicieron ver la opción de instalar los validadores antes de la licitación, sobre todo por razones de seguridad.
- Así es y eso es lo que queremos hacer el próximo año. Hay que tener en cuenta que son procesos lentos porque, entre otras cosas, tenemos que ser muy cuidadosos con los recursos del Estado. No podemos llegar y salir a comprar cosas, tenemos que hacer licitaciones, ir a la Contraloría. Después hay que adquirir los validadores, instalarlos. Aquí queremos equipar todos los buses del sistema y eso toma tiempo, por eso digo que será durante el próximo año. Hacia esa meta estamos trabajando para tener todos los buses con recaudo electrónico para el 2025.
- ¿Eso será para todos los buses del Gran Valparaíso?
- Del recaudo electrónico si y de la licitación también. Pero no son todos los buses, se trata de un tercio de los servicios, hay dos tercios que van a tener el recaudo pero que no van a ser parte de esta licitación de renovación. Eso va a ser parte de lo que venga durante la administración siguiente.
- ¿Se van a abordar de manera especial los recorridos que tienen escasa frecuencia, por ejemplo casos como Laguna Verde?
- Los 90 buses que son los servicios que van desde Villa Alemana y Quilpué hacia Viña del Mar y Valparaíso son justamente para cubrir servicios que hoy día no están operando adecuadamente en ese sector. No sé exactamente el detalle de cuáles son los servicios que van, pero el foco está puesto en mejorar la conectividad de las zonas que están bajas en servicios.
- La idea también es implementar un sueldo para los choferes.
- No. Eso es parte de la decisión de los operadores. Lo que sí, es que en el momento en que hay un pago digital existe un mucho mejor registro de cuántos son los pasajeros que lleva cada bus. Eso, a nuestro juicio, es más transparente para los conductores y los operadores donde hoy existe una conversación que es un poco ciega entre ambos. Lo que vamos a tratar de implementar en este caso es un sistema que ya está funcionando bien en otras ciudades del país donde se ha activado el pago con recaudo electrónico, como es el caso de Chillán, en que los conductores mantienen una parte de su pago que es fijo, en función de los trabajos que van realizando, y otra parte que es un poco menor que está asociada a la cantidad de pasajeros que transportan.
" Se va ir exigiendo a los operadores, y es la parte más cara del proceso, que entreguen frecuencias, regularidad y horarios que se ajusten a lo que las personas van necesitando, porque (la licitación) exige una mayor profesionalización ".
"Todos los que lleguen serán de estándar RED, con accesibilidad universal, cámaras de seguridad hacia el interior y el exterior del bus, aire acondicionado, con WIFI, con cargadores USB y con cabina de seguridad para el conductor".