"Me inscribiría en un proyecto socialdemócrata responsable, aunque esté el Partido Comunista"
Mientras no se adopten medidas de largo plazo, como resolver el problema de los niños que están fuera del sistema escolar y que son candidatos a soldados del narco, es muy difícil que tengan efecto las acciones de corto plazo orientadas a neutralizar la violencia delictual.
Así lo plantea el exsubsecretario del Interior del gobierno de Ricardo Lagos, exsecretario de la Comisión Rettig y exministro del Tribunal Constitucional, Jorge Correa Sutil, quien subraya la urgencia de contar con un sistema de inteligencia acorde a las necesidades del país, entre otras medidas de corto plazo.
Alejado de la DC tras 50 años de militancia, debido al pacto electoral de la Falange con el PC y el apoyo de esta última tienda al régimen de Nicolás Maduro, el abogado constitucionalista también se refiere aquí a la contingencia nacional y al proyecto socialdemócrata reformista, responsable y tolerante que todavía no ve aparecer.
Violencia delictual
- ¿Desde su perspectiva de exsubsecretario del Interior, en qué está al debe Gobierno en el combate al crimen organizado y sus derivaciones?
- Creo que el Gobierno ha hecho una buena gestión en otorgar recursos a las policías, particularmente de carácter tecnológico, escáner, inteligencia artificial, algoritmos para ubicar los delitos. Se ha logrado una mayor coordinación entre policías y Ministerio Público, y pienso que este último, particularmente la Unidad de Alta Complejidad, está funcionando cada vez mejor. Esas son buenas noticias.
- ¿Y dónde ve las deficiencias?
- Me parece que el Gobierno carece de un plan más global de estrategia policial; seguimos con una fórmula de prevención bastante parecida a cuando el delito era el hampa, con sistema de patrullaje, de llamado arcaico -el 133 no funciona o funciona pésimo-, con sistema de registro aún muy malo. Es vital enfrentar el problema de ingreso de la droga y hacer el seguimiento del dinero del narcotráfico. Yo le daría una mirada más profunda al sistema de aduanas. Mi impresión es que los puertos son un queso con hoyos por donde hay filtraciones, no sé si porque no se alcanza a revisar todo o por la vía de la corrupción, pero el tema de los puertos es muy delicado. Además, hemos estado muy demorados en cuanto a la inteligencia y el área antiterrorista.
Medidas necesarias
- ¿Qué medidas tendrían incidencia en atacar la raíz del problema y desarticular las bandas criminales?
- Alguna vez hay que tomar medidas de largo plazo, porque las de corto plazo no son suficientes. Yo insistí mucho en ellas cuando fui subsecretario, y probablemente, si las hubiéramos adoptado hace 20 años, tendríamos otra situación. Esas medidas se refieren a cortar la carrera delictual, porque los niños que están fuera del sistema escolar, con violencia en sus hogares, alto consumo problemático de alcohol y drogas, y problemas de salud mental, son candidatos a soldados de la droga, ya que allí encuentran lo que están buscando, un grupo de pertenencia, significación para sus vidas. Mientras no nos hagamos cargo de la resocialización de los delincuentes primerizos es muy difícil que las medidas de corto plazo tengan efecto.
- ¿Y qué medidas de corto plazo se requieren?
- Primero, un sistema de inteligencia con las reformas legales que eso implica. Un sistema capaz de infiltrar, de recepcionar información desde el interior de los grupos delictuales, que lo tenemos muy débil en circunstancias que buena parte de la dirección está en las cárceles, donde se puede interferir los teléfonos, por ejemplo. Segundo, un equipo civil de alto nivel alojado en el Ministerio del Interior o en el de Seguridad, capaz de interactuar con Carabineros para orientar sus estrategias hacia sistemas más modernos y eficaces. En resumen, inteligencia para infiltrar, capacidad de dirección sobre Carabineros y mejor control sobre las cárceles.
Un proyecto invisible
- Respecto de su renuncia a la DC ¿ha tenido apoyo de sus cercanos en el partido?
- A esta altura de la vida, uno tiene el apoyo de sus amigos no más. Yo diría que he tenido un trato amable de la dirigencia y de los que se quedaron, trato amable que quiero agradecer.
- ¿Ha pensado en la posibilidad de volver si cambiaran algunas circunstancias?
- Pienso que militar es muy importante y quiero hacerlo en un proyecto socialdemócrata, pero no lo veo. Cuando los jóvenes que después se transformaron en el Frente Amplio desafiaron el orden y acusaron los 30 años, la gran mayoría de la socialdemocracia se escondió o trató de disfrazarse de lo mismo. Y cuando uno pierde aplomo en política, lo pierde todo. Pero yo veo brotes verdes. La fuerza con que ha entrado el socialismo democrático al Gobierno, la transformación del Presidente Boric a mí me dan esperanza. Creo que quedó desacreditada la tesis de que todo estaba mal, que había que refundar el país, descalificar a todo el que no pensara igual. Ese estilo ha perdido fuerza, adeptos y popularidad.
- Si se instalara una especie de Nueva Mayoría, incluido el PC, no se integraría entonces.
- Si yo veo un proyecto socialdemócrata responsable, de cambios graduales, que no promete con demagogia sino con proyectos bien pensados, tolerante, que vuelve a creer en la democracia de los acuerdos -la única posible-, yo me voy a inscribir en él aunque esté el PC. Preferiría que no estuviera, pero me voy a inscribir a pesar de que esté. Es el proyecto que no veo todavía.
- ¿A quiénes ve como posibles presidenciables en el sector del socialismo democrático?
- Es temprano para pensarlo, pero hay liderazgos que son capaces de levantar esa opción. Carolina Tohá, Paulina Vodanovic, Claudio Orrego, Felipe Harboe, yo creo que pueden impulsar un proyecto así, si es unitario evidentemente.
- La fragmentación sigue dificultando los acuerdos para las soluciones que demanda la ciudadanía. ¿Urge reformar el sistema político?
- Veo dos factores que inciden en la falta de convergencia. Uno es el imperio de la descalificación, de la búsqueda de villanos a los que atribuirles frustraciones o los propios dolores, cosa que pasa en la izquierda y en la derecha. Y el segundo es la fragmentación, porque es muy difícil, si no imposible, con 20 partidos políticos, llegar a acuerdo, y después mantener a los grupos dentro del acuerdo. Pienso que en Chile hay cuatro partidos: Republicano, Chile Vamos, Socialismo Democrático o socialdemocracia, en que están PPD, PS y la DC, y luego el Frente Amplio y el Partido Comunista. Se podría hacer una ingeniería electoral que tendiera a cinco partidos; creo que se formarían cuatro y se formarían bien.
Corrupción y venezuela
- ¿La irrupción de casos de corrupción y tráfico de influencia indica que la idea del país menos corrupto de América Latina era un mito?
- No, yo creo que seguimos estando en la categoría de los menos corruptos, pero claro, la amenaza está. El descubrimiento de estos casos se puede leer de dos maneras: uno, que ha aumentado la corrupción, o dos, que hemos incrementado la capacidad de detectarla.
- ¿Cuál es el principal problema de la democracia en Chile?
- Creo que el problema fundamental es que el Estado es visto como ineficaz. Es visto como ineficaz en la delincuencia, en las listas de espera de salud, en las pensiones -tema que hemos discutido 10 años- y en la corrupción, o sea, en la capacidad de imponerse sobre los poderosos. Diría que es una apreciación bastante generalizada y eso tenemos que corregirlo. Estamos muy amenazados por la corrupción, particularmente por la del narcotráfico, pero no creo que hayamos dejado de ser uno de los países menos corruptos de Latinoamérica.
- ¿Qué opina del desempeño del Gobierno en la crisis de Venezuela?
- Estupendo, yo me siento orgulloso de lo que ha hecho el Presidente de mi República. Creo que lo ha hecho muy bien, con mucha serenidad y compromiso por los valores permanentes de Chile, incluso arriesgando conflictos con su coalición. Lo ha hecho con mucha prudencia también a nivel internacional. Yo me siento muy orgulloso. 2
En el tema de Venezuela, me siento orgulloso de lo que ha hecho el Presidente de mi República. Lo ha hecho muy bien, con mucha serenidad y compromiso con los valores permanentes de Chile".
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercuriovalpo.cl
"la descalificación y la búsqueda de villanos" también inciden en la falta de convergencia.
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