La disyuntiva del relleno El Molle
El Municipio de Valparaíso debe comenzar a definir el destino del principal lugar que usa el Gran Valparaíso para botar su basura. Es imprescindible que las autoridades comprendan la magnitud del desafío que representa la gestión de los desperdicios del 60% de la población a nivel regional.
Si la serie de dudas levantadas en el último Concejo Municipal de Valparaíso sobre la conveniencia de mantener en la administración del relleno sanitario El Molle a la empresa internacional Veolia no fuera suficiente para provocar preocupación, la confirmación dada a los concejales por la encargada de Medio Ambiente del municipio respecto a la falta de claridad del lugar donde fueron depositadas las miles de toneladas de escombros sacadas de las zonas incendiadas en febrero, amerita que las autoridades de nivel local y regional pongan atención a uno de los problemas más graves que deberán enfrentar en los próximos meses: la definición de qué hacer con El Molle y cómo administrar la disposición final de los residuos domiciliarios de todas las comunas más grandes de la Región. La discusión del Concejo surge por el cercano término de la concesión de Veolia -ya prorrogada de forma extraordinaria una vez-, y en torno a las dudas planteadas sobre qué empresa u organismo puede desempeñar correctamente una gestión tan compleja como administrar un relleno sanitario. El alcalde Jorge Sharp planteó hace unos años traspasar dichas tareas a un departamento municipal, algo que no descarta ante la disyuntiva actual, aunque también se plantea como opción generar una fórmula de trabajo conjunta con los otros diez municipios que actualmente tienen a las 84 hectáreas de terreno ubicadas en Quebrada Verde como principal destino de sus basuras. Para llegar a una solución adecuada resulta imprescindible que las autoridades comprendan la magnitud del desafío que representa la gestión de los desperdicios del 60% de la población regional en un momento en que conceptos como sostenibilidad y cambio climático tienen una importancia radical. En esa línea, no parece razonable que el destino del principal relleno sanitario de la Región quede a la decisión de un municipio cuya capacidad para supervisar la gestión de El Molle, como plantearon varios ediles en el Concejo de esta semana, ha quedado superada por las circunstancias.