"Al final, jugar como local en Valparaíso es perder plata"
La millonaria deuda que acumula Santiago Wanderers con el Instituto Nacional del Deporte por el uso del estadio Elías Figueroa tiene inquieto a Reinaldo Sánchez.
Pero más que por los montos involucrados, el presidente caturro se queja por las condiciones en que deben utilizar el recinto y por las cifras que involucra montar cada partido del Decano en casa.
"Lo único que recauda Wanderers son los ciento doce millones de pesos que da la televisión, en el estadio, con cuatro mil personas, perdemos plata. Sólo al IND tenemos que pagarle tres millones setecientos cincuenta mil pesos por partido. En el fondo son como doce millones de pesos de gasto; al final, jugar como local en Valparaíso es perder plata", dice el dirigente caturro.
- El director del IND acusa que le deben varios meses de arriendo.
- Es que en el fondo hay una sinvergüenzura ahí, porque si yo arriendo una casa no puede venir a meterse el dueño para hacer un asado. Este caballero del IND tiene un negociado con la concesión del estadio, venden bebidas, alimentos, todo eso, y es negocio de ellos. Si yo arriendo y pago muy caro, como en este caso, es obvio que la concesión la debe tener el que arrienda. Pero se lo dejan para ellos. Y por otro lado están los daños que provoca la barra, que nos tienen hasta la coronilla, eso nos significa mayores guardias, mayores rejas.
- ¿Usted sigue considerando que no es buen negocio ser locales en el Elías Figueroa?
- Es que te exigen 80, 100 guardias, que no existían antes. Antiguamente eran los carabineros los que estaban en el estadio. Se exigen vallas que entre instalarlas y sacarlas te piden tres millones de pesos por partido. El aseo del estadio también tenemos que pagarlo nosotros. El otro día estaba viendo en YouTube que el 2001 la entrada a galería costaba cuatro mil pesos. Los cigarrillos en ese tiempo costaban mil quinientos pesos. Yo fumo Kent, hoy una cajetilla cuesta cinco mil setecientos pesos, pero la entrada seguía a cuatro mil pesos. El otro día jugó la Católica con Everton y les cobraron quince mil pesos por la galería. Ahora jugamos con San Luis en Quillota y la galería costará entre siete mil y ocho mil pesos. Todos quieren que no se pague, pero nosotros no tenemos más ingresos. Además se exigió por ley contratar a las jugadoras del equipo femenino y eso le significa a Wanderers al menos doce millones de pesos mensuales y cero ingresos. Si le agregas los viajes, las concentraciones y los alojamientos, es harto. Este año en la formación del equipo se volvieron locos, yo no estuve en eso. El entrenador cuesta treinta millones, el otro son veinte. Entre los dos gastas 50 millones y recibes por la televisión ciento doce millones. Es una locura. Yo recuerdo que cuando estaba el señor Ibáñez pasaba lo mismo, la diferencia es que cuando se vendió nuevamente la televisación pudo superar las deudas.
- El club mantiene deudas no sólo con el IND.
- Claro, la Inmobiliaria también reclama, pero Mantagua lo compré yo con la venta de David Pizarro. La Inmobiliaria sólo aportó con la plata de la venta de calle Lira y con lo de la cancha de San Roque. Los fondos casi todos fueron del club.
- ¿Cuál es la solución que usted ve para estos problemas financieros de Wanderers?
- Hay que cobrar lo mismo que cobran los otros clubes. La situación está difícil. Cuando salimos campeones el 2001 la televisación nos aportaba cinco millones mensuales, pero ahora las cosas son diferentes, porque en la B les dan a todos lo mismo, a Morning, a Barnechea, a Recoleta y a Magallanes, equipos de Santiago que llevan doscientas personas al estadio. A ellos les da lo mismo, ganan plata porque no tienen que pagar guardias ni nada. En cambio Wanderers, como es un equipo grande, jode.
- Pero en el caso del club que preside, hay hechos objetivos que obligan a aumentar la seguridad. La barra ha protagonizado hechos violentos.
- Estoy de acuerdo que no se portan bien. Pero las medidas son absurdas, porque los guardias que contratas no hacen buenas revisiones, ahí ves que pasan fuegos artificiales. Cuando jugamos con Iquique allá el año pasado se armó una tremenda trifulca y si no entran los carabineros no se calman. La barra de Wanderers acompaña mucho al equipo y se siente, pero también originan multas y sanciones. Aunque yo veo que Colo Colo incendia las galerías y al partido siguiente les autorizan treinta mil personas.
- Y en términos deportivos, ¿cree que el equipo tiene alguna posibilidad de subir este año?
- Ninguna.
- ¿En serio?
- Es que los vi jugar con Recoleta, y con diez jugadores nos pasaron por arriba. Pero en una de esas, las cosas pueden cambiar. He visto todos los partidos y el de Recoleta fue una vergüenza. Y el otro día con Limache deberían habernos pasado cuatro goles, fácil.
- Y qué opina del trabajo de Jaime García, que tiene contrato por 2025 también.
- Yo nunca fui de la idea de cambiar al técnico, pero lo cambiaron. Y los resultados son iguales, el otro día leía la estadística de El Mercurio de Valparaíso y es lo mismo. Pero ojalá le vaya bien. Hay cosas que deben cambiar, por ejemplo el valor de las entradas. No nos alcanza con lo que recaudamos, los costos son superiores a los ingresos y no hay ningún negocio en el mundo que sea así. Y nosotros no estamos haciendo negocio, sólo queremos financiar el club.
- Con este panorama tan negativo, me imagino que sigue con ganas de vender sus acciones.
- Ibáñez también se retiró y recuperó una parte de lo invertido. Pero los clubes son deficitarios y hay mucha desigualdad entre uno y otro. Los aportes que les da la televisión a la Chile y Colo Colo son muchos más altos y les permiten tener a los mejores jugadores.
- ¿Y no ha pensado luchar por cambiar eso?
- A veces me dan ganas de ir de nuevo a las reuniones de la ANFP.