El 4-S ayer, el 4-S hoy, el 4-S mañana
A las puertas de un nuevo proceso electoral, la ciudadanía debiera tener claro cuál es la posición constitucional de sus candidatos.
Quizás el segundo aniversario del fracaso de la primera propuesta constitucional del 4-S pasó más desapercibido de lo aconsejable, habida cuenta de la cornisa social e institucional por la cual se asomó el país ese tibio domingo que hoy muchos siguen viendo como una amenaza incluso mayor al quiebre democrático al cual se enfrentó Chile por aquellos aciagos días y meses que siguieron al 18-O.
Por lo mismo este editorial nace de sensaciones, conversaciones con más de un actor político de ambos bandos, y bastante de sentido común, a las puertas de un nuevo proceso eleccionario que, si bien incluye a muchas figuras emblemáticas de ese delirio (Bessy Gallardo; Cristóbal Andrade, el "Dinoazulado" de Quilpué, entre otros), también incorpora varios nombres muy respetables de los que no hemos escuchado una reflexión clara respecto de cuál es su postura actual frente al intento refundacional en el cual tanto insiste la izquierda.
Algunas como Macarena Ripamonti, por ese entonces rostro y profesora de la nueva constitución en redes sociales y TV, se han alejado notoriamente de ese extremo, al punto que hoy el Frente Amplio critica abiertamente tal distancia, que se expresa en gestos como no asistir a la proclamación de los candidatos del sector o no invitarlos a sus actividades. Otros, como el gobernador Rodrigo Mundaca, lo han dicho con todas sus letras: "No podemos cerrar este proceso constitucional, ya que sigue siendo un anhelo", aun cuando, paradojalmente, su flanco electoral más débil sea precisamente el socialismo democrático y la extrema izquierda, que acabaron por levantar sendas candidaturas para competirle por el Gobierno Regional.
Camila Nieto, por su parte, lo respondió en el último debate de CNN, en coincidencia con Carla Meyer y Marcela Figueroa, apelando a la clásica y cantinflesca entelequia de las "luces y sombras" del documento y asegurando que el Rechazo "fue peor para Chile". La misma Nieto también cometió el error de atribuirle a la ex Presidenta Bachelet mayor cercanía a su partido que al socialismo democrático y la ignorancia, en esa misma entrevista con La Tercera, de felicitarla por el programa "Sonrisa de Mujer" de Luisa Durán y Ricardo Lagos.
Así, los tributarios de ese desmadre del día anterior al 4-S, que hoy están en el poder en Valparaíso, Viña del Mar, Villa Alemana, Quilpué, Concón o Casablanca, también debieran rendir cuentas, aunque más de alguno de ellos hoy represente o diga representar algo totalmente opuesto. ¿Alcanzarán a desmarcarse? A su favor tienen que en la vereda del frente la oferta no es precisamente muy atractiva, convocante, ni de tejado muy sólido. Citando a Sábato, y dejando de lado cierta grandilocuencia, quizás esto represente el paraíso perfecto con el que muchos, si no todos, sueñan en medio de tanta porquería.