Diputados evaluados

De los 13 diputados que obtuvieron como mínimo 20% de conocimiento para ser evaluados, ocho bajaron su aprobación entre uno y 10 puntos porcentuales, y cinco la subieron entre uno y cinco puntos. El mejor calificado fue Nelson Venegas (PS) con 28.5% y el de menor aprobación, Hotuiti Teao (Ind./Evópoli), con 7.2%.

El mayor descenso en materia de aprobación -10 puntos- fue para Chiara Barchiesi (Partido Republicano) y la mayor alza

-cinco puntos-, para Jorge Brito (FA). Aquí también arrecia la desaprobación, que va entre el 44.7% de Nelson Venegas y el 64.9% de Camila Flores (RN), porcentajes que en todos los casos superan la aprobación.

El promedio de desaprobación en diputados de la zona sube de 48% en 2022, a 50% en 2023 y a 57.2 en 2024.

El diputado con mayor aprobación, Nelson Venegas, se declara satisfecho con sus resultados y dice que enfoca sus esfuerzos "en trabajar en buenas políticas y alcanzar acuerdos para mejorar la vida de las personas". Agrega que siempre ha creído "en una política de no confrontación, buscando acuerdos mediante el diálogo y el respeto para poner a la ciudadanía en el centro. Es lo que la gente espera de nosotros".

Los senadores

Los cinco integrantes regionales de la Cámara Alta prácticamente mantienen sus respectivas evaluaciones. La mayor aprobación la obtiene Isabel Allende (PS), que sube un punto, de 19% a 20.4% entre 2023 y 2024. La siguen Juan Ignacio Latorre (FA), que llega al 13.5%; Francisco Chahuán (RN), que obtiene 12.5%; Ricardo Lagos Weber (PPD), que baja del 13% al 11.8% y Kenneth Pugh (Ind./RN), que desciende de 8% a 6.9%.

La desaprobación entre los senadores oscila entre el 77.6% de Kenneth Pugh y el 53.2% de Isabel Allende, y en todos los casos, al igual que en diputados, los porcentajes superan las evaluaciones positivas.

El promedio de desaprobación en senadores regionales sube del 55% en 2022, misma cifra en 2023, al 64.1% en el presente año.

Senadora y visión crítica

Respecto de la evaluación general, la senadora Allende plantea que "la ciudadanía antes y después del denominado 'estallido social' ha mostrado tener una mala percepción y una mirada muy negativa de la mal llamada 'clase política', de las cuales debemos hacernos cargo, sobre todo en temas históricos en los que no hemos avanzado lo suficiente, y que representan los principales dolores de nuestra sociedad".

Señala que "la incapacidad de ponernos de acuerdo en temas tan sensibles y urgentes como el mejoramiento de las pensiones, por ejemplo, demuestran esa ausencia de mirada colectiva por la que hoy las chilenas y chilenos nos juzgan negativamente".

Sobre su evaluación personal, la parlamentaria agradece y valora la opinión que se tiene de su trabajo, "que por cierto, es un esfuerzo colectivo y fruto de varios años en los que nos hemos preocupado de temas relacionados con la mujer, el medioambiente, los recursos hídricos y otros tan relevantes como el acceso a la vivienda".

Finalmente, expone que su labor legislativa "siempre la dirigimos a partir de una premisa que exprese con claridad y sinceridad lo que un parlamentario puede y no puede hacer, sin generar falsas expectativas, y en el Chile de hoy donde la información va más rápido que las leyes, o que la política pública, esto es fundamental para que ciudadanía comprenda y valore el trabajo de este poder del Estado".

Mirada de piensa

Al comentar los resultados de la encuesta regional en materia de evaluación de autoridades, el director de estudios de Fundación Piensa, Maximiliano Duarte, indica que el incremento de cinco puntos en la aprobación del Presidente Boric, que llega al 30%, es coherente con otros muestreos a nivel nacional.

"Por su parte, la evaluación positiva del gobernador Mundaca descendió levemente en dos puntos. Un panorama muy distinto se observa en el caso de los alcaldes, quienes experimentaron cambios importantes que deberían encender algunas alarmas", sostiene.

Plantea que aunque tres alcaldes lograron mejorar su aprobación en el último año, cinco experimentaron una disminución estadísticamente significativa. "Los cambios más evidentes se registran en las alcaldesas de Villa Alemana y Viña del Mar, Javiera Toledo y Macarena Ripamonti, respectivamente, ya que, además de una baja en el respaldo ciudadano, ambas vieron aumentar su mala evaluación (notas de 1 a 4) en más de 20 puntos".

Para Duarte, "el caso de Ripamonti es particularmente llamativo. En medios de alcance nacional, los líderes del Frente Amplio tienden a crear una especie de mito en torno a su gestión, presentándola como un liderazgo consolidado con proyección nacional. Sin embargo, la opinión de los viñamarinos sugiere un desgaste acelerado".

Un ejemplo para comparar, agrega, es el del alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, "quien alcanzó una aprobación menor al 20% después de ocho años en el cargo, mientras que Ripamonti lo consiguió en apenas dos".

El director de estudios de Fundación Piensa llama la atención respecto del peso del factor generacional en las tendencias de la evaluación política de autoridades. "Si desagregamos los resultados por rango etario, podemos observar que más de la mitad de las opiniones positivas se concentran en respondientes entre 18 y 35 años, mientras que en el grupo de 36 a 65 años, la evaluación positiva es el 17%". 2

evaluación general de alcaldes y alcaldesas

x Encuesta de Opinión Política en la Región de Valparaíso. Fundación Piensa/DATAVOZ

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Como cada año, la Encuesta de Opinión Política de Fundación Piensa trae información relevante sobre el sentir de los habitantes de nuestra región respecto a la labor que desempeñan sus autoridades. Desde hace ya algún tiempo hemos venido observando una lamentable tendencia negativa que, salvo alguna excepción, confirma el clima de agotamiento y desafección. El discurso ya aburre -con autoridades mal evaluadas y una evidente insatisfacción-, pero el instrumento que hoy se presenta aporta con matices locales que nos pueden llevar a una interpretación más fina, rescatando la diversidad y heterogeneidad de nuestra región.

En primer lugar, podemos analizar comunas como San Antonio, que tiene la autoridad comunal con la peor evaluación (por lejos) de toda la región. El fenómeno que se vive en el puerto no es menor, en cuanto 8 de cada 10 de sus habitantes reprueban la labor de una alcaldesa que recién va en su primer periodo. Lo curioso es que esos pésimos resultados no parecen permear al resto de su sector. Sin ir más lejos, se trata de la ciudad que mejor evalúa al presidente Boric (con un 43%) y al gobernador Mundaca (con un 42%). El asunto es complejo: los ciudadanos parecen experimentar una nefasta experiencia con su representante local, pero que no necesariamente se traduce en un desencanto en la esfera regional y nacional.

Pero la dicotomía de San Antonio no se aprecia en comunas como Villa Alemana, en donde los vecinos manifiestan una mirada crítica más bien generalizada. Ni el presidente, ni su gobierno, ni el gobernador logran una aprobación de más del 20% de la ciudadanía, mientras la autoridad comunal se sigue desplomando hasta alcanzar un 11% de evaluaciones positivas. Acá el fenómeno, entonces, parece ser distinto: la mala experiencia política es más bien consistente, lo que podría llevarnos a pensar en vecinos que se sienten abandonados por parte de toda la institucionalidad.

Y en esa diversidad ya relatada encontramos el caso emblemático de Viña del Mar, con una alcaldesa que ha pasado de un 27% a un 16% en solo dos años. El caso de la ciudad jardín sirve para apreciar el valor de la encuesta, que por cierto trasciende colores políticos. Tal como pasaba en administraciones pasadas, la labor del municipio pareciera ser celebrada por parte de quienes no viven ni sufren la comuna -algo que nos recuerda esos primeros años de la "alcaldía ciudadana" en el puerto-, pero los datos subnacionales nos demuestran que esa valoración mediática no se replica en los viñamarinos.

En definitiva, estos resultados debiesen ser mirados con mucha detención por parte de los incumbentes, sobre todo aquellos que año tras año pierden apoyo. Porque puede existir una serie de factores que los hagan alargar sus mandatos en octubre próximo, pero esos eventuales triunfos no pueden ser leídos como cheques en blanco para persistir en caminos fracasados. En ese sentido, debemos comprender que las elecciones no necesariamente son la mejor encuesta. 2

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Columna de Opinión