Luis Cabrera del Valle

Víctor Espinoza es uno de los pocos jugadores del plantel de Santiago Wanderers que camina regularmente por las calles de Valparaíso. El defensa central oriundo del cerro Mariposas conversa con los hinchas en Condell con Bellavista, se toma una fotografía con Oscar Tapia, histórico carnicero del supermercado Anguiano y a veces sube a su casa en el colectivo 39 de la plazuela Ecuador.

Por eso el jugador formado en el Decano tiene claro lo que piensa la gente respecto al desempeño que ha tenido el Decano esta temporada.

"A los porteños les duele mucho cuando el equipo anda mal", reflexiona el defensa central, que en el último partido contra San Luis agarró camiseta de titular.

Y las dos semanas y media en que estarán parados -las autoridades no dieron el visto bueno para que fueran locales en Valparaíso ni en Quillota contra Santiago Morning- no son un buen remedio para superar el mal momento que viven, afirma Espinoza.

"A cualquier equipo le afecta estar tanto tiempo sin jugar, es complicado porque te corta el ritmo. A nosotros nos perjudica porque venimos con una posición incómoda en el torneo y veníamos con ritmo de competencia, te corta todo", asegura.

Su ingreso en el equipo estelar la última fecha, en desmedro de Danilo Ortiz, lo toma con mesura: "hay que seguir luchándola no más, nadie tiene el puesto asegurado. Por eso hay que seguir peleando por ser titular. Fue positivo mantener el arco en cero en Quillota, más allá que no pudimos ganar. Pienso que estuve un poco más fino con el balón y siento que tengo la confianza necesaria en mí mismo para seguir en esta senda", dice.

- ¿Cómo anda la confianza en el plantel respecto de esta meta mínima, que es clasificar a la liguilla?

- La verdad es que nosotros nunca nos hemos sacado la liguilla de la mente, si bien no cesechamos el rendimiento que queremos, siempre hemos tenido el objetivo claro de que hay que entrar en la liguilla, aunque sea con el último rasguño tenemos que meternos. En esa instancia cualquiera puede dar una sorpresa y mano a mano es difícil cuando tienes esa presión encima. La meta siempre ha sido clara, nunca dudamos que podemos entrar en la lucha por el ascenso y los otros equipos nos están dando vida.

- Es cierto, porque hoy se ubican a tres puntos del último que está obteniendo un cupo en la post temporada.

- Pese a los malos resultados que hemos tenido, siempre estamos a dos o tres puntos. Que los otros equipos te sigan dando vida creo que por un lado es bueno, aunque por otro lado es malo, es malísimo, porque nosotros deberíamos estar encaramados en la tabla con todas las ventajas que nos entregan los rivales. Sin embargo el objetivo está, la liguilla se tiene que pelear.

- Una cosa es clasificar y otra distinta es ganar la liguilla. La mayoría de las veces los equipos que han tenido regularidad en el torneo la mantienen en esa instancia.

- Creo que una vez en la liguilla, para los equipos que entran, todo es totalmente distinto. No es el mismo ánimo del torneo, en que ganas un partido o pierdes otro y no pasa nada. En la liguilla tienes que estar diez puntos, porque si te marcan un gol, fuiste bueno. Las sensaciones de los futbolistas son muy distintas cuando compites en esta etapa, comparado a lo que ocurre cuando estás en el campeonato regular. Incluso yo prefiero entrar último antes que ser segundo y esperar para jugar, vienes con todo el ritmo de la competencia y la liguilla es distinta, se pelea de otra forma. El segundo debe aguardar por un equipo que si gana dos partidos seguidos para avanzar, ya empiezan a complicar con su juego.

- ¿Qué les pasó esta temporada? No era una locura esperar que manteniendo el equipo de 2023, que estuvo a punto de subir, podrían haber repetido la gran campaña anterior.

- Pensando en mi experiencia, creo que nos faltó agarrar el hilo, el año pasado también empezamos mal y toda la gente dudaba de Wanderers, decían que no nos alcanzaría para la liguilla, incluso que pelearíamos por no descender y finalmente terminamos dando la sorpresa. Cuando el equipo agarra confianza, te vas por un tubo. Creo que este año eso nos ha faltado, agarrar esa rachita de tres partidos ganados y empezar a demostrar que vas con todo. No hemos tenido la suerte de agarrar el hilo, pero siento que se viene, pienso que lo vamos a sacar adelante, ganando dos partidos la confianza es otra.

- ¿Cómo sintieron el cambio de mano en esta temporada? Los estilos de Francisco Palladino y Jaime García no son parecidos.

- Ninguno es mejor ni peor, son estilos distintos. Cada uno trata de plasmar su idea, ahora se intenta que tengamos la pelota, que agarremos confianza, salir jugando desde abajo, se siente que uno tiene más responsabilidad con el balón, algunos jugadores deben estar más finos, ya no puedes cometer los mismos errores, porque una pelota perdida significa una contra, te pueden pillar mal parado. La actual propuesta no es ni mala ni buena, es distinta.

- ¿Cree que Wanderers aún puede pelear por el ascenso?

- Sí, siempre lo he creído, desde que partimos este año creo que podemos pelear por el ascenso. Wanderers es el grande de esta división, es el tercer grande de Chile, entonces para mí, Wanderers siempre tiene la opción de pelear. Aunque la gente tenga sus dudas, que son entendibles por la situación en la que estamos, nosotros adentro sabemos que vamos a pelear la liguilla, lo sabemos, lo tenemos claro.

- Usted reconoce que la gente no confía. Hasta el presidente del club dijo que no creía en el ascenso.

- Es normal, los futbolistas tienen que acostumbrarse a eso, la gente empieza a dudar cuando ve que no te va bien con los resultados, hay murmullos, pero debemos sobreponernos a eso. Es parte del juego también, lo entendemos, porque a los hinchas les duele mucho. Es algo que pasa sobre todo acá, la barra de Wanderers es lo más lindo que yo conozco, gente que no te abandona nunca, que llega Puerto Montt de forma masiva. Obviamente que al wanderino le duele, acá se siente distinto.

- ¿Y es posible acostumbrarse a las dudas que manifestó Reinaldo Sánchez en la capacidad del equipo?

- Cada uno tiene su criterio, uno puede opinar lo que quiera y todas las opiniones se respetan, sobre todo si es la del presidente. Ojalá él tenga altura de miras para hacer sus críticas, pero también se debe pensar que hace un esfuerzo para traer al club lo que considera mejor. Si nos critica, lo tenemos que recibir bien y que sea en pos de que nos vaya mejor.

"Cada uno tiene su criterio, uno puede opinar lo que quiera y todas las opiniones se respetan, sobre todo si es la del presidente. Ojalá él tenga altura de miras para hacer sus críticas".

"La barra de Wanderers es lo más lindo que yo conozco, gente que no te abandona nunca".

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