Fujimori es despedido con honores y su familia convierte misa en un acto político
LIMA. No hubo discursos gubernamentales en el funeral del exmandatario peruano, pero sí hablaron sus hijos.
Los restos del exmandatario peruano Alberto Fujimori (1990-2000), fallecido el pasado miércoles a los 86 años, fueron despedidos ayer con honores de Estado en el Palacio de Gobierno de Lima por la actual presidenta, Dina Boluarte.
El cortejo fúnebre de Fujimori fue recibido en el patio principal de la casa gubernamental "conforme a los honores póstumos que se rinden a un exmandatario".
El féretro fue cubierto con la bandera de Perú y llevado por cargadores sobre una alfombra roja hasta el patio, donde el regimiento histórico Húsares del Junín le rindió honores y se dispararon las tradicionales 21 salvas.
La banda militar entonó la marcha de banderas peruana y luego una marcha fúnebre, mientras Boluarte y sus ministros reiteraron sus condolencias a los familiares sin ofrecer ningún discurso. Luego, el féretro fue llevado nuevamente hacia la carroza.
Poco antes fue trasladado desde la sede del Ministerio de Cultura, donde fue el velatorio desde el jueves pasado, hacia el colindante Gran Teatro Nacional, donde se celebró una misa.
Al término de la ceremonia religiosa, Kenji, el hijo menor del exmandatario, condenado por tráfico de influencias, dio un discurso de despedida en el que abundaron las referencias políticas y dijo que su padre "nunca va a morir" y fue "el mejor presidente de la historia" de Perú.
También agradeció al expresidente Pedro Pablo Kuczynski por el indulto que le concedió en 2017 y le permitió salir de prisión, donde cumplía penas por corrupción y delitos de lesa humanidad.
A esos juicios, se suman otros por distintas masacres y el caso de las esterilizaciones forzosas de miles de mujeres , que quedaron inconclusos con su muerte.
"presidenta"
Durante la despedida, la familia del expresidente convirtió la misa en un acto político con su más famosa canción de campaña "El ritmo del chino", interpretada con ritmos fúnebres.
"Hoy voy a hablarte frente a tu pueblo peruano", afirmó Keiko, su hija y heredera política que ha sido tres veces candidata presidencial, mientras los asistentes le gritaban "presidenta, presidenta".
Luego aseguró que su padre "acabó con la enfermedad terminal que afectaba" a Perú, en referencia a la hiperinflación y el terrorismo, y al referirse a los delitos de corrupción y violaciones a los derechos humanos por los que fue condenado, aseguró que ganó "el juicio, no el humano, de las personas", sino "el juicio de la Historia".
La muerte de Fujimori revivió la polémica en torno a su legado, ya que sus simpatizantes lo honran por haber derrotado al grupo terrorista Sendero Luminoso y la crisis económica, pero sus detractores evocan la memoria de las víctimas de sus crímenes de lesa humanidad, el autogolpe de Estado que dio en 1992 y los casos de corrupción.