Radiografía a la identidad chilena en tiempos de globalización y grandes transformaciones
FESTIVIDADES. Académicos de las áreas de Historia y Humanidades examinan el impacto que han tenido esos y otros fenómenos en nuestras tradiciones.
La brisa o el ventarrón del cambio en una época en que la globalización parece atenuar barreras culturales, sociales, políticas y económicas, torna cada vez más difícil definir la esencia de la identidad chilena, y en eso coinciden académicos e investigadores de las áreas de Historia y Humanidades.
¿Existe una identidad chilena o somos más bien una especie de ciudadanos del mundo, sobre todo ahora que en una enorme cantidad de actividades se puede, por ejemplo, trabajar desde cualquier lugar del país o del orbe, con todas las implicancias que ello tiene?
Las nuevas manifestaciones implícitas en fenómenos como la globalización o la inmigración "han ido afectando o desdibujando paulatinamente las formas tradicionales de lo que en antaño se entendía por identidad chilena", plantea Mauricio Jara, doctor en Historia, docente de la Universidad de Playa Ancha y miembro correspondiente de la Academia Chilena de Historia.
"Hay un reconocimiento a ciertas fechas y a la identificación de algunos de los elementos propios de estas, pero sin un entendimiento muy profundo y completo", expone y piensa que festividades como las presentes "no se viven con la misma intensidad y entusiasmo" que antaño, sino "con más simplicidad y no con la religiosidad anterior".
Monserrat Risco, licenciada en Historia, docente e investigadora de Faro UDD, observa un cambio de foco en las celebraciones patrias, desde la valoración de los triunfos militares a los hitos de la historia republicana, y a una suerte de "identidad de compañerismo y solidaridad" propia de un país frecuentemente golpeado por las catástrofes, condición que ya en 1939 fijaría la primera dama Juanita Aguirre tras el terremoto de Chillán.
Dice que "la celebración que se da alrededor del 18 de septiembre es una muestra de la identidad chilena, que por supuesto, ha ido cambiando. Hoy, quizás el hecho más definitivo de nuestra identidad es el concepto de solidaridad", sostiene.
Ciudadanía del mundo
"Cada vez es más difícil definir la identidad chilena, por el ya muy asentado fenómeno de la globalización", complementa Guillermo Parvex, autor del best seller Un veterano de tres guerras, de Frontera Sur y La tormentosa historia limítrofe entre Chile y Argentina, entre otras obras.
"Sin embargo, estimo que aún mantenemos muchas de nuestras tradiciones, que no son inamovibles, sino que van mutando con las nuevas generaciones, pero al fin y al cabo son propias de Chile, que sigue siendo un país estoico, golpeado por las crisis económicas y la naturaleza, pero gracias a ese espíritu tan propio, siempre vuelve a ponerse de pie", agrega el escritor.
Lorena Zuchel, doctora en Filosofía y académica del Departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad Técnica Federico Santa María, es enfática en señalar que la identidad de un país o de una comunidad nunca ha sido única e inmóvil, y que si bien "hoy se vuelve más difícil localizar ciertas características identitarias, hay que revisar por qué algunas han destacado más que otras y por qué hemos desconocido o desconocemos la existencia de tantas otras".
Plantea que lo que distingue a la identidad "es un mosaico complejo de elementos históricos, culturales, geográficos y sociales que se entrelazan para definir sentidos de pertenencia", entre los cuales menciona la colonización, las historias de independencia, la configuración del Estado-Nación y su historia constitucional y dictatorial, la diversidad geográfica, la existencia de pueblos indígenas y la mayoritaria cultura mestiza.
"La identidad chilena es cambiante y dinámica, difícil de definir precisamente porque la tensión entre las fuerzas es más poderosa que las propias características que podríamos observar si hiciéramos un alto a todo", argumenta. "Por lo tanto, no me parece compleja la posibilidad de una ciudadanía del mundo; incluso creo que podría hacer más justa la historia sucinta que nos hemos contado y que no nos ha permitido ver la diversidad histórica de la realidad en la que hemos vivido".
Cambio y globañol
Para el doctor en Lingüística y docente de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Playa Ancha, Juan Pablo Reyes, la identidad no puede sino ser permeada por el advenimiento de los cambios sociopolítico, económico y cultural experimentado por la región y el mundo.
"Al pasar al siglo XXI, la imagen país nos hizo llegar a ser desde jaguares hasta habitantes de un oasis. Sin embargo, como muchas otras naciones de todos los continentes, entramos en una crisis sociopolítica que no es más que un indicio de que estamos en proceso de ajustes y acomodaciones a los nuevos contextos, paradigmas y conocimientos en esta aldea global".
Esta es, remarca, "una época en la que los extremos políticos resurgen, la delincuencia cambió su forma de operar y ahora son criminales organizados, pero, también, un mundo que ya recibe imágenes tomadas por una nave robot en la superficie del planeta Marte, y Chile tiene un rol privilegiado en ese tipo de investigaciones".
En relación con el contexto de las redes sociales y las plataformas interactivas, subraya, "hemos dejado de usar el español de Chile y estamos optando por el globañol. Una especie de comunicación en la que se traspasan las fronteras dialectales en pos del entendimiento".
Del 11 al 13 de febrero
¿Que las Fiestas Patrias se celebren en grande y con larga duración, a diferencia de lo que ocurre en otros países latinoamericanos, no parece contradictorio con nuestra fama de tristones y de ser además la población más depresiva de esta parte del mundo?
Monserrat Risco: "Las primeras fiestas patrias, fijadas en 1821 por Bernardo O'Higgins, contemplaban del 11 al 13 de febrero, así que esto siempre ha sido así, y en nuestro país se celebran muchas fiestas y costumbres populares que descartan esa fama de tristones". Ejemplifica con Cuasimodo, las fiestas de La Tirana, del Milcao o el Festival de la Sandía, entre muchas otras. "Yo no diría que somos tristones, sino que vivimos nuestras fiestas de manera diferente a la región".
Lorena Zuckel se detiene en dos factores: "Que en el norte de Chile, la presencia misma de la cultura africana nos muestra ciertas características de resistencia de estos pueblos, incluyendo los carnavales, que también se hermana con manifestaciones de otros países del centro, todas ellas invisibilizadas; y que dependiendo de los episodios históricos, esas mismas características cambian aquí y allá, lo que muestra la relevancia de observar
"En comunicación, hemos dejado de usar el español de Chile y estamos optando por el globañol".
Juan Pablo Reyes
Dr. en Lingüística, docente UPLA
"La identidad es un mosaico complejo de elementos que se entrelazan para definir sentidos de pertenencia".
Lorena Zuchel, Dra. en Filosofía, docente USM
"No diría que somos tristones, sino que vivimos nuestras fiestas patrias de manera diferente a la región".
Monserrat Risco, Investigadora de Faro UDD
"Estas fiestas son una oportunidad para confirmar nuestro carácter y anhelos; en esto no ha habido cambios".
Mauricio Jara, Dr. en Historia, docente UPLA