"El negocio del fútbol es deficitario, salvo que logres vender jugadores año a año"
Hace tres años que Cristóbal Oyarce no ve en el estadio un partido de Santiago Wanderers. "Quizás es un efecto secundario de haber sido dirigente del club", explica con humor el ingeniero civil industrial, quien integró la mesa central de la sociedad anónima caturra entre 2020 y 2021.
El exdirector del Decano, bisnieto del histórico presidente del club Arsenio Fernández, reconoce que está alejado de la institución y trata de explicar, desde la distancia, cómo percibe en términos económicos el funcionamiento del fútbol chileno en el siglo XXI y también algunos aspectos de su paso por la comisión finanzas de la S.A. wanderina.
"En un equipo de fútbol, en una casa o en una empresa, cuando cambias el equipo que administra, las cosas cambian, las personas piensan distinto, actúan distinto, tienen aversiones al riesgo distintas, niveles de compromiso distintos. Cuando estábamos el 2020 y el 2021, parte de las razones por las cuales se terminó conformando un pésimo plantel fue porque no había plata", reflexiona el exdirigente porteño.
Oyarce aclara que no conoce a ningún miembro de la familia Sánchez, que actualmente controla la propiedad de Wanderers, y tampoco maneja datos precisos respecto cómo se maneja el club, que atraviesa por complejos momentos financieros. "No me atrevo siquiera a pensar qué pasa por sus cabezas, como para entender por qué hacen una cosa u otra. Mi intención no es entrar en alguna polémica", advierte.
Sin embargo, tiene muy claro los márgenes que regulan la administración de un negocio: "Mi opinión es que cuando tienes cierto presupuesto debes ajustarte a eso y cumplir tus compromisos. Si te falta para cumplir con algo, debes recortar lo que te duela menos".
"Qué capacidad de caja hay hoy, no tengo idea, tampoco conozco la negociación para que entrara Reinaldo Sánchez, aunque dudo que no haya sabido cómo se manejan las cosas adentro, cuáles eran las necesidades de caja o que el negocio era deficitario, porque así lo es, salvo que logres vender jugadores año a año".
El exdirigente wanderino insiste en que "el que entre a este negocio sabe que es deficitario, que tiene que poner plata de su bolsillo. Ese es el cambio que hubo con las sociedades anónimas, antes eran las corporaciones las que administraban y parte de la seriedad que se le quiso dar a este negocio el 2005, cuando se cambia la ley, era que las sociedades anónimas se hicieran cargo de los compromisos y administraran de forma ordenada. Si eso no se está dando, es lamentable. Esto es sólo mi opinión sobre la administración financiera de una entidad".
- Con esta definición que usted hace de la forma en que se manejan las sociedades anónimas en el fútbol no queda claro si estas organizaciones finalmente pueden ser llamadas negocios, considerando que casi siempre arrojan déficit.
- Este negocio es deficitario en la medida que no tienes ingresos adicionales como la venta de jugadores. ¿Por qué Universidad Católica tuvo números azules durante los últimos años? Porque vendió jugadores. Nosotros hace tiempo no lo hacemos y lo logramos con Cepeda y Guajardo, pero no sé muy bien si ya pagaron. La única forma de que este negocio tenga números azules es esa. En un club de fútbol no puedes meterte sólo en el fútbol profesional, sino en todas las áreas. La única forma es que esto sea a largo plazo, por eso las concesiones son a treinta años. Hay que realizar planes estratégicos de largo plazo, si te quedas solamente en los próximos dos años es como los gobiernos que nunca toman decisiones. Lamentablemente, en esta actividad la única forma de ganar plata es a largo plazo y para eso hay que meterse la mano en el bolsillo. Eso es súper difícil, porque no ves resultados al tiro.
- Pero en el fútbol los resultados son domingo a domingo.
- Claro, la inmediatez está en todo, o son los hinchas, o son los accionistas, o quien sea, siempre te estarán molestando por algo. Eso te pasa en cualquier pega, si no obtienes resultados pronto, te vas para la casa. Les pasa a los entrenadores, como Gareca, que dio todas las respuestas por la derrota con Bolivia, todos vimos el partido y sabemos que fue horrible, pero él terminó diciendo que su trabajo era dejar algo para el futuro. ¡Pero a nadie le importa el futuro hoy día, todos quieren ganar el partido de mañana! Por eso es difícil que esta actividad obtenga resultados de largo plazo cuando no hay una mirada de largo plazo. Por eso hay países que son desarrollados como Singapur, que fue capaz de desarrollarse de forma extraordinaria en veinte o treinta años, y otros países que están en vías de desarrollo por mucho tiempo, porque no tienen a sus actores alineados.
- Parece muy pesimista su diagnóstico.
- Quizás la solución sería que la persona a cargo tenga claro que deberá meterse la mano al bolsillo un buen rato antes de ver resultados. ¿Quién está dispuesto a eso? No tengo idea.
- El directorio que usted integró en Wanderers no contaba con gente como Nicolás Ibáñez o Reinaldo Sánchez. Sin embargo, entregaron el club saneado y con dinero en caja.
- Es cierto, entregamos el club saneado y con plata en caja, pero si hubiéramos tenido la capacidad de hacer algo, habríamos comprado a Rotondi, que era algo lógico, hubiéramos mantenido a algunos jugadores, Enzo Gutiérrez no se habría ido. Hay un montón de cosas que podríamos haber logrado, pero no hicimos, porque no había plata. Si hubiera habido alguien con la capacidad de meterse la mano al bolsillo habría sido súper fácil dejar a Rotondi o hacerle una mejor cláusula de salida a Daniel González, cosas que no se pudieron hacer porque no había plata. Es bien frustrante cuando no hay espalda para hacer cosas, al final terminas entrampado sin salida. Tampoco había mucho poder para hacer contrataciones, era insostenible porque el club se transformó en una especie de Corporación, porque no había plata.
"Si hubiéramos tenido la capacidad de hacer algo, habríamos comprado a Rotondi, que era algo lógico, hubiéramos mantenido a algunos jugadores, Enzo Gutiérrez no se habría ido".
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