Comunidad se opone a cierre de la Escuela Popular de Artes
VIÑA DEL MAR. Corporación CreArte anunció la clausura del establecimiento que entrega formación musical a 120 adolescentes, entre ellos damnificados del 2-F.
Luego de 26 años de historia, esta semana la Corporación Cultural CreArte anunció el cierre de la Escuela Popular de Artes (EPA) de Viña del Mar, establecimiento fundado en 1998 en el sector de Achupallas y que en más de un cuarto de siglo ha prestado formación musical a cerca de 3 mil niños y adolescentes de sectores vulnerables de la comuna.
Fue el pasado lunes 30 de septiembre cuando el directorio de CreArte, a través de un comunicado, informó que, tras el cese del financiamiento de sostenedores extranjeros (de Alemania y Luxemburgo), el proyecto ya no es viable.
"El cofinanciamiento institucional proviene casi exclusivamente de instituciones extranjeras; sin embargo, ante este complejo escenario, ya no contamos con él. En consecuencia, es imposible seguir funcionando", expresaron desde la corporación.
"Con mucho pesar comunicamos que nos vemos obligados a cerrar el proyecto de enseñanza musical, luego de más de 25 años de funcionamiento", concluyó el escrito.
La noticia ha calado hondo en la comunidad educativa, no sólo por el hecho de que sus 125 alumnos quedarán sin formación, sino que también porque más de 30 funcionarios y profesores -15 contratados y 17 a honorarios- alegan despidos injustificados, razón por la que presentaron una denuncia en la Inspección del Trabajo.
Acusa represalias
Sebastián Díaz, coordinador de Extensión de la escuela y miembro del Sindicato de Trabajadores EPA, denuncia que esta medida es una de las "represalias" tomadas por parte del directorio de la corporación, tras una denuncia por acoso sexual presentada por una de las trabajadoras del recinto contra el director del proyecto.
Ante esta acusación, la comunidad de trabajadores solicitó una reunión con el directorio, la que les fue negada. Desde entonces, aseguran que la corporación ha tomado una postura de "autosabotaje", suspendiendo actividades y, finalmente, cerrando el recinto.
Antonio Álvarez, abogado representante del sindicato de trabajadores, expresó que se han generado "graves situaciones que afectan a los trabajadores de la escuela", tales como acciones de "maltrato laboral, interferencia en las gestiones educativas y despidos injustificados, incluyendo a miembros con fuero sindical".
Pese a los intentos por dialogar, aseveró el jurista que la corporación "ha respondido con más represalias, culminando con el anuncio del cierre de la escuela y el despido masivo de todos los trabajadores".
Lucía Suárez, una de las apoderadas afectadas, dijo que la noticia "ha tenido un impacto tremendo. La sensación es de profunda tristeza".
"Esto no es sólo un espacio de clase de música, es un espacio social. Los niños hacen vínculos con sus compañeros, con sus profesores. Hay muchos niños para los cuales este es el único espacio social que tienen", subrayó, detallando que la Escuela Popular de Artes atiende a adolescentes neurodivergentes, como también a cerca de 25 jóvenes damnificados por el megaincendio de febrero.
"Este es uno de los pocos centros culturales con tanto tiempo que trabaja en las zonas periféricas de Viña del Mar, entregando accesibilidad al arte a las personas que no llegan", remarcó Díaz.
"El llamado al directorio es a que se vuelva a la normalidad. Por favor, que no cierren la escuela", solicitó Suárez.
"Este es uno de los pocos centros culturales que trabaja en las zonas periféricas de Viña del Mar, entregando accesibilidad al arte".
Sebastián Díaz, Coordinador de Extensión EPA
"Esto no es sólo un espacio de clase de música, es un espacio social. Los niños hacen vínculos con sus compañeros".
Lucía Suárez, Apoderada de Escuela de Artes