El pasado miércoles El Mercurio de Valparaíso y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) dieron por iniciado en la sede de esta última, en la calle Viana de Viña del Mar, un ciclo de conversaciones con candidatos a distintos cargos regionales y comunales bajo el sugerente título Debate Ciudad, una instancia de reflexión íntima sobre temas puntuales -pero tan amplios a la vez- como Infraestructura y Desarrollo Urbano; Vivienda; Sostenibilidad y Medioambiente; Inversión, Empleo y Competitividad; Calidad de Vida Urbana; y Seguridad y Orden Público.

En esta primera cita estuvieron presentes los candidatos a la alcaldía de Concón, Freddy Ramírez, Pablo Rojas, Luis Felipe Campodónico y Ariel Soto. La candidata Ilen Sáez se excusó. Lo interesante de las exposiciones de los incumbentes se centró en temáticas de desarrollo, conectividad y ruralidad de una comuna con crecientes desafíos y presiones de crecimiento y sostenimiento de sus altos índices en calidad de vida.

Para el próximo miércoles 9, en tanto, será el turno de los candidatos al Gobierno Regional (Rodrigo Mundaca, María José Hoffmann, Octavio González, Manuel Millones, Felipe Ríos y Francesco Venezian), quienes abordarán también tópicos regionales como los retrasos en proyectos clave como el Terminal 2 del Puerto de Valparaíso, la expansión del metrotrén a Quillota y La Calera, la infraestructura vial, el estancamiento económico, el déficit habitacional, la escasez de suelos y el necesario equilibrio entre desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental.

Para el miércoles 16, en tanto, ya confirmaron su asistencia los candidatos a la alcaldía de Viña del Mar, en lo que sin duda será un gran aporte para los electores de cara a las elecciones del 26 y 27 de octubre. Debate Ciudad se transmite de forma gratuita en vivo y también on demand a través de las plataformas de SoyValparaíso.cl y Soy TV.

El reciente recrudecimiento del conflicto entre Israel e Irán, reflejado en el lanzamiento de misiles por parte de Irán, pone de relieve no sólo las tensiones políticas y militares, sino también las profundas implicaciones económicas que pueden tener estos eventos a nivel global. Para un país como Chile, las repercusiones podrían sentirse tanto en la macroeconomía como en la vida cotidiana de las personas.

1. Impacto en el precio del petróleo: Irán es uno de los mayores productores de petróleo del mundo. Cuando los conflictos afectan esta región, los mercados reaccionan con temor a posibles interrupciones, lo que genera alzas en el precio del crudo. Un escenario con el barril de petróleo a US$100 se traduciría en una presión inmediata sobre la inflación, afectando sectores tan sensibles como el transporte y la electricidad, y el costo de vida de las familias.

2. Inflación y precios internos: el encarecimiento del petróleo tiene un efecto directo sobre la inflación. En Chile, cuya inflación se ha mantenido en torno al 5%, un incremento en los precios de las materias primas importadas como el crudo podría elevar la inflación a niveles de entre el 6 y 7%. Este aumento en los precios de los bienes y servicios impacta a los hogares, especialmente a los de ingresos más bajos, para quienes el gasto en transporte y energía representa una porción importante de sus ingresos. Ante esta situación, el Banco Central de Chile podría verse obligado a tomar medidas preventivas, como aumentar las tasas de interés para controlar la inflación. Sin embargo, esta decisión encarecería el crédito, afectando a las familias y empresas que dependen de financiamiento.

3. Impacto en exportaciones e importaciones: Chile, un país cuya economía depende fuertemente de las exportaciones de cobre, podría enfrentar desafíos adicionales. Aunque Israel y otros países involucrados directamente en el conflicto no son grandes socios comerciales de Chile, las tensiones internacionales afectan la demanda global. La incertidumbre sobre la economía mundial podría provocar una caída en la demanda del cobre, y si esta disminuye, el precio podría caer, reduciendo los ingresos fiscales y afectando el crecimiento económico del país. Esto se reflejaría en menos recursos para financiar programas sociales y otras prioridades nacionales

4. Aumento de la aversión al riesgo: en tiempos de conflicto, los inversionistas tienden a ser más cautelosos, lo que genera una mayor aversión al riesgo. Esta actitud podría conducir a una salida de capitales desde los mercados emergentes, como el chileno, debilitando la moneda local.

El conflicto entre Israel e Irán pone de manifiesto la vulnerabilidad de Chile ante los shocks externos. La interconexión de los mercados internacionales, especialmente en materias primas como el petróleo y el cobre, hace que la economía chilena, aunque distante de las zonas de conflicto, se vea fuertemente afectada por las fluctuaciones globales. Esta situación subraya la importancia de diseñar políticas económicas robustas que permitan mitigar los impactos de estas crisis externas, protegiendo el bienestar de las personas y la estabilidad económica del país.