Las dunas de Ritoque y el humedal de Mantagua: Entre el peligro y la esperanza
Expertos y autoridades analizan situación de la zona; mientras que las ONG esperan que haya más herramientas legales para protegerla, como nombrarla Santuario de la Naturaleza.
Hace dos semanas que las miradas están puestas en el sector de las dunas y la playa de Ritoque, así como el humedal de Mantagua. Todo comenzó el pasado 27 de septiembre, cuando una camioneta roja, manejada por Cristóbal Verschae González, entró a la playa a gran velocidad matando aves y polluelos que son propios del ecosistema local.
El empresario viñamarino fue formalizado por maltrato animal, conducción de automóvil con patente correspondiente a otro vehículo - era clonada de un auto de la misma marca y modelo inscrito en Temuco- y por conducir con licencia de conducir suspendida.
El hombre quedó con arresto domiciliario total, y el juez dictó 120 días para la investigación. Por si fuese poco, una treintena de 4x4 fueron vistos posteriormente andando a gran velocidad en medio de las dunas.
Pero más allá del tema legal, ambos hechos reabrieron una antigua necesidad de los habitantes del sector: contar con un paragua legal más amplio que pueda proteger su especial flora y fauna.
Detalles del ecosistema
El humedal de Mantagua y dunas asociadas cubren una superficie aproximada de 269 hectáreas, conformando un paisaje heterogéneo donde destacan variados ecosistemas en un reducido territorio: humedal con vegetación hidrófila y palustre, campo dunar con vegetación psamófila, playa, matorral, plantaciones de especies exóticas y bosque nativo en quebradas.
Asimismo, es parte del Corredor Biológico del Litoral Costero de Chile e integra el Corredor Biológico de toda América, ruta migratoria de las aves del hemisferio norte que visitan Chile en primavera para pasar el invierno boreal.
La bióloga marina especialista en avifauna y académica de la Universidad de Valparaíso, Carolina Yáñez, explica que en las dunas "se encuentran un montón de aves playeras, como se les llama en general, que pueden ser chorlos, playeros -hay uno que se llama específicamente así-, pilpilenes, queltehues, y varias especies de gaviotas y gaviotines. Y en el humedal de Mantagua, es decir, en el espejo de agua, aves acuáticas. Varias especies de patos y zambullidores".
"Estos ecosistemas son súper importantes para las aves, porque muchas de ellas, en el verano o primavera, usan estos espacios para reproducirse. Entonces, su estrategia evolutiva fue que, en lugar de hacer nido, simplemente depositan sus huevitos en la arena, porque tienen un camuflaje increíble. Y luego, cuando nacen, también tienen un camuflaje súper bueno, como los polluelos de queltehues que no se ven, son realmente invisibles", detalla.
Además, como en el humedal y las dunas "hay mucho espacio es como un súper mega resort para las aves. Ellas vienen a descansar", dice. "Estamos hablando de aves que están en época reproductiva y las que vienen de Estados Unidos o de Canadá a descansar. Entonces, imagina que en verano lo único que quieres es descansar, dormir tu siesta, y están tus hijos o tus nietos, tus sobrinos, todo el día, digámoslo en un muy buen chileno, molestando".
Eso es lo que sucede, por ejemplo, cuando entran vehículos motorizados al sector o perros sueltos. "Si tú estás pasando en un vehículo a 70, 80, hasta 100 kilómetros por la playa, no vas a ver un huevo diminuto, perfectamente camuflado. Vale decir, esas personas, que están usando esos vehículos, están aplastando bebés, así de simple", asegura Carolina Yáñez, apuntando a que "están en un estrés fisiológico todo el tiempo".
Otras preocupaciones
Tanto expertos, como autoridades y voceros de organizaciones que esperan preservar el sector coinciden en los peligros que generan los vehículos y también los animales en el sector. El seremi de Medio Ambiente, Hernán Ramírez, específica que "tenemos avifauna presente en la albufera en categoría de conservación, los cuales requieren tranquilidad para poder nidificar. Sin embargo, las personas igual ingresan, sin necesidad de meter ruido, afectando fuertemente esta biodiversidad. La naturaleza también necesita tener espacios de descanso y refugio".
"Otro problema que se presenta en estos lugares -continúa- es el pastoreo de ganado, deambular de perros vagos y el ingreso de mascotas, animales que pueden transmitir graves enfermedades a la fauna nativa".
Y no sólo a ésta, ya que también existe una flora importante. El seremi destaca que en las dunas de Ritoque se encuentra la especie Oenothera grisea -especie de Don Diego de la Noche-, "constituyéndose en un endemismo estricto, bajo la categoría de amenaza: En Peligro Crítico (RCE, MMA), su único hábitat son las arenas de esas dunas. Parte de nuestro patrimonio natural".
En el sector "existen aproximadamente 50 sitios arqueológicos registrados por el Consejo de Monumentos Nacionales", agrega, refiriéndose a los conchales arqueológicos que tienen restos de cerámicas de la cultura Bato, Lloleo y otras que poblaron la zona.
Protección
Actualmente las dunas de Ritoque y el humedal de Mantagua son reconocidos como Sitio Prioritario de acuerdo a la Estrategia Regional de Biodiversidad (ERB, 2005) de la región de Valparaíso. ¿Qué significa esto?
"Deben entenderse como lugares de conservación, y sus áreas de influencia, donde es posible realizar actividades que no vayan en contra de la sustentabilidad de dichos sitios", asegura el seremi.
Precisa que Mantagua "se encuentra reconocido como Humedal Urbano, de acuerdo a la Ley 21.202, desde febrero del año 2023"; y que "el PREMVAL del año 2014 estableció que el sector Dunas de Ritoque está grabado como área verde".
Sobre este último punto Andrés León, vocero de la ONG Dunas de Ritoque, recuerda que en aquella época "se iba a construir en ese sector y se logró, con la comunidad, presionar y se dejó una buena parte del sector de dunas de Ritoque como área verde".
"Se asumió el compromiso del Gobierno, también, de proteger ese sector y de ahí se acordó también el compromiso de hacer unos estudios de sitios de alto valor para la conservación (...). En ese tiempo ya se definió como un lugar de importancia y en el fondo que había que proteger para mantenerlo para las futuras generaciones por la riqueza un poco de su hábitat".
Diez años después, ¿se ha avanzado en algo? "No, y eso es lo que nos preocupa", indica León. Esto porque la entrada de vehículos al sector no es el único problema que enfrenta éste, pues también están los episodios
Estos ecosistemas son súper importantes para las aves, porque muchas de ellas, en el verano o primavera, usan estos espacios para reproducirse".
Las personas igual ingresan, sin necesidad de meter ruido (...). La naturaleza también necesita tener espacios de descanso y refugio".
Flor Arbulú Aguilera
flor.arbulu@mercuriovalpo.cl
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