Cambios en la gestión de Cultura
Un documento elaborado por el centro de estudios Horizontal plantea fortalecer la alianza público-privada en este ámbito.
Aunque presenta un panorama algo desalentador de la actividad, el documento "Cultura Democrática: propuestas culturales para el Chile de hoy", elaborado por el centro de estudios Horizontal y recientemente presentado en Valparaíso, representa una profunda disección de los problemas y oportunidades que enfrenta la escena artístico-cultural en Chile, con especial aterrizaje en la realidad de los artistas y las empresas productoras. Entre otros puntos, el documento advierte que en nuestro país hay pocos incentivos para la colaboración público-privada y apunta que las políticas culturales no han tenido como objetivo fortalecer la autonomía financiera y la sustentabilidad de las organizaciones culturales y sus participantes. El resultado es un conjunto muy grande de artistas de los más variados ámbitos, que sobrevive gracias al aporte permanente del Estado mediante concursos o asignaciones, sin encontrar herramientas alternativas de desarrollo.
Para los autores del informe, entre ellos la encargada de Cultura de Horizontal, Javiera Parada, el país debe avanzar a una nueva etapa que permita generar un ecosistema cultural donde la colaboración entre sociedad civil, Estado y sector privado sea una norma y no una excepción. En pocas palabras, piden una nueva fase en la instalación del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, cuyo actual funcionamiento debería sufrir importantes cambios para dar cabida a la promoción de organizaciones culturales que, sin ser estatales, cumplen un rol fundamental en la entrega de bienes públicos y cuentan con una larga experiencia en programación y producción cultural. El incremento histórico de fondos para el Ministerio de las Culturas previsto en la Ley de Presupuestos 2025 no tendrá efecto de largo plazo mientras no se actualicen estos mecanismos de gestión y sus sistemas de financiamiento, gasto y fomento de las actividades artísticas. Tampoco tiene mucho sentido mantener una sede simbólica en Valparaíso si no es allí, frente a la Plaza Sotomayor, que se toman las resoluciones importantes, se discuten los grandes temas y se ejecutan las actividades más trascendentes en este ámbito a nivel país. La ciudad, igual que el sector cultural, está cansada de gestos y símbolos; requiere acciones concretas, enérgicas y duraderas.