Sánchez pasa a la ofensiva: paga todas las deudas y quiere ir por la liguilla
FÚTBOL. Presidente de Wanderers creó un comité de crisis y se puso al día con los proveedores. Sociedad anónima habría desembolsado cerca de doscientos millones de pesos.
"Yo me voy a retirar cuando deje a Wanderers con superávit, me voy a ir luego, creo que en la próxima temporada el club va a estar con superávit". Con esa premisa asume Reinaldo Sánchez la profunda crisis por la que atraviesa la sociedad anónima caturra, que controla con el 60% de las acciones.
Después del vergonzoso episodio del domingo, cuando el Decano no pudo jugar con Universidad de Concepción en Playa Ancha porque no se le había pagado a la empresa de seguridad que contrata a los guardias, el presidente del club porteño decidió pasar a la ofensiva.
El lunes el empresario microbusero creó un comité de crisis integrado por sus hijos Luis y Andrés, además de su nieto Matías. Y la instrucción fue poner orden en lo financiero y deportivo.
El presidente de la comisión de fútbol se ha preocupado de manejar cómo enfrentará la institución porteña la denuncia que presentaron ante el Tribunal de Disciplina la gerencia de Ligas Profesionales de la ANFP y Universidad de Concepción, por la suspensión del duelo del domingo.
Mientras, los directores Luis Sánchez y Matías Sánchez estuvieron encargados de realizar los pagos pendientes a los distintos proveedores de la S.A., dentro de los que se cuentan, entre otros, el Instituto Nacional del Deporte, por el arriendo del estadio Elías Figueroa; y las dos empresas de seguridad con las que tenían deudas ("JF" y "Pretorianos").
"Desde el día lunes que estamos poniéndonos al día con deudas. Le hemos pagado a proveedores nuestros. Creo que era cosa de buscar otro tipo de alternativas. Pienso que este incendio debió apagarse antes, pero no estaban los interlocutores para solucionarlo. Ni de parte de ellos ni de parte nuestra", señala Luis Sánchez, quien añade que "no puedo dar una cifra exacta de lo que hemos pagado en estos momentos, hemos pagado muchas cosas, más de doscientos millones".
De acuerdo al director de Wanderers, es evidente que se cometieron errores en la gestión del club y no le hace el quite a la autocrítica: "Negar eso es como taparse los ojos. Pienso que no hubo interlocutores válidos para solucionar problemas simples. Tanto de los acreedores como del club, se estiró el elástico demasiado
"La responsabilidad es de la directiva y del gerente", agrega. "Se pueden haber hecho cosas buenas o se pueden haber hecho cosas malas, pero nadie puede decir que nos estamos aprovechando de la institución", dice el ingeniero comercial.
Según el hijo de Reinaldo Sánchez, el club ha vivido momentos críticos, como la "Wandertón" de Luis Santibáñez en los noventa. Y reconoce que el actual es de esos instantes complejos en la historia caturra.
Poca ayuda
Sin embargo, también se lamenta por la falta de apoyo. "A nosotros nunca se nos acercó el alcalde Sharp, el seremi de Deportes nos ayuda en la medida de lo posible. Lamentablemente, creamos anticuerpos en quienes gobiernan hoy", acusa.
Ante esto, la reflexión del director de la sociedad anónima porteña es que "somos de las pocas personas que van quedando en Valparaíso y en la región que pueden hacer algo por Wanderers, la otra opción es gente de afuera, que tiene otro tipo de intereses. Y nosotros no le vamos a estar vendiendo ni a los rusos, ni a los mexicanos, ni a nadie, porque queremos al club, pero acá en Valparaíso quién va a querer comprarlo".
Respecto al rechazo que generan en parte de la hinchada, el dirigente afirma que las reacciones en redes sociales o los cánticos en el estadio son un autoboicot de los wanderinos.
"Los únicos que van a venir bajo estas circunstancias son los que quieren hacer un negocio con la institución. Nosotros no queremos eso, la gente piensa que lo que pasó lo hicimos para vender el club, ¡pero cómo pueden pensar eso, si le baja el precio!", espeta.
$ 200 millones sería la cifra aproximada que debió cancelarle la S.A. caturra a sus proveedores.
$ 25 millones es lo que habría pagado Wanderers al IND por arriendo atrasado del estadio.
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