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Con más del 50% de los votos Mella vuelve a mandar en Quillota

MUNICIPALES. Quien fuera alcalde durante 28 años logró destronar a Óscar Calderón en una dura campaña.
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Cristián Rojas M.

Luego de haber sido alcalde de Quillota por 28 años, y por ley no haber podido repostularse en las pasadas elecciones municipales, el médico Luis Mella (independiente, ex DC) volverá a ser el jefe comunal, tras imponerse con un 50,30% de los votos, -con el 90,78% de las mesas escrutadas- por sobre el alcalde en ejercicio, Óscar Calderón (Ind.), quien obtuvo el 39,75% de los sufragios. En tercer lugar quedó el independiente apoyado por el Partido Republicano Gustavo Bertelsen, con un 9,95%.

Luego de saberse triunfador, Mella dijo estar "muy contento, muy agradecido de la gente de Quillota, que me ha dado este triunfo para volver a ser a ser su alcalde, para volver en la senda de lo que construimos durante 28 años".

Aseguró que "no es fácil volver después de un periodo, y lo único que tengo hoy día son palabras de agradecimiento para la gente, y el compromiso de trabajar con todas mis fuerzas para sacar adelante a Quillota, para ayudar a las personas que sufren, y especialmente para generar desarrollo, para que Quillota cada día pueda ser una mejor ciudad, más segura, con mejores oportunidades. Y vamos a volver a hablar de la Ciudad Feliz. Eso que quedó guardado en un cajón, volverá a salir con toda la gente de Quillota".

"equipos nuevos"

Sobre esto último, y luego de la masiva celebración en la Plaza de Quillota, el flamante ganador afirmó que "la gente tiene derecho a ser feliz, tiene derecho al buen trato, tiene derecho a un ambiente seguro, tiene derecho a vivir en su ciudad con tranquilidad. Y eso es lo que queremos hacer, y lo vamos a hacer con equipos nuevos, vamos a traer equipos nuevos a la municipalidad, para que ellos sean los que dirijan esta nueva etapa de mi gestión".

Haciendo un balance, Mella sostuvo que "fue una campaña dura, la gente más cercana a mí sabe qué tan dura fue, y doy vuelta la página en eso. Lo que importa hoy día es que todos nos pongamos la camiseta de Quillota y que trabajemos por el progreso de esta hermosa ciudad de la Quinta Región".

Mella asumirá el cargo por por octava ocasión, al cual llegó por primera vez en 1991 y tuvo que dejarlo en 2021, impedido de repostularse tras la modificación legal en esa materia.

En las elecciones de 2021 decidió apoyar a quien finalmente resultó elegido, Óscar Calderón, pero esta vez compitió contra él y resultó vencedor.

Durante la campaña, el flamante alcalde electo tuvo públicas diferencias con quien buscaba la reelección, Óscar Calderón, fundamentalmente sobre el destino del edificio del ex Hospital San Martín. El alcalde en ejercicio, en tanto, le cuestionó a Mella la deuda municipal que dejó en sus últimos años de mandato, la cual el actual jefe comunal consiguió sanear.

Luis Mella tiene tres hijos, y el mayor es el consejero regional Cristian Mella.

Nada detiene a Ripamonti

Doctor en Comunicación Director Escuela de Periodismo PUCV
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El primer resultado de una mesa en Viña del Mar que se transmitió ayer por la televisión abierta nacional, mostró el triunfo de Iván Poduje para la alcaldía en dicho conteo de votos. Rápidamente, la noticia en desarrollo comenzó a expandirse, generando diversas reacciones. Era una mesa, pero la sensación que se proyectaba en algunos círculos políticos era que la pugna en la Ciudad Jardín estaría cerrada.

Sin embargo, pasaron los minutos y el escenario evidenció una realidad que terminó por no generar sobresaltos para el Frente Amplio en la comuna. Macarena Ripamonti triunfaba cómodamente. Pese a que el independiente Poduje se alzaba como el único candidato opositor a la gestión de la alcaldesa, es decir, no experimentaría la dispersión electoral que ocasionaron los republicanos o los social-cristianos en la derecha, en el mensaje compartido por el arquitecto en su derrota, señaló los problemas al comunicar su proyecto.

Efectivamente, fue uno de los temas más bajos que tuvo Poduje. Candidato que comunica mal, no da con el tono adecuado, se aprecia incluso alterado en instancias clave y no consigue cerrar su identidad política con un programa que entusiasme, es difícil que pueda vencer. Pero esto no lo explica todo.

Ripamonti no solo triunfó porque tuvo un mal candidato al frente, como le aconteció en su momento a Jorge Sharp en Valparaíso o recientemente a Freddy Ramírez en Concón, sino que en poco tiempo liderando el municipio, la alcaldesa comprendió las claves que le darían una victoria en Viña del Mar con voto obligatorio.

Esas claves no son nuevas para la comuna, ya se vieron en los sendos triunfos históricos de Rodrigo González y de Virginia Reginato, de tiendas políticas diferentes y contextos también distintos. Independiente de cómo esas administraciones culminaron sus días en el sillón alcaldicio, los cerros eran y son los bastiones que aseguraban y siguen asegurando las cifras que alcanzó anoche Macarena Ripamonti. El plan de Viña ayuda, los cerros definen todo.

La alcaldesa cimentó un trabajo territorial de varios años que se vio incrementado luego de la tragedia de los incendios, cuando el fantasma de una votación adversa podía verse en un horizonte de posibilidades. Una gestión cercana con los líderes vecinales, haciéndoles partícipes de proyectos emblemáticos para los diversos barrios vulnerables y populosos de la ciudad, incrementó una red electoral de apoyos mutuos que se hizo muy compleja para el ingreso estratégico de un foráneo como Poduje.

En su campaña, Ripamonti se focalizó en recordar los escándalos de corrupción a los que el municipio viñamarino se había acostumbrado en el pasado, pero en todo momento lo complementó con el listado de obras concretadas durante su periodo en los sectores más desprotegidos. El despliegue fue total, con capacidad de desmarcarse de los desaciertos del gobierno de Gabriel Boric, dándole autonomía frente al nivel central.

A esto se debe sumar, la capacidad comunicacional política que Ripamonti sí tiene, entendiendo la forma de ocupar las redes sociales, estar acompañada de figuras significativas para los cerros en sus "lives" y la fortaleza de su personalidad en el diálogo interpersonal con los vecinos. El triunfo de Ripamonti es simbólico para su sector. No era fácil para las figuras del Frente Amplio retener las alcaldías de mayor trascendencia en esta elección. La condición de incumbentes en las comunas más importantes del país era una dificultad, como se ha visto, por ejemplo, en la Región Metropolitana.

No obstante, Ripamonti demostró, nuevamente, que tiene ventajas competitivas como candidata. Aumenta de 49 mil a más de 104 mil sus votos. En 2021, doblegó por más de 20 mil votos a Andrea Molina, ahora hace lo mismo con Poduje. De igual forma, Viña del Mar tuvo otro candidato que comenzó a vislumbrar sus contornos, propios de la desafección: los votos blancos y nulos superaron los 27 mil (11%). Pero, por el momento, eso tampoco detendrá a Ripamonti.

Claudio Elórtegui Gómez