RELOJ DE ARENA
Turismo, quejas tras los buenos números
Malas caras le están poniendo al turismo muchas ciudades de Europa. Los millones de visitantes que llegan cada año a ciudades consideradas como emblemáticas por sus características, construcciones y oferta de atracciones que van desde la prostitución hasta historia y la cultura, afectan la vida diaria de los ciudadanos comunes y corrientes.
Además, esta corriente amenaza a los espacios que son, paradojalmente, atracción para los visitantes. Son construcciones o lugares que tienen siglos de existencia y de recargado movimiento. Caso típico es Venecia donde ya se han adoptado medidas para frenar la cantidad de visitantes cobrando 5 ó 10 euros como derechos de acceso.
Tras el turismo y su impacto negativo están los pesos, digamos dólares o euros, que son parte de la economía de los países "víctima" de esta invasión de larga data y con ritmo creciente.
Así, por ejemplo, en España el turismo significó en 2023 el 12,8% del Producto Interno Bruto, PIB.
Lo anterior es solo un ejemplo de lo que representa la actividad para muchos países a través de las ofertas de servicios en transporte, hotelería, gastronomía, espectáculos y comercio en general. Y los ingresos suponen empleos de variada calidad y remuneración.
Está como un ejemplo extremo de efectos negativos la ciudad Amsterdam, capital de los países bajos. El descontrol se manifiesta en drogas y prostitución que golpean el diario vivir de la ciudad y de sus residentes. En una propuesta extrema la municipalidad local prohibirá la construcción de nuevos hoteles o locales de alojamiento.
Los rechazos al turismo tienen expresión pública en Barcelona, destino ideal para muchos visitantes de Europa y, por cierto, de América Latina. Se registran marchas y hasta "amigables" agresiones a los visitantes con pistolas de agua.
Se alega que la ciudad pierde su identidad y hasta "expulsa" a los residentes tradicionales con altos precios de alimentos, servicios y arriendo de viviendas que se van convirtiendo en puntos de alojamiento, desde hoteles convencionales hasta lugares de acogida informales.
La mirada chilena
¿Y cómo vemos desde Chile este panorama? ¿Lejano o cercano?
El turismo nacional tiene sus orígenes en el siglo antepasado. Siendo chovinistas afirmamos que aparece en Viña del Mar con la oferta de cabañitas que se arrendaba a los visitantes. Las levantó por allá por 1855 un alemán, Heinrich Bohn, para el alojamiento de los primeros turistas que llegaban a Viña del Mar gracias a los tramos iniciales del ferrocarril que en 1863 remataría en Santiago.
Bohn, además, emprendedor, fabricaba cerveza realmente artesanal. Este entusiasta germano sabía del flujo de visitantes pues ocupaba el importante cargo de jefe de la estación viñamarina.
Gran paso para la precursora oferta turística viñamarina fue la construcción en 1874 del Gran Hotel, situado en la esquina de las calles Álvarez y Quillota, iniciativa de José Francisco Vergara. Gran inversión 106 mil pesos de la época. Por décadas fue el epicentro de la actividad social viñamarina, no solo como alojamiento, sino que también como escenario de presentaciones artísticas.
Contaba el hotel con bien cuidados jardines y consigna un cronista de la época con un "agradable baño de natación que ocupaban por turnos separados primero las señoritas y después los jovenzuelos de antaño". El cronista no habla de las tenidas de estos aficionados a la natación.
En el mismo siglo antepasado Valparaíso contaba con buenos y bien atendidos hoteles, pero no se enfocaban al naciente turismo, sino que al alojamiento de comerciantes que por diversos motivos llegaban al puerto, principal plaza económica del país con proyecciones internacionales a través del Pacífico.
Como visitantes precursores de Chile, los pioneros del turismo internacional, se debe consignar a la escritora británica Mary Graham, que permaneció en el país en los años 1822 y 1823. Aquí falleció su esposo y sus restos están sepultados en Valparaíso. Uno de sus trabajos "Diario de una residencia en Chile" refleja el ánimo del conocimiento de lugares, personas y costumbres que la inspiraba.
Otro visitante al que se puede considerar como un "turista", es el príncipe Luis Amadeo de Saboya, que llegó al país en marzo de 1904, al mando del crucero italiano "Liguria". Su viaje no tenía un objetivo comercial ni diplomático. Era simplemente de conocimiento, sumándose así a los numerosos visitantes que llegaban justamente con ese interés al país, el conocimiento de estos lejanos territorios. Repúblicas jóvenes que comenzaban a ser parte de la gran historia universal.
El rol de ff.cc.
Formalmente el turismo como una actividad estructurada e importante aparece en las primeras décadas del siglo pasado con iniciativas e inversiones de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado que financió la construcción de hoteles en localidades del sur como Pucón y Puerto Varas. Además, en 1930 establece un servicio veraniego llamado "Viajes Circulares" con trenes con coches comedor y dormitorio que hacían un recorrido hasta Puerto Montt deteniéndose en los puntos de mayor interés. El concepto de naves de turismo aplicada a los ferrocarriles. "El viajero no necesita preocuparse de ningún detalle del viaje. Una vez instalado, el tren lo conducirá a través de una de las regiones más hermosas del mundo, encontrando, en los puntos que son necesarios, los medios de movilización contratados de antemano por la Empresa para conducirlo donde no llega el ferrocarril", señala una guía de Ferrocarriles del Estado editada en 1930.
El servicio no era barato, $1.450 por personal, ida y vuelta, partiendo desde Valparaíso o Santiago.
Aportes decisivos además se originan en Viña del Mar, con el Casino Municipal, 1931, además de un hotel en la ciudad, el "O'Higgins" en 1935.
Iniciativas locales pioneras que se reproducen a lo largo del territorio, con proyecciones nacionales e internacionales y que suponen actualmente más de medio millón de puestos de trabajo e importantes inversiones.
Se ha pedido, además, la creación de un ministerio de Turismo. Lo que aparece como lógico y candidatos sobran. Es cierto que hay una subsecretaría y en las esferas oficiales de colores diversos hay interés por el rubro.
Proyección
El movimiento de visitantes, tanto internos como externos, va en crecimiento. Los primeros "descubridores" de Chile como destino fueron nuestros vecinos argentinos inicialmente estimulados por el fenecido Ferrocarril Trasandino. Luego llegaron en sus propios vehículos o en transporte público, pese a demoras variadas. Rubro importante en esa corriente son las compras a buen precio de artículos importados.
Y también el turismo de compras fue por mucho tiempo una motivación de los chilenos para traspasar la cordillera. En fin, las tendencias cambian y las variables son una condicionante importante de la actividad.
Dentro del rubro internacional está la llegada de cruceros, también con variables.
Como sea, aún no alcanzamos la saturación que molesta a muchas ciudades de Europa, llegando a impuestos de ingreso. Todo ello resultado del daño que causan muchos visitantes afectando el entorno y, en último término, la vida diaria de los residentes permanentes.
¿Estamos en este feliz extremo del mundo libres de esos problemas y del rechazo a la actividad?
Un ejemplo cercano, opinable, está a la vuelta de la esquina, en Valparaíso, en los cerros Alegre y Concepción. Su condición residencial, segura y silenciosa ha cambiado con una nutrida oferta de gastronomía y diversión nocturna. Esto se traduce en intenso tránsito con calles bloqueadas, contaminación acústica y delincuencia que no discrimina entre residentes y visitantes.
En Viña del Mar al área poniente de Población Vergara, tradicionalmente residencial, ha sido invadida por la gastronomía y el tradicional Casino Municipal, ahora con otro apellido, es objetivo de "trabajadoras sexuales" que captan clientes uno de los cuales recientemente en vez de horas de agrado, ha encontrado la muerte. Y también llegan las "tomas" con la invasión de ambulantes en la tradicional Avenida Perú.
Se dirá que son casos aislados, visión opinable. En todo caso externalidades lamentables que acompañan al crecimiento turístico que en su mejor cara luce inversiones y fuentes de trabajo, requeridas pues el desempleo y la informalidad aparecen como situaciones endémicas.
De dulce y de agraz, variadas miradas y reacciones para una actividad, universal, cada día más importante.