"La autocrítica parte en los jugadores, pero debe llegar hasta los dirigentes"
Cuando volvió a Wanderers el año pasado, Kevin Vásquez hizo una profunda reflexión respecto a la gran diferencia institucional que existía entre el Decano y la mayoría de los otros clubes del país. Hoy, sin embargo, el lateral reconoce su decepción por lo que le tocó vivir en Valparaíso las últimas semanas.
"Duele mucho más, porque nací acá, estuve toda mi infancia y juventud en Wanderers, entonces quiero lo mejor para la institución", dice el playanchino.
La horrible campaña deportiva, que terminó coronada por una vergonzosa suspensión del partido ante Universidad de Concepción por la ausencia de guardias en Playa Ancha, dejó con una amarga sensación al defensa, quien realiza un análisis donde pone una derrota en particular como punto de inflexión.
"Tuvimos un mal comienzo, pero luego ganamos tres partidos al hilo. Pienso que el momento clave para todo esto fue ese partido con Magallanes en que íbamos dos a cero arriba y terminamos perdiendo tres a dos. Desde ese minuto empezaron los malos resultados, tuvimos varias fechas sin ganar, lo que provocó la salida de Francisco Palladino. Con la llegada de Jaime García cambiaron las cosas, otros jugadores empezaron a tener mayor protagonismo, pero tampoco pudimos encontrar ese juego que mostramos en Copa Chile. Y justo en la fecha final pasó lo que pasó en el estadio con los guardias", relata.
- ¿Los cambios de entrenador les pasaron la cuenta durante el año?
- No creo, porque el equipo siempre respondió bien ante los cambios, los jugadores siempre estuvieron disponibles, a pesar de todo nadie se salió de entrenar, todos dispuestos a lo que dijera el entrenador de turno. Sin embargo debe haber una autocrítica, porque si cambian los técnicos es porque había algo que estábamos haciendo mal nosotros, los jugadores.
- A principio de temporada dio la impresión que se estaba trabajando bien. La dirigencia mantuvo al cuerpo técnico que casi consigue el ascenso y se renovó con prácticamente todo el plantel que tuvo un gran 2023. ¿Qué pasó entonces? Los resultados no fueron los mismos.
- Quisieron mantener la misma base, cambiaron un par de nombres, pero se nos fue gente importante, partieron tres jugadores que marcaban diferencias individualmente.
- ¿Se refiere a Matías Plaza, Lucas Cepeda y Paolo Guajardo?
- Sí. Ellos tres individualmente marcaban muchas diferencias. Trataron de fichar jugadores parecidos para seguir con la misma línea, pero lamentablemente ni el equipo, ni cada uno de nosotros pudo mostrar su mejor versión. Eso es una realidad. Lamentablemente no estuvimos en nuestra mejor versión para seguir el proyecto con Francisco Palladino.
- ¿Piensa que la mayor responsabilidad en todo esto es de los jugadores?
- Esto es un conjunto, todos tenemos culpas, partiendo por nosotros, pero después debe venir la autocrítica de cada entrenador que estuvo, por qué no nos pudieron llevar a mejores resultados. También debe haber una reflexión de toda la estructura de Wanderers para explicar por qué no llegamos a los resultados que se esperaban. Esta autocrítica parte en los jugadores, pero debe llegar hasta la parte dirigencial.
- ¿Wanderers fue una decepción este año?
- Para las expectativas que teníamos, no lograrlas es un fracaso, no alcanzamos la meta. Sin embargo de esto también se sacan cosas buenas, hay que aprender de los errores para no volver a cometerlos el próximo año.
- El desastre en términos administrativos que ocurrió en el partido con Universidad de Concepción no fue responsabilidad ni del técnico, ni de los jugadores. Por culpa de esa irresponsabilidad de los ejecutivos y dirigentes de la sociedad anónima, el equipo se quedó sin poder seguir compitiendo.
- Desde nuestra parte fue una tristeza total, porque veníamos sumando y nos sentíamos preparados para competir. Quedamos con una espina, porque si ganábamos ese partido nos metíamos a liguilla. Sabemos que no fuimos regulares, pero podíamos arreglar el año entrando a la liguilla, porque ahí puede pasar cualquier cosa, es un campeonato corto.
- ¿Quedaron muy molestos con la dirigencia por lo que pasó?
- Sí, quedamos molestos y como jugadores muy apenados.
- ¿Y eso pudieron decírselo a los dueños de la sociedad anónima?
- Sí, conversamos las cosas, pero más que eso no.
- Cuando volvió a Wanderers, recuerdo que dijo que algunos jugadores no valoraban lo que les entregaba el club, porque en otros equipos las condiciones eran horribles. Sin embargo en esta oportunidad lo que usted siempre valoró no estuvo a la altura y me imagino que sufrió una suerte de "decepción institucional".
- Trato de asumirlo de otra manera, ya tengo 27 años, pasé todo esto en otros clubes y lamento que nos haya pasado aquí. Yo vivo en Valparaíso y todo el mundo me pregunta qué ocurrió. Eso duele harto. Espero que se saque un aprendizaje y que no se vuelva a repetir.
- Usted es playanchino y además hincha caturro. Cómo vive este divorcio entre los fanáticos porteños y la dirigencia.
- Es un momento tenso. Para que nos vaya bien como club debe haber una unión entre todas las partes, la hinchada, la dirigencia, los jugadores, el cuerpo técnico, tenemos que ir todos en un mismo riel y eso, lamentablemente, hoy no es así. Ese es el principal trabajo de los dirigentes en este momento, llamar a la gente a hacer un trabajo en conjunto, de eso se trata un club deportivo.
- ¿Les afectó mucho el episodio de Marcelo Cañete y Carlos Muñoz, que estaban enfrentados por diversas razones con la sociedad anónima?
- Tratamos siempre de apoyar a los compañeros. Valoramos lo que hicieron, porque nunca dejaron de entrenar, pese a lo que estaban viviendo, siguieron sumando, podrían haberse ido por otro lado, pero nos topamos con buenas personas que nunca remaron para atrás.
- ¿En qué está usted? Entiendo que la dirigencia quiere que siga en el equipo.
- Cuando firmé el finiquito me hicieron saber que quieren contar conmigo para el próximo año. Ahora depende de las negociaciones que se puedan dar. Si sale algún proyecto mejor lo voy a tomar, pero mi primera opción es Wanderers, es mi casa y el club de mi vida.
"Para que nos vaya bien como club debe haber una unión entre todas las partes, la hinchada, la dirigencia, los jugadores, el cuerpo técnico, tenemos que ir todos en un mismo riel y eso, lamentablemente, hoy no es así".
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