"El fuego, con su capacidad destructora, es una de las principales amenazas (al patrimonio)"
El especialista participará en Congreso sobre el tema, organizado por el CBV entre el 21 y el 23 de este mes.
"Lo sucedido en Valencia, lo podemos calificar como la tragedia más importante de este siglo en España", asegura Pablo Muñoz del Olmo, jefe de Bomberos y Protección Civil en el Ayuntamiento de Cuenca y presidente de la Fundación Fuego.
Reflexiona que "no es el momento de análisis, sino de trabajar, pero habrá que estudiar los fallos, pues tanto en el aviso a la población como en la respuesta posterior hubo una gran descoordinación entre las administraciones con consecuencias devastadoras, que al día de hoy se siguen sufriendo".
Sobre el rol que cumplió bomberos en esta catástrofe, sostiene que fue "importantísimo en los primeros inicios de la tragedia, en el rescate de víctimas atrapadas por el agua". Actualmente, además, "bomberos de toda España están en Valencia ayudando a intentar restablecer la 'normalidad', que tardará mucho en llegar".
"Sus acciones principales se están centrando principalmente en el de achique de agua en garajes (hay miles de garajes llenos de agua), y en la búsqueda y rastreo de víctimas", acota.
Trabajo patrimonial
Precisamente la labor que está desarrollando en Valencia le impedirá participar presencialmente en el Congreso Internacional Operaciones de Emergencias del Sitio de Patrimonio Mundial, que se desarrollará entre el 21 y el 23 de este mes, aunque sí lo hará en modo virtual con su ponencia "La protección del patrimonio histórico: Una capacidad fundamental de los bomberos".
El encuentro es organizado por el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso (CBV), a través de su Departamento de Patrimonio; y se enmarca en la necesidad que tiene la institución de especializarse al respecto, sobre todo cuando hay emergencias estructurales que se generan en el casco histórico, el cual es Sitio Patrimonio de la Humanidad. Ello, sin contar, las edificaciones que son Monumentos Nacionales o los Museos que resguardan parte del acervo de la ciudad.
"Durante mucho tiempo no se tomaba conciencia respecto a cómo se atacaba este tipo de emergencias", asegura Vicente Maggiolo, comandante del CBV, pues se hacía como se abordaba cualquier otra. Sin embargo, hace 15 años surge la iniciativa de la institución "para perfeccionarnos en este aspecto, para hacer el menor daño posible en las estructuras y a los bienes, porque éstos son los que le van a servir a las futuras generaciones para no perder la memoria, para poner en valor los orígenes, que es algo fundamental para pensar en el futuro".
Siguiendo esta línea, Muñoz dice que "la protección del patrimonio cultural es una capacidad fundamental de los cuerpos de bomberos. Esta protección busca preservar las señas de identidad de un pueblo; es una obligación legal y moral su conservación".
"El patrimonio cultural es un bien insustituible y el fuego es una de las mayores fuerzas destructivas que le pueden afectar, ya que su acción puede suponer su destrucción total sin posibilidad de recuperación. Por lo tanto, los bomberos son los agentes sociales que mejor conocen el fuego, cómo dominarlo y extinguirlo; qué técnicas utilizar y protocolos deben aplicar para salvar la herencia histórica y cultural más valiosa que hemos recibido, y que es base del estudio de nuestro pasado", añade.
"Los bomberos de Valparaíso han sido pioneros en Chile, en el estudio de esta capacitación. Iniciaron su formación en el año 2013 de la mano de Fundación Fuego y del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, y poco a poco han ido adoptando sistemas de trabajo para adaptarlos a su capacitación dentro de sus funciones frente a las emergencias, hasta llegar a crear un departamento propio de esta capacidad, impulsado por su comandante Vicente Maggiolo y el (ex) superintendente Juan Paredes, poniendo al frente de la misma a un gran bombero y especialista en este campo, al arquitecto Alejandro Coronel", destaca Muñoz.
Asimismo, manifiesta que "actualmente, la Junta Nacional de Bomberos de Chile, ha demostrado un gran interés en este campo por incitativa de su presidente Juan Carlos Field Bravo, con acciones formativas que se realizarán en distintas ciudades del país".
Prevenir es la clave
Sobre las problemáticas más recurrentes que afectan el patrimonio, Pablo Muñoz se sincera: "Para serle muy claro, y después de casi 20 años de experiencia en este campo, en muchas ocasiones las pérdidas más irreparables las produce el tiempo, el olvido, pero sobre todo, la falta de interés".
"La desidia, la falta de apoyo económico y del impulso necesario, hace que los gestores del patrimonio cultural vean este objetivo de protección a veces inalcanzable, dejando para un mañana lo que se puede hacer hoy, y para cuando ocurre la tragedia aflorar tan solo los arrepentimientos", indica.
En cuanto a los riesgos físicos, asevera que "el fuego, con su capacidad destructora, es una de las principales amenazas", debido a su nivel de destrucción. Aunque, advierte, "no hay que olvidar los daños producidos por el agua, aunque este patrimonio afectado es recuperable en alto porcentaje con un tratamiento inmediato y adecuado; y en Chile tampoco hay que olvidar el importante riesgo sísmico que los afecta".
Respecto al fuego, la prevención y la planificación son fundamentales para hacerle frente, tal como indica el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, que se adoptó en la tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas celebrada en la ciudad japonesa el 18 de marzo de 2015, que menciona Muñoz.
Éste considera "vital", manejarse en tres ejes. El primero de ellos es la planificación de la gestión de desastres, que se trata de "adquirir un espíritu preventivo donde el principal compromiso sea realizar un Plan de Acción".
Le sigue "la formación y divulgación de comportamientos y acciones de trabajo para minimizar las consecuencias del desastre". "Tenemos que normalizar una actitud preventiva a través de nuestra propia formación y saber trasmitir esta actitud a las instituciones involucradas para conocer cómo actuar, antes, durante y después de producirse el siniestro", asegura.
El último punto tiene relación con la "implementación de los trabajos diseñados para la prevención de desastres y organización de equipos y medios para dar respuesta frente al riego". Al respecto, considera que "es necesario el compromiso para poder llevar a cabo lo planificado y trabajar tanto en una protección pasiva inicial y una protección activa secundaria".
Trabajo en museos
Uno de los aspectos en que ha estado avanzado el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso tiene que ver con "poder resguardar la historia que hay dentro de estos edificios patrimoniales, a través de pre planificaciones con museos para poder saber qué obras son las que se deben rescatar prioritariamente y cómo se debe hacer en caso de una emergencia", comenta el comandante Maggiolo.
"En eso venimos trabajando, por ejemplo, con el Museo Baburizza y el Museo Marítimo Nacional, buscando a través de nuestra labor operativa, contribuir a la protección de la historia de Valparaíso, en la que como Bomberos Valparaíso también somos parte", agrega.
En este ámbito, Pablo Muñoz del Olmo afirma que "todos los edificios patrimoniales que alberguen tesoros y patrimonio mueble cultural deben tener un plan para ponerlos a salvo, que deben ser conocidos por los bomberos y primeros intervinientes. Un plan de salvaguarda de obras de arte se confecciona para situaciones de emergencia, para poder proteger y en su caso evacuar el patrimonio cultural. Debe existir una estrategia planificada, ensayada, y con una catalogación de cada obra en función de su importancia, tamaño y peso para su posible evacuación", asegura.
"La planificación de la gestión de un riesgo en el patrimonio cultural, no debe ser aislada; al ser una emergencia con consecuencias previsiblemente importantes para nuestro legado histórico y cultural, debe tratarse en coordinación con el sistema de protección civil, para proteger no sólo las vidas, sino también los bienes patrimoniales culturales", sostiene.
"Para ello es necesario establecer mecanismos de colaboración y participación a todos los niveles existentes en materia de seguridad y emergencias, con las encargadas de velar por el patrimonio cultural, así como gestionar los recursos necesarios, garantizando el rescate y la protección de los bienes culturales", finaliza. 2
Flor Arbulú Aguilera
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