Las dificultades del comercio minorista
Con la Navidadad portas, los locatarios de la avenida Valparaíso, en Viña, reclaman por el inicio de trabajos de remodelación.
Cada cierto tiempo llegan al debate viñamarino los problemas que vive la avenida Valparaíso y cómo el paulatino recambio de locales ha dado paso a un nuevo tipo de comercio, que no ha podido rivalizar con el desarrollo comercial de 14 y 15 Norte. Las dificultades que afectan a la tradicional arteria, famosa en los años 70 y 80 del siglo pasado por ser un paseo obligado para la juventud de la época, giran en torno a la falta de seguridad, la proliferación del comercio ambulante y, más recientemente, a los trabajos de remodelación que encuentran resistencia entre los propios locatarios, debido a que se desarrollarán a partir de estas semanas, justo cuando parte la temporada alta de visitas por Navidad y fin de año.
Es cierto que el timming de las obras pudo abordarse de otra manera, quizás en un diálogo más directo con los dueños de locales comerciales y vecinos, pero tampoco es muy realista ni razonable pensar que es posible darle un nuevo empuje urbano a la avenida Valparaíso sin que sus habitantes permanentes y negocios establecidos sufran un impacto por las obras de intervención vial y el recambio de luminarias.
En ese sentido, el devenir de la principal avenida del centro viñamarino no se distancia mucho de otras, como Pedro Montt, en Valparaíso, o las calles Claudio Vicuña y Diego Portales, en Quilpué. Para todas ellas, los cambios en las formas de venta minorista por el advenimiento de los pagos en línea y la promoción de negocios particulares mediante redes sociales, han terminado por arrinconar a un modelo de tiendas que no ha tenido el apoyo adecuado para reinventarse.
Es probable que terminados los trabajos de remodelación y solucionados los problemas de seguridad y comercio ambulante, persista en la avenida Valparaíso y los otros centros urbanos de la zona la percepción de declive. Allí y en otros lugares lo que falta es un aggiornamento más profundo, planificado y apoyado fuertemente por servicios públicos y autoridades, pero además concertado con los propios comerciantes que deben recuperar el espíritu emprendedor y buscar fórmulas de salida para un sistema comercial que vive momentos complejos en todo el Mundo.