Regiones: fondos y atribuciones
El incremento de recursos asignados a la zona para el próximo año no ha tenido su reflejo en otros ámbitos de la descentralización. Aún resta establecer un marco adecuado para que cada región pueda construir adecuadamente -con los controles necesarios- sus propias fuentes de ingresos.
Un alza de 18% experimentó el presupuesto 2025 para la Región de Valparaíso, luego que el Congreso aprobara la asignación de $ 120 mil millones, notablemente mayores que los $101 mil millones entregados para este año. ¿Este es un ejemplo de que el Gobierno comienza a responder a su compromiso regionalista? No tan rápido. Aunque el incremento es sustancial y se acerca a los $ 130 mil millones exigidos por el gobernador Mundaca y un grupo transversal de alcaldes, corresponde a una tendencia al alza que beneficia a todas las regiones en forma proporcional, de manera que Valparaíso se mantiene séptima por el total de montos asignados entre las 15 que hay en el país y quinta cuando sólo se observan los recursos entregados para inversión regional. El problema no sólo radica en que esos puestos no toman en cuenta que somos la segunda Región en importancia, tamaño y necesidades, sino que un alto porcentaje de los fondos entregados por el Ejecutivo se van rápidamente a solucionar problemas que, en primer lugar, son responsabilidad de ese mismo poder central y fueron hidalgamente asumidos por la Región para evitar una profundización de sus consecuencias. Los fondos para mantener los programas de empleo comprometidos por el Ministerio del Trabajo, los arreglos hechos con dineros regionales a los colegios administrados por el SLEP de Valparaíso y los cada vez más importantes recursos usados para compensar los problemas surgidos en la administración de Salud son ejemplos claros de esta situación. Pero la asignación de fondos es sólo un aspecto en la falta de avances significativos en los procesos de descentralización. Aún resta establecer un marco adecuado para que cada región pueda construir adecuadamente -con los controles necesarios y la capacidad técnica adecuada- sus propias fuentes de ingresos y mayores atribuciones para definir lineamientos estratégicos hacia el futuro.