Nuevo equilibrio en el Consejo Regional
Estudio plantea que la nueva composición proyecta escenarios distintos según quién sea elegido para el principal cargo regional. El Consejo Regional es representativo de los intereses globales de la Región y en él deben primar las negociaciones razonables y la solución a los problemas comunes.
Mientras los debates entre la candidata de la oposición, María José Hoffmann , y el del oficialismo, Rodrigo Mundaca, se convierten en duros intercambios sobre las cualidades de liderazgo y competencias en gestión de los contendientes por el cargo de gobernador, en el Consejo Regional esperan expectantes que las segunda vuelta programada para este domingo 24 de noviembre defina con claridad al presidente de la instancia que definirá la asignación de recursos por más de 120 mil millones durante el año 2025.
En ese sentido, un estudio del Instituto Res Pública constató que los equilibrios políticos del Consejo Regional de Valparaíso sufrirán un remezón debido a los cambios significativos ocurridos en las elecciones del 27 de octubre. El informe plantea que en el hemiciclo del Core que culmina su periodo a fin de año hay 15 integrantes del oficialismo y 13 de la oposición. Sin embargo, este equilibrio cambiará drásticamente el 7 de enero de 2025, cuando el Consejo Regional de Valparaíso quede conformado por 17 de oposición y 11 del oficialismo, con una potente presencia del Partido Republicano, que eligió 10 cores. Esta reconfiguración de liderazgos internos y recalibración de las bancadas dará al Core un tono totalmente distinto del vivido hasta ahora, en que un grupo de consejeros veteranos ha marcado los ritmos de negociación interna y la agenda de temas prioritarios.
Este reacomodo provocará fricciones, independiente del gobernador o la gobernadora que asuma la presidencia de la instancia, y planteará con seguridad cierto halo de incertidumbre sobre la forma en que las fuerzas de oposición elijan demostrar su mayoría indiscutible. Con todo, el Consejo Regional debe ser representativo de los intereses globales de la Región, donde primen las negociaciones razonables y la solución a los problemas comunes sobre las agendas particulares de una tendencia o la otra.