Región de Valparaíso vive jornada electoral decisiva para elegir al próximo gobernador
BALOTAJE. Si bien analistas descartan que sea un plebiscito al Gobierno, la elección de hoy pondrá a prueba la campaña del cambio que ofrece María José Hoffmann versus los logros que Rodrigo Mundaca puso sobre la mesa con respecto a su gestión.
Hoy día, en el balotaje de la elección de gobernador regional de Valparaíso, se define la continuidad del proyecto de Rodrigo Mundaca y los logros de su gestión- un militante de Modatima que ganó con 300 mil votos en la primera vuelta en 2021- versus el golpe de timón que ofrece la candidata de la oposición, María José Hoffmann (UDI-Chile Vamos), sobre todo en materia de seguridad.
En general, se trató de una campaña en la que se presentó un Mundaca que se apoyó en los datos de su gestión para destacar su experiencia y conocimiento del cargo, mientras que Hoffmann centró su mensaje en la necesidad de un cambio frente a las "negligencias y falta de liderazgo" que le imputa a la administración actual, enfatizando varias veces que "somos la segunda región más insegura de nuestro país".
Sus críticas hasta la llevaron a prometer que en los dos primeros años de gestión, el 50% del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) se destinaría a seguridad. Este punto se convirtió en uno de los puntos críticos del debate, dado que Mundaca dejó en claro varias veces que eso no se puede hacer, porque las glosas del gasto presupuestario de un gobierno regional están definidas de antemano, llegando a decir que si la inversión no se enmarca "en lo institucional, ocurren los casos de corrupción como los de Cathy Barriga, en Maipú, o del exalcalde, José Luis Yáñez, en Algarrobo".
Hoffmann, por su parte, cuestionó si acaso a su adversario no le daba "vergüenza que su Gobierno construyera 14 casas en 10 meses" en el proceso de reconstrucción posmegaincendio. La respuesta de Mundaca fue: "Vergüenza me daría ser de la UDI, el partido más corrupto de Chile".
En definitiva, fue un proceso de descalificación mutua, pero que contó con sus respectivas propuestas en temas urgentes para la región, como el desarrollo portuario, reconstrucción, déficit habitacional e infraestructura hídrica. En la campaña, la candidata opositora apeló a un cambio radical en seguridad y el incumbente, Rodrigo Mundaca, puso sobre la mesa la inversión que hizo en las policías.
Una factor importante es que en ningún momento le quedaron claras a la ciudadanía las reales atribuciones del cargo, con sus limitaciones y las expectativas que, muchos esperan, se fortalezcan en los próximos años.
Números sobre la mesa
Según el director de la Escuela de Periodismo de la PUCV y doctor en comunicación, Claudio Elórtegui, lo que vaya a pasar con los 279.500 sufragios repartidos en primera vuelta entre votos blancos y nulos se podrá interpretar en base al "énfasis de las campañas de cada una de las campañas".
Primero, vio a un Rodrigo Mundaca "que se focalizó en mostrar las obras y la necesidad de mantenerlas, probablemente apelando a un voto que estuvo medio desinformado y que no se definió en primera vuelta". Aunque, aun así, sabe que es difícil proyectar el voto de nulos y blancos.
A su juicio, una de las cosas que se juegan "son los traspasos internos de los votos que quedaron en primera vuelta y ahí tampoco hay mucha certeza". Por ejemplo, cree que se tendería a pensar que los 110 mil votos del excandidato Felipe Ríos, del pacto Regiones Verdes Liberales, se traspasarán de una manera íntegra a Mundaca", pero también reconoce, en base a análisis, que de ese porcentaje "hay una tradición concertacionista que está bastante indignada con el Frente Amplio y que estaría dispuesta a votar por la centroderecha".
De lo que sí está claro Elórtegui es que puede que a los 172 mil votos nulos de la primera vuelta, además de los 107 mil blancos, les será mucho más fácil, en este escenario, "votar por alguien", y entre ellos "hay un porcentaje importante de indignación que "tal vez se comporte de una manera más plebiscitaria frente al Gobierno y ahí es clave lo que pasó en el voto de concejales, por ejemplo, donde podría haber una correlación con lo que pase hoy día en la elección".
Voto en gran valparaíso
Otro tema que plantea Elórtegui, en base a números, es que las campañas de esta segunda vuelta se enfocaron "en los mayores bolsones electorales que están, fundamentalmente, en el Gran Valparaíso, donde las apuestas debieron ser mejorar los resultados que tanto María José Hoffmann como Rodrigo Mundaca obtuvieron en las comunas de Valparaíso y Viña del Mar".
Según los datos de la primera vuelta, en Viña del Mar Mundaca (32,52%) le sacó 11 puntos a María José Hoffmann (21%), aunque si se suman los resultados la derecha o la oposición, incluidos el del candidato republicano, Francesco Venezian, y Manuel Millones, ese sector recolectó casi el 54% de los apoyos, mientras que la izquierda y la centroizquierda apenas llegó al 45%.
En la comuna de Valparaíso, en cambio, Mundaca (37,41%), Felipe Ríos (8,9%) y Octavio González (7,1%) sumaron en total un 53%, versus el 46% que sacó la oposición en su conjunto.
Para Elórtegui es importante ver "cómo ambas campañas se focalizaron en ese voto", aunque también es importante, asegura, "saber cómo se focalizan en los votos nulos y blancos de ambas comunas", que en conjunto superaron los 92 mil sufragios en primera vuelta. Considerando que ambas alcaldías, tanto Viña como Valparaíso, fueron ganadas por el Frente Amplio, será clave entender, asegura el analista, cuántos de esos votos de descontento se traspasarán a los candidatos de esta segunda vuelta.
Análisis nulos y blancos
En base a datos, la analista y directora de ElectoraLab, María José Arredondo, explica que "si se hace una ecuación de compatibilidad intuitiva de partidos y si el porcentaje que no votó, anuló o el sufragio en blanco se mantiene igual, ganaría Mundaca por más de 3 puntos porcentuales". Sin embargo, sabe que "todas las elecciones son distintas y que siempre hay un grado de elasticidad del voto".
Lo piensa, por ejemplo, "en el hecho de que María José Hoffmann apele a la emoción de la inseguridad y que a partir de ahí, por ejemplo, pueda ser capaz de llegar a verse favorecida tanto en el eje izquierda como derecha, además de un porcentaje que se abstuvo o votó blanco o nulo en la primera vuelta".
Pese a ello una de las sensaciones que le dejó esta campaña de segunda vuelta fue "que María José Hoffmann no le habló a los 280 mil votantes que anularon su voto, sino más bien afianzó a los votantes del sector, mientras que Mundaca sí le habló a este voto de descontento que hubo en primera vuelta".
Lo que se juega
Para Felipe Vergara, académico y analista de la UNAB, hoy se zanjará una campaña en la que el Gobierno "logró desmarcarse y en la que ya no se evalúa el rol de la actual administración". Sin embargo, asegura que "se juega el poder eventualmente poder ser una alternativa presidencial para el 2025 y que ello depende de la votación que obtenga, más allá de la cantidad de gobernadores electos a lo largo del país".
A su juicio, si en esta elección, por ejemplo Valparaíso, "el candidato del Gobierno supera en promedio el 50%, significa que la izquierda unida sigue siendo una opción presidencial, aunque todavía sin un candidato claro".
En el caso de la derecha, cree que "pasa algo similar, sobre todo si pierde gobernaciones emblemáticas por la cantidad de votos que representan, que es el caso de Valparaíso, Concepción y Santiago, porque decaería en su proyección de votos para 2025".
"Las campañas de esta segunda vuelta se enfocaron en los mayores bolsones electorales que están, fundamentalmente, en el Gran Valparaíso, donde las apuestas debieron ser mejorar los resultados de Viña y Valparaíso".
Claudio Elórtegui, Escuela de Periodismo PUCV
"Si se hace una ecuación de compatibilidad intuitiva de partidos y si el porcentaje que no votó, anuló o el sufragio en blanco se mantiene igual, ganaría Mundaca por más de 3 puntos".
María José Arredondo, Directora de ElectoraLab
"Si el candidato del Gobierno supera en promedio el 50%, significa que la izquierda unida sigue siendo una opción presidencial, aunque todavía sin un candidato claro".
Felipe Vergara, Académico y analista de la UNAB