"Si hay algo que la gente evalúa al votar, es la capacidad de las autoridades para gobernar"
El manejo de la crisis causada por el caso Monsalve va a tener costo electoral para La Moneda, porque al momento de votar los ciudadanos evalúan la capacidad de las autoridades para gobernar, "y aquí no sólo no ha habido oficio, sino una actitud errática, se tomaron malas decisiones y no se han asumido las responsabilidades", plantea el exministro de Justicia del primer gobierno de la Presidenta Bachelet y vicepresidente de Amarillos por Chile, Isidro Solís Palma.
Junto con revisar algunos temas de contingencia, en esta entrevista el abogado, exdirector nacional de Gendarmería en el gobierno del Presidente Aylwin y militante radical durante 52 años -hasta 2022-, adhiere a la idea de construir "una coalición muy amplia que le dé a Chile a lo menos 20 años de estabilidad", de una política "que no sólo se formule, sino que se aplique y tenga resultados".
Paro de gendarmería
- ¿Qué opinión le merece el paro de Gendarmería por demandas laborales?
- Siendo comprensibles las demandas laborales, Gendarmería es un servicio respecto del que siempre se ha discutido si debiera o no tener derecho a huelga. Su naturaleza es especial, porque es personal uniformado y armado, que además está a cargo de un servicio estratégico que no puede paralizarse. Por lo tanto, lo encuentro una situación muy desafortunada.
- Gendarmería tiene sindicatos, ¿puede tener huelga?
- Es una rareza de ese servicio, porque a pesar de que con el cambio de previsión ellos se hicieron afectos a los estatutos del DFL2, han mantenido esta tradición de la sindicalización que está bien, la tienen, pero debería usarse de manera muy cuidadosa, porque de lo contrario se va a abrir la discusión de por qué un personal que tiene todos los beneficios del personal uniformado no tiene al mismo tiempo la estructura de disciplina y de funcionamiento de esas instituciones.
- ¿Se puede exponer a paros y huelgas el resguardo del cumplimiento de condenas, sobre todo en medio de una crisis de seguridad?
- Yo encuentro que es muy complicado y lo digo con conocimiento de causa. A mí me tocó, hace ya muchísimos años, asumir la dirección de Gendarmería porque justamente se había producido una huelga que derivó en suspensión del servicio, con personal uniformado y armado que simplemente cerró las puertas de las cárceles. No recibían presos ni despachaban. Tenía todo el carácter más de un motín que de una huelga.
Diagnóstico equivocado
- Usted opinó que el Gobierno llegó con un diagnóstico muy equivocado sobre la seguridad pública, mirando a la delincuencia casi como parte de una rebeldía social. ¿Cree que rectificó a tiempo?
- Yo creo que no rectificó a tiempo, pienso que a ratos se rectificó tarde y por lo tanto ese atraso da cuenta de que muchos de los fenómenos de delincuencia que hoy experimentamos, la verdad es que se fueron de las manos y estamos viviendo una verdadera emergencia.
- Cómo evalúa el impacto de las destituciones de dos ministros de la Suprema?
- Como se ha dicho en relación a los últimos casos de connotación pública, particularmente el del señor Monsalve, una de las pocas cosas buenas que uno puede encontrar detrás de todas estas investigaciones, es la fortaleza de la institucionalidad chilena, que a pesar de todo siempre funciona. La destitución de los dos ministros de la Corte Suprema siguió todo el proceso institucional. Se establecieron finalmente los errores o las fallas que justificaban una destitución y la verdad es que el resultado no pasa a ser más que una sanción a las personas, y el máximo tribunal sigue funcionando normalmente.
Ministerio de seguridad
- ¿El nuevo Ministerio de Seguridad será una herramienta efectiva para el control de la violencia delictual y el crimen organizado?
- Ojalá. Cuando se crea una nueva institución, se debería aplicar el dicho campesino según el cual "el paso se prueba andando". Hemos creado muchas instituciones, algunas con resultados afortunados y otras que dejan mucho que desear. Ahí tenemos por ejemplo el organismo que supuestamente debería proveer de información, la ANI, que no ha logrado un sistema de funcionamiento que cumpla las expectativas de la sociedad. Espero que el ministerio sea una solución adecuada.
- ¿Resultará que haya seremis de Seguridad que responden al ministro del ramo, pero en casos de orden público, como protestas, deben seguir instrucciones de Interior a través de la delegación regional?
- Creo que va a faltar un tiempo de ajuste y aquí el paso se va a ver andando, porque además la regionalización no ha avanzado mucho con las leyes que hoy día tiene. Tenemos estas rarezas de autoridades regionales pero que responden a autoridades nacionales, el delegado presidencial -que representa a la vieja figura del intendente- sigue existiendo como una especie de autoridad paralela a la del gobernador. Entre eso, más la facultad de Interior y del Ministerio de Seguridad, lo más probable es que sea en la casuística donde se vayan resolviendo los problemas y se genere un sistema para su funcionamiento.
Gobierno arrinconado
- ¿Hasta dónde puede escalar el caso Monsalve? Hay legisladores que dicen que el Presidente puede enfrentar una acusación constitucional si no renuncia la ministra Tohá.
- Hay que distinguir muy bien los planos porque el caso Monsalve se refiere a un delito de violación, a un caso criminal, que no se ve cómo puede tocar ni al Presidente ni a otras autoridades. El gobierno tiene que responder por una cosa distinta, que son las 48 horas posteriores al conocimiento de la situación y la forma en que administró el inicio de una crisis que, hasta ahora, la verdad no ha encontrado la solución. Por no haber enfrentado correctamente el problema el día uno, hoy el gobierno se ve paralizado, arrinconado, sin poder cerrar el caso. Tengo la impresión de que debe hacer una pausa, respirar profundamente y buscar una forma de salir porque, si no, esto es un desangre permanente.
- ¿El caso va a tener costo electoral para el gobierno?
- Sin duda y lo más probable es que en la elección ese costo va a estar presente. Si hay algo que la gente evalúa al momento de entregar su confianza es la aptitud, la capacidad de las autoridades para gobernar. Y aquí lo único que se ha demostrado es que no sólo no ha habido oficio, sino una actitud errática, se tomaron malas decisiones, no se han asumido las responsabilidades. La gente normalmente, ante esas situaciones, en el proceso electoral tiende a castigar.
Elecciones y futuro
- ¿Cómo cree que va a quedar configurado el escenario político a partir de hoy?
- Tengo la impresión de que las fuerzas de gobierno van a tener un mal resultado, comparable al que tuvieron en la elección municipal, y por lo tanto el cuadro político que se está empezando a configurar va a tener efectos finalmente en las elecciones parlamentarias y presidenciales del próximo año.
- Personas como Tironi y Harboe dicen que se requiere una gran coalición política, desde la centroderecha hasta la centroizquierda, que le dé al país una prolongada estabilidad. "Los nuevos 30 años", apunta el primero...
- Yo creo que el peor problema de Chile ha sido el de los últimos años de inestabilidad. Desde que cambiamos la duración del mandato presidencial de seis años, se rompió la continuidad. En gobiernos de cuatro años, en que se da una alternancia absoluta de proyectos de país, es muy difícil cumplir un programa, desplegar una agenda y tener resultados, y lo que hemos visto es que el país en la práctica no ha logrado construir una senda, y en esto ya llevamos 15 años. Creo que si queremos darle efectivamente a Chile un camino de desarrollo, hay que construir una coalición muy amplia que le dé al país, no sé si 30, pero a lo menos 20 años de estabilidad, de una política que no sólo se formule, sino que se aplique, se desarrolle y tenga resultados, porque el país no puede seguir soportando estas vueltas a la derecha o a la izquierda cada cuatro años. Eso es lo que nos tiene paralizados. 2
Por no haber enfrentado correctamente el problema el día uno, hoy el gobierno se ve paralizado, arrinconado, sin poder cerrar el caso Monsalve".
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercuriovalpo.cl
solís asumió gendarmería debido a un paro que tuvo "más carácter de motín que de huelga".
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