Bachelet advierte que toxicidad de la política arriesga la democracia
REGIÓN. Expresidenta habló del avance de la ultraderecha y de paso lanzó advertencias a líderes políticos nacionales.
En el marco del ciclo de conversaciones "Riesgos y retos para la democracia", organizado por el Centro de Estudios para la Gestión Pública (CEGEP) de la Universidad de Valparaíso (UV), la expresidenta Michelle Bachelet vino ayer hasta la Región de Valparaíso para exponer sobre el avance de la ultraderecha en América Latina, su impacto y los desafíos que tienen los liderazgos políticos en Chile para evitar su avance.
La exmandataria también habló de la evidente responsabilidad que tienen los líderes políticos en la pérdida de credibilidad ciudadana hacia las instituciones democráticas, con muchas personas que hoy consideran alternativas populistas y antidemocráticas como opciones válidas. Una idea que reprodujo durante la discusión fue que la democracia no está cumpliendo las expectativas de la población y es ahí donde la ultraderecha logra capitalizar este descontento, "ofreciendo soluciones simplistas a problemas complejos" y apelando a aspectos profundos de la condición humana, como el miedo.
La ex jefa de Estado preguntó "si la democracia no cumple con lo que la gente espera, ¿por qué entonces la gente va a defender la democracia y va a votar por líderes respetuosos de los derechos humanos o del Estado de derecho?". A su juicio, "la lección que uno tiene que sacar es que la democracia tiene que generar los resultados" y eso significa que "si los líderes prometen cosas tienen que cumplirlas, porque de lo contrario las personas empiezan a tener desconfianza al sistema político y a las instituciones".
Cuestión de liderazgos
"Los líderes no deben hacer promesas que saben que no van a cumplir, porque la gente es muy sensible y siente que la utilizaron para sacar el voto, pero que luego no había un compromiso real", advirtió Bachelet a la clase política chilena.
Para la expresidenta, el contexto geopolítico, las guerras, la inflación, son factores que generan inestabilidad en la población, que comienza a buscar liderazgos "que sean fuertes, autoritarios, o con mano de hierro". Es así como, cree, "la ultraderecha se aprovecha del descontento y el miedo, reflejando la ira y la frustración de las personas, proponiendo soluciones simplistas a problemas que son complejos y que sabemos que no se resuelven de manera simple, pero lo hacen hablándole al corazón, a la guata de la gente, mientras que el progresismo le habla al cerebro, a la razón".
"política tóxica"
Consultada sobre los desafíos de Chile a la hora de defender la democracia, entregó su diagnóstico de lo que aqueja al país, que es un problema, dijo, de "polarización excesiva". Aseguró que "la política está tóxica, porque todo está polarizado, porque se insulta, no hay respeto con los demás, porque se usan elementos personales en temas que debieran ser políticos".
A su juicio, "se ha deteriorado el nivel de la política y eso hace que muchos ciudadanos vean al mundo de la política peleando por cosas pequeñas y no por cómo se le mejora la vida a una comunidad, y eso ha hecho que mucha gente se desilusione de la política". Su llamado es a construir "liderazgos empáticos, capaces de ponerse en los zapatos de la otra persona, de entender el dolor de la otra persona, (…) con capacidad de tener un diálogo con las personas, de escucharlas, de conocer sus dolores, y también conocer sus realidades".
Precisamente conociendo esas realidades y sin perder los principios y valores, propuso que es necesario "mirar cómo construir propuestas que se hagan cargo de las problemáticas de la gente".
Es así como reconoce que las banderas por superar la pobreza y la necesidad de una mejor educación y salud siguen vigentes, pero que "hoy día la temática que asusta a las personas es la seguridad, el tema del desempleo, de las migraciones". "Entonces, creo que desde el progresismo tenemos la obligación de repensar de qué manera, y resguardando los derechos humanos y el Estado de derecho, nos hacemos cargo y tratar de buscar soluciones que sean efectivas, no moralmente correctas, sino efectivas", sentenció.
"La política está tóxica, porque todo está polarizado, porque se insulta, no hay respeto con los demás, porque se usan elementos personales en temas políticos".
Michelle Bachelet, Expresidenta de la República
"(Estos conversatorios) los hemos hecho alertados por el deterioro evidente de nuestras democracias y por el auge de movimientos políticos que deprecian la democracia".
Osvaldo Corrales, Rector UV