Las 36 horas de celebración en torno al Niño Dios que se realiza en Las Palmas
El presbítero Enrique Opaso cuenta la historia del Santuario ubicado a 15 kilómetros de Olmué, y habla sobre el nuevo lugar de devoción que habrá.
Para el mundo cristiano, la Navidad es una de las fechas más importantes del calendario, ya que se celebra un año más del nacimiento de Jesús. Los católicos realizan tradicionalmente la Misa del Gallo el día 24, como una especie de vigilia para esperar la llegada de Cristo, evento que se hace en todas las parroquias del mundo.
La Región de Valparaíso, además, tiene un festejo mucho más grande y que involucra cantos, bailes chinos, misas y al que llegan personas de todo el país: se trata de la fiesta en torno al Niño Dios de Las Palmas, cuyo santuario está emplazado cerca de la Cuesta La Dormida, a unos cinco kilómetros de Quebrada Alvarado, y a unos 15 de Olmué.
Larga Tradición
La historia de esta celebración se remonta a 1775, cuando "un campesino de apellido Tapia, que iba con carga de leña y carbón en los cerros, entre Caleu y Las Palmas, de pronto encontró una figura religiosa modestamente vestida. Era el Niño Dios", cuenta el presbítero Enrique Opaso, quien hace dos meses llegó a hacerse cargo de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Olmué y del Santuario.
"El señor Tapia mantuvo esta imagen del Niño Dios hasta 1780 -continúa-. Ese año, a cambio de una cuartilla de harina, se la entrega al señor Cástulo Rocco. Y él se quedó con la imagen, se la llevó a su casa en Las Palmas de Olmué. Desde esa fecha fue conocido como Niño Dios de Las Palmas".
La figura tiene una estatura de sesenta centímetros y sus facciones son muy hermosas. Periódicamente se le confecciona vestuario nuevo y luce una artística corona dorada, que también va cambiando. Prontamente su fama comenzó a hacerse conocida en el sector como hacedor de milagros, y gracias a una ermita levantada por la familia Rocco las personas llegaban a rezar y a recibir sacramentos como el bautizo.
"En el año 1868, la gente de Las Palmas quiso construir una capillita para honrar al Niño y para trabajar con los niños también. Y el 24 de diciembre de 1921, los lugareños fieles se reunieron a rezar, cantar y danzar", cuenta el padre Opaso. Así se dio inicio a una tradición que sólo se vio interrumpida por la pandemia, y que este año tendrá algunas novedades.
Esto porque, según explica el sacerdote, este año se sumará un nuevo lugar de devoción, que se ubicará en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Olmué. Para acercar a la gente, se construyó allí un santuario parroquial, donde pusieron "información y cuadros del Niño de Las Palmas para generar el ambiente". Éste fue entregado el pasado miércoles a la comunidad con una gran fiesta que comenzó a las 19 horas, pero como advierte el padre Opaso "no vamos a confundirnos de que éste es o el otro. Siempre el santuario será el de arriba".
El paso a paso de la fiesta
Será la primera vez que el presbítero Enrique Opaso encabece la ceremonia, por lo que "estoy organizando todo según papeles que hay de antes, con gente que va todos los años; y si pasa lo que pasó en Lo Vásquez, que fue un millón y medio de personas, nosotros creemos que aquí, que partieron habiendo 500, 1.000, 1.500, 2.000, 5.000 personas, podemos llegar a 10.000, 15.000 feligreses allá arriba, y habrá que atenderlos de alguna manera", dice.
"Esta fiesta -detalla- siempre empieza a las 7 de la mañana del día 24. Hay tres misas en el día, la más importante, la de las 12 de la noche, y después toda la noche hay baile, una peregrinación al cerro, y termina con una misa a las 6 de la tarde y la gente comienza a volver a su casa". "Yo no sé si podré sobrevivir estos dos días", confiesa entre risas el sacerdote.
- ¿Cuál es la importancia de mantener esta celebración?
- Fíjate que esta celebración no es cuestión de tenerla nosotros, esto es del pueblo de Dios. Piensa tú que cuando tuvimos el covid y se cerró dos años la fiesta, miles de personas fueron igual y llegaron hasta las rejas del Santuario, porque cuando hace uno un compromiso con la Virgen, con el Señor, nada ni nadie se lo va a impedir. Es decir, los santuarios se mantienen en toda su ebullición, porque los fieles así lo necesitan también para su propia vida.
El Santuario está abierto todos los días del año, desde las 9 de la mañana hasta las 17.30, 18 horas. "La actividad de un santuario es una: recibir a los peregrinos, y los peregrinos hacen sus oraciones, sus mandas y vuelven felices a su casa", comenta.
En los mismos horarios, además, se podrá visitar el santuario de la parroquia. "La invitación que hacemos siempre es a que participen. La gente participa muy fuertemente en estas celebraciones, no solamente en el Santuario del Niño Dios de Las Palmas allá arriba, en el cerro, sino también, en estos días, en la parroquia. Van a tener un lugar extraordinario reservado para los peregrinos", dice.
"Se van a poder bajar del bus y correr al templo para ir a hacer sus mandas, sus oraciones, todo lo que ellos quieran. Yo me siento muy contento con eso. Es una obra muy importante para Olmué, que podamos ofrecer este servicio para que otra gente pueda, de verdad, ir por delante y salir con las ganas de rezar y de estar ahí", comenta.
El párroco, además, aprovechó de entregar dos mensajes a la comunidad de Olmué y quienes la visiten para esta celebración: cuidar el agua, y evitar incendios. "Por favor, en el Niño Dios de Las Palmas no se puede hacer fuego, no se puede hacer asados, no podemos ser causa de una tragedia como hemos visto en Valparaíso y Viña del Mar en este mismísimo año", solicita, por lo que recomienda llevar comida hecha.
"Necesitamos que nos ayuden en eso y no sólo por la Navidad, todo el verano. ¡Ojo al charqui! Si uno ve humo de un asado en el bosque hay que denunciarlo", hace el llamado el padre Opaso.
Asimismo, "vamos a tener un camión aljibe que va a estar alimentando el agua. Esto gracias a la Municipalidad de Olmué para que nadie pueda decir, 'mire, se me acabó el agua'", recalcando que también habrá baños.
Mensaje
- Por último, ¿cuál es el mensaje de Navidad?
- Bueno, el mensaje de Navidad uno lo puede sintetizar contemplando un pesebre. En todas nuestras parroquias hay un pesebre, en las casas hay pesebre, en los lugares de compra, en los malls hay pesebre. Pero si uno se detiene, uno ve todo el misterio, desde que la Virgen María es visitada por el arcángel Gabriel y el hijo se hizo hombre y habitó entre nosotros (...). Y además una palabra importante que dice el arcángel 'nada hay imposible para Dios'. Por eso la gente siempre dice qué lindo el pesebre".
El presbítero Enrique Opaso también se da tiempo para analizar a la juventud actual, asegurando que en las personas entre 12 y 30 años "se ha generado una distancia muy grande entre ellas y hoy día nadie le cree a nadie; se creen Dios de sí mismos, y el mundo sigue caminando, y se dan cuenta de que se van quedando solos, que no tienen la experiencia de la fe que puede sanar, que puede dar mucha fuerza para llevar la cruz con ganas y con alegría", dice.
A pesar de ello, "hoy día está volviendo mucho joven a la vida de la Iglesia, lo dijo el Papa, lo dijo el cardenal Chomalí con los cientos de jóvenes que fueron a pie desde Santiago hasta Teresita de Los Andes. Hay un deseo de búsqueda, ¿no? Y eso es lo importante". 2
Esta fiesta siempre empieza a las 7 de la mañana del día 24. Hay tres misas en el día, la más importante, la de las 12 de la noche, y después toda la noche hay baile, una peregrinación al cerro, y termina con una misa a las 6 de la tarde y la gente comienza a volver a su casa".
Flor Arbulú Aguilera
flor.arbulu@mercuriovalpo.cl
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