Meses clave para la licitación portuaria
Distintos actores del mundo marítimo tienen hasta el 21 de febrero para opinar ante el TDLC sobre próxima concesión en Valparaíso. En términos marítimo-portuarios, las fechas están cerca para los vaivenes administrativos y judiciales que han caracterizado este proceso desde su inicio.
Una decisión clave sobre el futuro del Puerto de Valparaíso podría ver la luz en la primera mitad del próximo año, cuando el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) zanje en los plazos establecidos la pregunta hecha por la Empresa Puerto Valparaíso (EPV) sobre la pertinencia de diseñar una licitación de concesionario único para los ocho frentes de atraque de la ciudad, actualmente administrados por dos empresas distintas. La consulta forma parte de las interrogantes que EPV busca despejar antes de avanzar en sus planes de ampliación del principal terminal de Valparaíso, con el objetivo de permitir el arribo de buques con mayor calado y capacidad de carga. Por ahora, el TDLC dio 45 días hábiles más a las empresas vinculadas al rubro marítimo portuario para que entreguen sus antecedentes y opiniones del tema. Terminado dicho plazo, el 21 de febrero de 2025, el Tribunal podrá definir una fecha siguiente para futuras intervenciones, antes de tomar una resolución definitiva. Este paso es tan clave como otros dados por la estatal en su diseño por dotar a la ciudad de un mejor terminal portuario, pero marca los tiempos que restan para un proceso vital en el desarrollo económico de la ciudad y todo el Gran Valparaíso. Ya hubo hace diez años controversia sobre las condiciones de licitación del Terminal 2, cuyo fracasado resultado final es ampliamente conocido y gatilla este nuevo proceso. El nuevo contrato de concesión del Puerto de Valparaíso debe comenzar a regir el 1 de enero de 2030 y aunque parece una fecha lejana, en términos marítimo-portuarios está peligrosamente cerca para los vaivenes administrativos y judiciales que han caracterizado este proceso desde su inicio. Lamentablemente, esas dificultades han sido directamente proporcionales a las necesidades urgentes de que este tema quede zanjado en forma definitiva. Ingresarle más incertidumbre sólo perjudica a Valparaíso.